Hablamos con el estilista de Melania Trump: 'Le gustan los trajes a medida y las líneas definidas'

Una de las armas secretas de Melania Trump es, sin duda, su estilo. Durante el primer mandato de su marido ya destacó por ser una de las Primeras Damas mejor vestidas de la historia. Y ahora, en su regreso a la Casa Blanca, ha vuelto a demostrarlo. Además de muy buen gusto y una figura espectacular, la ex modelo tiene un gran sentido de la estética y sabe perfectamente lo que le sienta bien. Pero también cuenta con un as en la manga: su estilista, Hervé Pierre.

El diseñador francés afincado en Estados Unidos llegó a la vida de Melania Trump cuando su marido se convirtió por primera vez en presidente de Estados Unidos. Tenía tres meses para prepararse antes de la toma de posesión del 20 de enero de 2017 y, gracias a Régine Mahaux, la fotógrafa “de cabecera” de los Trump, que se encargó de ayudar a la Primera Dama en la búsqueda de su estilista, Hervé Pierre empezó a trabajar para la esposa del hombre más poderoso del mundo.

Además de asesorarla con sus looks, Pierre es el autor de los dos vestidos que Melania ha llevado en los dos bailes inaugurales.

© Regine Mahaux

© Regine Mahaux

—Hervé, ¿qué cree que nos sorprendería de Melania Trump?

—Apenas había comenzado a trabajar para la señora Trump y estaba preparando la ropa para una prueba de vestuario cuando la vi metiendo zapatos en una maleta. Inmediatamente le dije que no podía hacer eso, que era mi trabajo, y ella me respondió: “Siempre hago mi propio equipaje, porque así estoy segura de lo que llevo en mi maleta”. ¡También te hará un café ella misma! Así que, si tienes la imagen de una mujer rodeada de sirvientes, mayordomos, etcétera, ¡estás equivocado!

—¿Cuál fue su papel el día de la investidura?

—Desde los resultados de las elecciones, mi deber fue ayudar a la nueva Primera Dama en la selección de todos los atuendos necesarios para el fin de semana de la inauguración. La señora Trump también me pidió que diseñara su vestido para el baile de gala.

—También diseñó el primero. ¿Cómo ha sido trabajar en creaciones tan históricas?

—¡Debo admitir que sentí un poco de presión! El primer vestido que diseñé para la señora Trump fue bien recibido, así que las expectativas eran altas. Fue un honor que me lo pidiera nuevamente. Luego, la presión llegó a mi mesa de dibujo y a mis rotuladores. Cuando conoces un poco a tu clienta, tratas de absorber cada palabra, cada gesto que hace, porque son esenciales para entender su carácter. Es como recolectar información... De esa manera, no te quedas bloqueado frente a la página en blanco con el lápiz esperando inspiración. Observé que varias veces, ella hacía con sus manos una especie de movimiento en zigzag en el aire para explicar con líneas marcadas algo que tenía en mente. Ese fue el comienzo, solo necesitaba ser traducido en papel. Incluso alguien que no sabe dibujar puede fácilmente hacer un garabato en zigzag con un lápiz y dar una descripción bastante precisa del vestido. La simplicidad y la capacidad de ser memorable son importantes para un vestido que será fotografiado en todo el mundo y formará parte de la colección del Smithsonian. Ahora, sobre el mensaje que intentó enviar… ¡No hay ninguno! Soy plenamente consciente de que últimamente está de moda analizarlo todo, mirar cada detalle bajo el microscopio. ¡Me pregunto cuántos de tus lectores, por ejemplo, esta mañana cuando se vistieron, pensaron: "¿Qué mensaje quiero dar al mundo hoy?"! ¡Ciertamente ninguno! Bueno, lo mismo ocurre con la señora Trump.

—Melania ha expresado su deseo de que la gente se enfoque en lo que hace y no en lo que viste, pero también ha dicho que entiende que el estilo es poder y una forma de comunicación. 

