Garbiñe Muguruza, de las pistas de tenis a las de esquí: se reta en la nieve de Gstaad

Con mono ‘animal print’ y su perro Gordi ‘debuta’ en la nieve

15 de febrero de 2025 - 12:28 CET15 feb 2025 - 12:28 CET

El próximo abril se cumple un año desde que Garbiñe Muguruza anunció su adiós a las pistas de tenis. Y en este tiempo, la vida de la deportista ha dado un giro radical. El 5 de octubre se casó con el empresario Arthur Borges, a quien había conocido dos años antes de manera casual en Nueva York, donde disputaba el Abierto de Estados Unidos.

“En una de las calles me lo cruzo y de repente él se gira y me dice 'buena suerte en el US Open'. Me quedé pensando, '¡qué chico tan guapo!', y a partir de ahí conectamos y nos íbamos todos los días a dar una vuelta por Central Park.

Fue realmente un flechazo a primera vista, porque desde el primer momento tuvimos una atracción", explicaba la deportista en ‘¡HOLA!’. "Me pidió una foto y ahora tenemos la foto del momento exacto en que nos conocimos enmarcada".

Aunque fuera de la competición, sigue vinculada al tenis y acaba de ser nombrada embajadora de Tennis Channel, la multiplataforma global de televisión dedicada a este deporte para los torneos de tenis femenino del WTA Tour en España en 2025; y nos acaba de sorprender en el talent culinario de repostería Bake off: famosos al horno.

Está feliz con todos los proyectos que llegan, sin el estrés y la gran exigencia del mundo de la competición, y encantada de poder llevar una “vida normal” y dedicarles tiempo a los suyos, su familia, su marido, y sus amigos, así como de divertirse con sus hobbies. Algo que antes resultaba imposible.

Garbiñe disfrutando de uno de sus nuevos hobbies con amigos y familia — Garbiñe disfrutando de uno de sus nuevos hobbies con su marido y unos amigos

Hasta la descubrimos disfrutando de nuevas aficiones. Como el esquí. Y podría parecer que, viviendo en Suiza, la deportista es toda una experta en el deporte blanco, pero lo cierto es que esta es la primera vez ha pasado unos días deslizándose por la nieve: de las pistas de tenis a las pistas de Gstaad, la exclusiva estación invernal a un paso, como quien dice, de su casa de Ginebra.

Fue el pasado fin de semana y estuvo acompañada por su marido y un grupo de amigos…sin olvidar a su inseparable perro Gordi. “Me dijeron que era demasiado tarde” (para empezar) “pero me lo he pasado genial”, dice la campeona de Wimbledon y Roland Garros.