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Ramón Hermosilla y Karla Covarubias cumplirán este mes de abril tres años de casados. Su boda, un gran acontecimiento celebrado en México, reunió a gran parte de la alta sociedad española y mexicana en una fiesta que no dejó a nadie indiferente y en la que la alegría y la felicidad fueron los mejores ingredientes. Una dicha que aún creció más hace unos meses cuando dieron la bienvenida a su primera hija, Constantina –a la que cariñosamente llaman Coco–.
© @karlacovavilla
© @karlacovavillaLa pequeña, que nació en mayo del año pasado, casi coincidiendo con su segundo aniversario, se ha convertido en el centro de sus vidas y celebrarla, en una de sus pasiones. De hecho, además del bautizo que tuvo lugar en la intimidad durante sus vacaciones en Sotogrande el verano pasado, acaban de celebrar otro en México junto a toda la familia y amigos de la chef e influencer.
En Guadalajara, el pasado sábado, los orgullosos padres encomendaron a la niña a la virgen de Guadalupe, por la que Karla siente una gran devoción y más tarde, se reunieron en un jardín donde todo estaba preparado para disfrutar de una gran fiesta aprovechando las agradables temperaturas.
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© @karlacovavillaVestida con el tradicional faldón de cristianar y pasando de brazo en brazo de todos los que quisieron consentirla en su gran día, fue la protagonista de esta fiesta que tuvo como temática “La fonda de Coco”. No había ningún detalle dejado al azar.
Las vajillas utilizadas estaban pintadas a mano en Talavera, en las mesas, decoradas con diferentes frutas, no faltaron los cocos, en homenaje al simpático apodo de la niña y el menú y la bebida también fueron 100% mexicanos.
Tal y como ha podido saber ¡HOLA!, los invitados, entre los que se encontraba la familia de Karla así como toda su pandilla de amigos (a los que se siente tan unida a pesar del océano que les separa desde su mudanza a Madrid), degustaron un menú compuesto por algunos de los grandes éxitos de la gastronomía mexicana: panela, guacamole, tortitas ahogadas, tacos, gorditas, quesadillas con frijoles, elotes con rajas, birria, tinga de pollo, mole, chicharrón y cochinita. De postre, tres opciones: pay de plátano, pastel de tres leches y pay de limón. Todo ello regado con dos de los cócteles favoritos de los anfitriones: Margaritas y Martini Seco, cada uno con su correspondiente barra.
© @karlacovavillaFinalizada la comida, en la que todos se fotografiaron con la pequeña, en grupo o por separado, disfrutaron de una larga sobremesa en la que se pusieron al día, brindaron por la homenajeada y se divirtieron hasta la hora de despedirse, en la que todos recibieron una bolsa de recuerdo con un detalle de lo más singular.
En una cesta de colores vivos, que sin duda eligió personalmente Karla, obsequiaron a todos con los ingredientes y la receta para hacer los Margaritas perfectos junto al mensaje “brinda por mi”. Además, también incluía el recordatorio del bautizo, con un emotivo mensaje: “Cuando algo se sale de tus manos, cuando algo te duele demasiado, cuando necesitas fuerzas, cuando quieres agradecer, cuando quieres festejar ahí está la Virgen María. ‘¿Que acaso no estoy yo aquí que soy tu madre? Toma mi mano y hacia mi hijo te llevaré’. El rosario es la manera perfecta en la que nos comunicamos con nuestra madre. Reza por mí”.
Para la ocasión, la nuera de Silvia Gómez-Cuétara, escogió un vestido de la última colección de IQ, la marca de Inés Domecq, gran amiga de ella. Una jornada de lo más emotiva que sin duda nunca olvidarán.
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