—Es cierto que la gente se enfoca mucho en lo que usa [la Primera Dama] y no siempre informan sobre su trabajo y en qué está involucrada. Pero no nos enfocamos en qué mensaje transmitir. Como Carolina Herrera dijo muchas veces, uno de los ingredientes clave de la elegancia es vestirse apropiadamente para la ocasión. Lo que decidimos juntos es una cosa, pero no tenemos control sobre todas las diferentes interpretaciones y análisis que la gente hará en sus comentarios. A veces pienso: “¿De dónde sacaron esto?”. La mayoría de las veces, no son precisos; algunos son divertidos y retorcidos, y me río leyéndolos. Olvidamos que la moda también es para la vista. Encontrar ropa adecuada para este estilo de vida ya es mucho trabajo. Si tuviera que pensar en un mensaje oculto detrás de cada look, ¡nunca entregaría mi trabajo a tiempo! Es agotador. Sé que muchos blogueros o "expertos en moda" están muy ocupados inventando historias, pero yo no. Si el look es apropiado para la ocasión y luce bien, mi trabajo está hecho. No somos cirujanos cerebrales, no salvamos vidas. La moda es importante, pero hay que poner todo en perspectiva.

© Regine Mahaux

“Encontrar ropa adecuada para este estilo de vida ya es mucho trabajo. Si tuviera que pensar en un mensaje oculto detrás de cada look, ¡nunca entregaría mi trabajo a tiempo!”

—En su libro autobiográfico, ella menciona lo metódica y organizada que es. ¿Eso ayuda a la hora de trabajar con ella?

—¡Por supuesto que ayuda! Conozco de antemano los eventos próximos y su agenda. Puedo planificar con anticipación y asegurarme de que todo esté listo a tiempo.

—¿Cómo trabajan juntos? ¿Diría que se conocen bien? ¿Es una amiga además de una clienta?

—Creo que después de ocho años nos conocemos lo suficiente como para trabajar juntos en gran armonía. Creo que somos muy cercanos, pero aún así la sigo llamando "Madame" o "señora Trump". Tal vez sea mi lado francés el que influye, mantener la etiqueta es muy importante. Siempre me sorprende ver personas que no la conocen llamándola "Melania". Puedo estar muy cerca de alguien y, al mismo tiempo, ser muy formal.

—¿Cree que se vestirá diferente en esta nueva etapa como Primera Dama? ¿Cuál es su visión para los próximos cuatro años en términos de estilo? 

—Bueno, ¡no soy adivino! No tengo una bola de cristal. Veamos qué traerá la agenda. Pero ya sé que mantendrá su estilo. Solo hay que mirar el nuevo retrato oficial realizado por Régine Mahaux, esa foto ya responde muchas preguntas. Le gustan los trajes a medida, las líneas definidas en el diseño de sus looks. Ciertamente, no empezará a usar volantes y estampados florales solo porque inicia un nuevo capítulo. Se inclina por cortes estructurados, looks elegantes y diseños impecables sin excesos.

© Regine Mahaux

—Melania tiene ahora 54 años y hay quien dirá que está en la cúspide en esta segunda gran etapa y que sabe lo que quiere. ¿Cómo ha evolucionado? ¿Cree que su confianza en su estilo ha crecido en los últimos cuatro años?

—Su estilo ha sido bastante consistente a lo largo de los años, no hay razón para que lo cambie. Evolucionará, ciertamente, pero la esencia de su look seguirá en la misma línea. Siempre ha estado segura de sus elecciones; yo solo la ayudo. Algunas mujeres piensan que necesitan vestirse jóvenes y sexys. Si hay algo que hace que una mujer se vea mayor es tratar de parecer joven a toda costa. ¡Instantáneamente se agregan diez años!

