Poco más de dos meses han pasado desde que Benny Blanco respirara, aspirara y se dejara llevar por el influjo del amor. El pasado 11 de diciembre, pidió la mano a Selena Gomez. Ahora que la actriz y cantante está en plena promoción (y muy movida, por cierto) de Emilia Pérez, en su tortuoso camino hacia los Oscar, ha concedido más entrevistas de las habituales, y ha dejado entrever algunos aspectos de su vida privada que no había revelado hasta ahora. Entre otros, los relativos a ese compromiso con el productor musical que le devolvió la sonrisa. En Interview Magazine, Selena Gomez contó que Benny Blanco no contó a ninguno de sus amigos lo que estaba a punto de hacer (entregarle el anillo a la artista), aunque prefiere mantener toda la magia del momento en el ámbito de lo privado: “Quiero guardarlo para nuestros hijos”. No obstante, adelantó algo que no extraña nada a quienes han visto el modus operandi de esta pareja desde sus primeros días de relación, en el verano de 2023: “Fue muy dulce y se dijeron las cosas correctas”.
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Por su parte, Benny Blanco, de treinta y seis años, bromeó sobre el hecho de que para lograr el momento perfecto no tuvo más remedio que mentir. Quiso que todo fuera una sorpresa inesperada para Selena Gomez… y lo logró. “Lo hiciste”, corroboró Selena en la entrevista a dos bandas.
Benny Blanco, un romántico empedernido
Con una sinceridad arrolladora, Benny Blanco confesó que cada día le asalta el mismo miedo: que su novia cambie de opinión sobre él y su relación. Es más, si se diera un Oscar a la declaración más romántica del momento, probablemente se lo llevaría él con estas frases dedicadas a su prometida: “Adoro el suelo que pisa”. Y si el Oscar fuera en la categoría de Pareja Envidiable, a tenor de sus declaraciones, también lo ganarían ellos: “No hay ego entre nosotros. Ella reza para que yo gane y yo rezo para que ella gane”.
Por si no fuera suficiente con todo lo anterior, aún se pueden destacar un par de declaraciones en el sentido correcto hacia su camino ante el día de su boda: “Me despierto por la mañana –sé que ella hace lo mismo– y pienso: ‘¿Cómo puedo mejorar su vida?’. Abrazarla no es suficiente […] Siento algo por ella que ni siquiera puedo explicar. ¡Soy tan ñoño!”. Y la segunda “perla” de Blanco: “No hago más que sonreír todo el día. Tengo tanto miedo de que se despierte y diga: ‘¡Qué! No’”.
Por otro lado, la pareja ha dado un paso más en su relación y están a punto de lanzar su primer trabajo álbum juntos, tal y como anunció Selena Gomez el pasado 13 de febrero. Su disco se llama I said I love you first y sus fans lo podrán tener entre sus manos el próximo 21 de marzo. Es decir, el hecho de decidir estar juntos en lo personal y en lo profesional habla de la seguridad que sienten el uno por el otro.
Su nido de amor
“He soñado con este momento toda la vida”, manifestó Selena Gomez el pasado diciembre cuando no pudo evitar presumir del fastuoso anillo de compromiso que le había entregado Benny Blanco. Se trataba de una elegante sortija con un diamante en forma de marquesa engastada sobre una estructura de pavé. ¿El precio? Los expertos opinaron que podría alcanzar una suma de doscientos mil dólares, pero para Selena el valor de ese anillo en su dedo era incalculable en el terreno de lo sentimental. La pareja no vive solamente en una nube por su compromiso y su trabajo en común, sino también por la fabulosa mansión que, según detalló Daily Mail, se han comprado en Beverly Hills: una residencia de estilo mediterráneo con siete dormitorios y doce baños que podría haber alcanzado la estratosférica cifra de treinta y cinco millones de dólares. Sin duda, un inmueble al que solo pueden acceder personas con sus fortunas. Cabe recordar que Selena Gomez es una reina de las redes sociales. Solo en Instagram tiene cuatrocientos veintiún millones de seguidores, una cifra que es la punta del iceberg del imperio que Selena ha construido primero con su talento; y, después, con su habilidad para monetizar ese talento. Como botón de muestra: cuando informó en sus redes sobre el lanzamiento de su nuevo álbum, al lado del hombre de su vida, obtuvo la friolera de cuatro millones setecientos mil “likes” y el comentario de Blanco respondiendo su post con un “I love you baby” sumó casi cincuenta mil reacciones.
