Capítulo a capítulo, el “culebrón” Blake Lively vs Justin Baldoni aún no ha terminado su “primera temporada”. Un día sí y otro también algo ocurre que provoca un cambio en la trama real que enfrenta a la actriz con quien fuera su director y coprotagonista en la película Romper el círculo... y el juicio, en principio, no se celebrará hasta el 9 de marzo de 2026. En las últimas semanas, las demandas y contrademandas han suscitado el interés de quienes quieren conocer el final de este caso que ha despertado un interés inusitado; y más cuando en escena aparecen una serie de secundarios de peso como el implacable abogado que ha contratado Justin Baldoni, Bryan Freedman; el CEO de Endeavor, Ari Emanuel, quien se puso del lado del famoso matrimonio y dejó de representar en su agencia WME a Baldoni; la escritora del bestseller Romper el círculo, Colleen Hoover, o el secundario más mediático de todos, el marido de Blake Lively, Ryan Reynolds quien está haciendo una defensa encarnizada de su esposa y de los pasos que esta ha dado contra Baldoni.
Cada día que pasa hay un nuevo movimiento que desestabiliza el pobre equilibrio en el que se mantiene este enfrentamiento. Cuando Blake Lively acusó a Justin Baldoni de, entre otros cargos, acoso sexual durante el rodaje y, posteriormente, de haber orquestado una estrategia comunicativa para destruir su reputación profesional, quizá no midió la repercusión que alcanzaría el caso. Con sus denuncias, la actriz lanzó una bolita de nieve que, según avanza, se va convirtiendo en un ovillo gigante en el que se entrecruzan mil hilos y nadie sabe de cuál tirar para ordenar el embrollo. Ni siquiera los implicados saben bien dónde posicionarse, tal y como ha pasado con la escritora Colleen Hoover quien, en un principio, dio su apoyo incondicional a Blake Lively, aunque estos días un movimiento en sus redes sociales ha hecho pensar que ha reconsiderado la cuestión y que ha retirado su apoyo. ¿Cuál ha sido este movimiento más que evidente? El 22 de enero, la escritora desactivó su cuenta de Instagram. Quizá, prefirió mantenerse al margen de la disputa, aunque sí se había posicionado previamente (“Blake Lively has sido más que honesta, amable, comprensiva y paciente desde el día que nos conocimos”). No obstante, cuando volvió a activar sus redes sociales, los cibernautas se dieron cuenta de que había una variación: Colleen Hoover había eliminado no solo las fotos que había colgado con Justin Baldoni, sino todas las que tenía de Blake Lively. ¿Salomónica decisión para no decantarse por nadie?
Por otro lado, está el caso de Ari Emanuel, un agente de Hollywood que se ha posicionado claramente a favor de Blake Lively y Ryan Reynolds, y que se ha ganado la enemistad no solo de Justin Baldoni, sino de su abogado. Ari Emanuel ha defendido la honorabilidad de Lively y, nada más conocer sus demandas, dejó de representar a Justin Baldoni, a quien cambió el apellido, quizá por despiste, quizá por sarcasmo, y lo llamó “Bologna” (Bolonia). “Si lo que se alega en su demanda [en la de Blake], y lo que ocurrió en redes sociales es cierto; solo porque ella se quejó con el estudio de que las cosas no eran saludables en el set, y porque él era el director y este hombre (Jamey Heath) era el productor, y le hicieron lo que se está alegando, entonces ellos son realmente malas personas”. Blake Lively no señaló solo a Justin Baldoni por acoso y conductas inapropiadas, sino también al productor de la cinta, Jamey Heath.
Sin acuerdo previo
Aunque la bola de nieve crece, y amenaza con alcanzar un alto coste para quien pierda el juicio, ni el matrimonio más famoso de Hollywood ni Justin Baldoni, asesorado por su equipo legal, han llegado a un acuerdo previo al juicio. Los abogados de todas las partes implicadas le hicieron llegar a Lewis J. Liman, juez federal de Nueva York encargado de este caso, un escrito en el que desestimaron el acuerdo. Según el documento que llegó a manos del juez, ambas partes “acordaron que las discusiones para llegar a un acuerdo serían prematuras”. También estuvieron de acuerdo en eludir cualquier tipo de mediación porque “sería inapropiado para este caso”. Por último, se indicaba en el texto presentado al juez, que Blake Lively planeaba presentar una “demanda enmendada inminentemente”.