—Cuéntenos sobre el proceso de vestir a Melania para un evento. ¿Por dónde empieza? ¿Compra en tiendas o manda traer prendas? ¿Qué compra en tiendas normales: zapatos, ropa interior...? Sabemos que ha usado prendas de Zara en el pasado...

—Según su agenda y la naturaleza del evento, comienzo haciendo una primera selección. Voy a tiendas o busco online para ver cuál podría ser la opción correcta, qué look sería el adecuado. Uso el sentido común para encontrar una marca y un atuendo que se adapten al evento.

—¿Qué le gusta usar cuando está relajada en casa? ¿Lleva ropa deportiva como muchas mujeres cuando no están trabajando?

—Siempre me sorprende que, automáticamente, porque estés en casa, se asuma que una mujer o un hombre tienen que usar ropa deportiva, como si fuera obligatorio. Cuando tengo una reunión con la señora Trump, como una verdadera profesional, no usa maquillaje para evitar dañar la ropa que se está probando y no usa ropa deportiva. ¡No estamos en el gimnasio cuando hacemos pruebas de vestuario! En mi caso, no porque esté solo en casa significa que de inmediato deba vestirme extremadamente casual con ropa de entrenar. Siempre prefiero estar arreglado de más que mal vestido. ¡Nunca se sabe qué puede pasar!

—Entonces, ¿qué le gusta usar cuando no tiene que acudir a un acto?

—Siempre está impecablemente vestida, incluso cuando no está en público.Un par de pantalones ajustados y una camisa blanca almidonada suelen ser su look característico. ¡Nada de ropa deportiva! Supongo que solo la usa en el gimnasio.

—La relación entre un estilista y su cliente suele ser muy personal. ¿Sabe instintivamente qué prendas le gustarán?

—A lo largo de los años, aprendí qué tipo de vestido le gustará o no a la señora Trump. Puedo ver de inmediato en sus ojos si gané o si perdí. Así que probamos, hablamos sobre los looks, y, obviamente, ¡siempre encontramos una solución!

—¿Qué hace cuando no están de acuerdo en un diseño?

—¡Siempre encontramos la manera! Pero al final, ella es quien lleva el vestido, no yo, ¡así que ella sabe!

—En su libro, menciona que una vez dijo que le gustaría ser una Primera Dama como Jackie Kennedy. Jackie, por supuesto, fue aclamada por sus elecciones de moda. ¿Cree que Melania es igual?

—La señora Trump mencionó hace años que si algún día fuera Primera Dama, compartiría el mismo espíritu que la señora Kennedy. Pero eso fue hace mucho tiempo y es difícil trazar un paralelo entre dos mujeres tan drásticamente diferentes. Ya no estamos en los años 60 y nuevamente volvemos a comparar y buscar modelos a seguir en alguien del pasado. Sesenta años separan a estas dos mujeres. Es como si le hubiéramos preguntado a la señora Kennedy: "¿Está influenciada por la señora Theodore Roosevelt en 1900?" ¡Es exactamente la misma diferencia de tiempo! Estoy seguro de que habría dicho que no. La señora Trump está abrazando su tiempo en los años 2020, a los que pertenece, y algún día, dentro de muchos años, también formará parte de la historia.

—¿Ella toma el control del proceso de diseño? Parece una mujer que sabe lo que quiere, ¿cree que es así?

—Tengo un ejemplo muy preciso para responder a esa pregunta. Estábamos haciendo una prueba de vestuario para el vestido de la primera investidura en 2017 y no sabía cómo construir el corsé lo suficientemente alto para sostener las bandas de organza. ¡Estaba atascado! Bueno, como fue modelo y conoce todos los trucos sobre las pruebas de vestuario, simplemente me dio una forma mucho más sencilla de crear el bustier y funcionó perfectamente. La señora Trump tiene un gran respeto por el arte de hacer vestidos hermosos. Sabe que lleva tiempo lograrlo y confeccionarlo, lo cual es de gran ayuda. Nunca pedirá hacer algo con prisa porque sabe cuánto tiempo lleva. Mucha gente aún cree que pongo una tela en el microondas y, en dos minutos, el vestido está listo para ser entregado. 

