Mónica Sada y Vicente Calderón han decidido separarse, después de cuatro años y medio de matrimonio. Según nuestras informaciones, les costó muchísimo tomar la decisión, pero finalmente dieron el paso hace cinco meses. Desde entonces, viven en casas diferentes, aunque siguen siendo vecinos del mismo barrio, porque eso facilita mucho el día a día con sus hijos, Fabiola, de cuatro años, y Vicente, de tres, y el poder hacer planes en familia.
Tomaron caminos separados de mutuo acuerdo y, según apuntan las mismas fuentes, se siguen queriendo mucho y mantienen una relación extraordinaria. "Hay respeto y cariño y no es solo por los niños, es que son amigos de verdad", nos dice una persona de su entorno. Y añade: "Por eso se ha vivido la separación en sus familias con mucha pena".
Mónica es hija de Pablo Sada García-Lomas y de Uxía Martínez del Campo y Ricoy, nieta de Beatriz Ricoy de Borbón, y bisnieta de Beatriz de Borbón y Rich, sobrina muy querida del Rey Alfonso XIII, quien se encargó de su educación. Y Vicente es hijo de Vicente Calderón y Reyes Bedoya y nieto de Vicente Calderón, el legendario presidente del Atlético de Madrid.
Boda civil en Madrid y religiosa en Lisboa
Después de tres años de relación, contrajeron matrimonio civil en Madrid, en octubre de 2020. Fue una ceremonia muy íntima, porque estábamos en plena pandemia. De hecho, tuvieron que aplazar la boda religiosa, que finalmente tendría lugar en Portugal, en mayo de 2022.
La ceremonia se celebró en Lisboa, ciudad favorita de la pareja, en la iglesia de San Vicente de Fora, elegida en honor a su segundo hijo, Vicente, que bautizaron ese mismo fin de semana con seis meses. Fue su gran día y estuvieron acompañados por todos sus familiares y amigos. Más de un centenar de invitados, entre los que se encontraban distinguidas personalidades de la alta sociedad madrileña.
Vicente dirige la Banca Internacional de Bankinter, mientras que Mónica, licenciada en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por ICADE, trabajó como financiera en Wall Street (Nueva York) y es fundadora y CEO de Unicskin, una firma de belleza que está revolucionando el mercado al combinar innovación tecnológica no invasiva, liderazgo en dermocosmética científica y un firme compromiso con la sostenibilidad. En poco más de cinco años, sus productos han llegado a 30 mercados y la marca se ha posicionado como la de mayor crecimiento, multiplicando 40 veces sus ventas. Una trayectoria empresarial que ha llevado a Forbes España a incluir a Mónica en la lista de las 50 mujeres más influyentes en el sector de la estética 2024.