Todo lo anterior nos hace considerar que el resto de parejas poderosas de Hollywood podrían estar temblando, porque Selena Gomez y Benny Blanco llegan con todo a posicionarse, con ese amor tan genuino, en la cima. Por otro lado, aunque hay muchas bodas importantes a la vista, en el mundo del faranduleo hollywoodiense, que llaman poderosamente la atención –entre otras, la de Lady Gaga con Michael Polansky o la de Emma Roberts con Cody Johns, sin dejar de lado la superesperada de Zendaya y Tom Holland–; el día que Selena Gomez le dé el “sí quiero” a Benny Blanco un tsunami de amor recorrerá las redes sociales con una fuerza inusitada… y si no ese día, cuando tengan a bien hacerlo público.
Las pruebas superadas
Desde niña, Selena Gomez ha estado en el ojo del huracán. La cantante y actriz tiene una fuerza muy especial, porque a lo largo de su vida –tan solo tiene treinta y dos años– ha tenido que superar muchos escollos. Dejemos de lado sus graves problemas de salud –su trasplante de riñón, en 2017, marcó un antes y un después– y centrémonos en su corazón roto y en cómo Benny Blanco llegó para sanárselo definitivamente. Más allá de su primer romance público con Nick Jonas –en realidad, dos niños famosos que se apoyaban en los momentos más abrumadores de esa fama que actúa como un cuchillo de doble filo–, es archiconocido el amor y el dolor que sintió Selena Gomez durante su relación con Justin Bieber. Y he aquí un dato curioso que acaban de detectar los fans de Bieber. Este ha realizado una purga dentro de sus redes recientemente y ha dejado de seguir a Benny Blanco. ¿Tendrá que ver con su compromiso? ¿O con cuestiones más profesionales? Porque también es cierto que Benny Blanco no ha sido el único “unfollow” de Justin, sino que con él también salieron Drake y The Weeknd –quien, no hay que olvidarlo, también protagonizó un breve noviazgo con Selena–.
Selena Gomez y Justin Bieber estuvieron juntos, con sus paréntesis, de 2010 a 2018. Fueron, sin duda, la pareja más famosa de la década, la más querida. Su historia de amor y desamor fue seguida hasta la obsesión por adolescentes de todo el mundo. En 2019, Justin Bieber tuvo unas palabras para Selena que sonaron como agua bendita para quienes se empeñaban en seguir creyendo en el amor (inmortal) entre ambos: “Amé y amo a Selena, ella siempre tendrá un lugar en mi corazón, pero estoy locamente enamorado de mi esposa”, reveló el cantante. Selena, después de muchas lágrimas, logró superarlo.
Por su parte, Benny Blanco –quien, entre otros méritos, tiene nada más y nada menos que once nominaciones a los Grammy a lo largo de su carrera– siempre ha preferido mantener un perfil bajo y poco se sabe de sus anteriores relaciones, aunque sí que vivió un breve noviazgo con la actriz Elsie Hewitt, poco antes de la pandemia. Cuando llegó a la vida de Selena Gomez, logró que ella volviera a creer en el amor. Frente a los detractores de Benny, ella lo defendió como dama enamorada con comentarios del tipo “él lo es absolutamente todo en mi corazón. Ha sido lo mejor que me ha pasado” o “me ha tratado mejor que cualquier ser humano en este planeta”. Y, para ser francos, a Selena Gomez se la ve últimamente con un brillo en la mirada que había perdido. Y a Benny Blanco, ¿por qué negarlo?, enamorado hasta la médula. ¿Y para cuándo la esperadísima boda? Por el momento, no hay ningún indicio de cuándo o dónde será. ¿Se decantarán por una de esas bodas sorpresa a las que Hollywood nos tiene acostumbrados? Probablemente así lo hagan, porque con el número de seguidores de Selena Gomez y de Benny Blanco (poco más de dos millones) si trasciende el lugar y la fecha se podría formar un auténtico zafarrancho de combate por los fans deseosos de verlos darse el “sí quiero”.