© Régine MAHAUX

—Como una mujer naturalmente elegante, ¿qué tipo de sugerencias hace cuando se viste para una ocasión importante? ¿Quiénes son sus íconos de la moda favoritos?

—Por ejemplo, en una visita de Estado a un país extranjero, nos tomamos el protocolo en serio. En algunos países, ciertos colores tienen un significado diferente, así que si podemos evitar un incidente diplomático, ¡mejor! Como todo será examinado bajo el microscopio, tratamos de encontrar el look adecuado, apropiado y respetuoso, según el anfitrión o el invitado. De hecho, aprendí mucho con el libro de protocolo que recibimos antes de una visita. Incluye indicaciones de moda (nada por encima de la rodilla en ciertos países), normas en la mesa, etcétera. Es fascinante estudiar las diferentes etiquetas. La señora Trump no tiene iconos de moda en mente cuando se viste. ¡No es una adolescente de 16 años mirando a una estrella de cine o una cantante pop en la pared de su habitación para inspirarse! Posee su propio estilo, lo cual es evidente cuando la ves. Siempre me fascinan las mujeres que necesitan pensar en otra mujer para validar su estilo, porque es una batalla perdida de antemano.

—El sombrero que usó para la ceremonia de investidura llamó la atención por ser un look fabuloso. ¿Qué opina de ese atuendo? ¿Qué mensaje cree que Melania quiso transmitir con él?

—¡Otra vez, ningún mensaje! Otras personas se encargarán de analizar ese vestido bajo el microscopio y encontrarán una historia loca que ni siquiera se me ocurrió. Para mí, era muy "señora Trump". Era afilado, moderno, sin referencia a ninguna época de la historia de la moda o del cine. Era gráfico, fácil de recordar y fácil de describir. Eso es lo que tratamos de transmitir con ese look.

—¿Era su intención, y se lo ha indicado así, destacar a diseñadores estadounidenses emergentes, como Adam Lippes, quien creó el abrigo azul marino personalizado que usó en la toma de posesión?

—Como siempre, fue el resultado de una buena conversación. Recientemente vi un par de abrigos y piezas de sastrería hermosos de Adam Lippes y se los sugerí a la Sra. Trump. ¡Él hizo un trabajo fantástico y ella quedó encantada! ¡Gran equipo, todo fácil!

—Ha trabajado con varias Primeras Damas. ¿Cuál es ese je-ne-sais-quoi necesario para ser un asesor de moda que todas ellas consultan? ¿Es por su sentido francés de la alta costura o por su verdadera comprensión de la elegancia americana?

—Lo que resulta un poco reductivo es que la mayoría de la gente piensa que solo soy un estilista para Primeras Damas. ¡No hay nada de malo en eso, por supuesto! Pero fui entrenado en París en Christian Dior y Pierre Balmain (fui el diseñador de Alta Costura más joven en un momento). Luego trabajé en Nueva York con Oscar de la Renta y pasé 15 años como director creativo en Carolina Herrera. ¡Hablando de iconos de la moda, ahí lo tienes! Después de 30 años en Nueva York, espero haber demostrado que, tras haber pasado la mitad de mi vida en la Avenida Montaigne en París y la otra mitad en Nueva York en casas de moda extraordinarias, logré mezclar ambas culturas en mi trabajo. La señora Trump me eligió por esa razón. Sabía que mi experiencia era exactamente lo que estaba buscando. No me eligió porque fuera un influencer con 2,8 millones de seguidores en Instagram. Sabía que podía entregarle un vestido y que comprendía los códigos sofisticados de su mundo. La etiqueta de la alta costura no está tan alejada de la de la Casa Blanca. La formación en los salones de alta costura de París tenía un estilo casi militar, pero da frutos cuando trabajas a este nivel.