Michael Gottlieb, representante legal de Lively, se ha quejado amargamente por las continuas declaraciones de Bryan Freedman, quien parece estar dispuesto a no dejar títere con cabeza con tal de defender a Baldoni. Gottlieb aseguró que Blake Lively está, lógicamente por otro lado, “muy ansiosa por seguir adelante y llegar al día ante la Corte”.
El entorno de Justin Baldoni comenzó a lanzar su artillería pesada de demandas contra Blake Lively. Entre otros, Jad Wallace, experto de la empresa de PR Street Relations, Inc., quien presentó una demanda por difamación de siete millones de dólares porque, según Wallace, no existen pruebas que demuestren que él y su empresa armaron “un ejército digital por todo el país, desde Nueva York a Los Ángeles, para crear, sembrar y promover contenidos que parecían auténticos en plataformas de medios sociales y foros de chat de Internet”. De inmediato, los abogados de Blake Lively compartieron su perspectiva sobre esta nueva demanda en The Independent. Afirmaron que la demanda de Wallace no era más que una nueva estrategia para tratar de silenciarla y desviar la atención sobre el asunto central: una demanda por acoso sexual y “las represalias” que vivió la actriz por atreverse a alzar la voz contra las prácticas inapropiadas que vivió durante el rodaje de Romper el círculo.
En todo esto hay un personaje clave, cuyas declaraciones en el juicio darán cierta luz sobre lo que realmente ocurrió. Se trata de la coordinadora de intimidad. Según los abogados de Baldoni, ella podría testificar que fue Blake Lively quien evitó reuniones y cambió algunos matices del guion. En los documentos presentados por la defensa de Baldoni al juez se explica que “Lively no fue capaz de distinguir conversaciones sobre sus personajes, en el contexto de la grabación, de la realidad".
La broma de Ryan Reynolds
Aunque en principio el juicio, registrado como Lively vs Wayfarer Studios et al, comenzará el 9 de marzo de 2026, el tribunal ha indicado que si se siguen haciendo declaraciones a la prensa este podría adelantarse para evitar más filtraciones. Con todos estos sables desenvainados en Hollywood, sorprendió especialmente que Blake Lively y Ryan Reynolds acudieran con la mejor de sus sonrisas a la alfombra roja desplegada en Nueva York por los cincuenta años del mítico programa Saturday Night Live. Cuando la comediante Amy Poehler, presentadora de la gala, vio al protagonista de Deadpool entre la audiencia, le preguntó: “¿Cómo te va?”. Él, con una risa pícara, respondió: “Oh, ¡genial!... ¿Qué has oído?”. Aunque muchos se rieron por su ocurrencia, Blake Lively mantuvo el semblante serio, aunque trató de esbozar una sonrisa. Sin duda, a la actriz le está resultando muy duro soportar toda la tensión de los últimos tiempos. Desde hace meses, la actriz de Gossip Girl vive su particular pesadilla con nombre propio: Justin Baldoni. Cabe recordar que Baldoni incluyó en la demanda que presentó el 16 de enero a Ryan Reynolds. En ella, alegó que tanto Blake como Ryan impidieron la producción y promoción de Romper el círculo, y manipularon a los medios para difamar a Baldoni con falsas acusaciones de acoso sexual. “Este es un caso sobre dos de las estrellas más poderosas del mundo desplegando su enorme poder para robar una película completa de las manos de su director y estudio de producción”, se leía en la demanda. “Luego, cuando los esfuerzos de Lively y Reynolds no lograron ganarles el reconocimiento que creían merecer, dirigieron su furia hacia el chivo expiatorio elegido”.
Si Blake Lively ha tenido un apoyo desde el primer día en el que estalló todo este escándalo, ese ha sido el de su esposo. Después de trece años casados, y cuatro hijos, la pareja enfrenta todo este revuelo mediático más unidos que nunca, aunque Hollywood siga fragmentándose entre sus partidarios y sus retractores.