El Museo de Cera de Madrid ha estrenado hoy al público la nueva imagen de la princesa Leonor. Una escultura de la heredera con motivo de mayoría de edad, que sustituirá a la anterior de la princesa de Asturias, que ya estaba expuesta en el museo madrileño. Una celebración, la de su 18 cumpleaños, que llegó acompañada de la jura de la Constitución en las Cortes ante sus padres, los Reyes, su hermana Sofía, las más altas autoridades del Estado y los representantes de las dos Cámaras. "Una escultura renovada, con precisión y con detalle", ha compartido la galería madrileña.
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Un proceso artesanal de 6 meses
Como en otras ocasiones, el Museo, que celebra su 53º aniversario, "ha seguido con rigor todas las pautas necesarias para garantizar una representación fiel y respetuosa de la heredera a la Corona, que es ya una de las figuras más esperadas por los visitantes"; según han explicado los responsables del museo madrileño. La nueva réplica de cera captura un momento clave en su trayectoria, marcando su mayoría de edad y el juramento de la Constitución.
Según explican desde el Museo, su creación "ha sido un proceso artesanal de seis meses, desarrollado por un equipo de expertos que han trabajado con gran precisión para capturar cada detalle, desde sus facciones hasta su característico traje de chaqueta".
A partir de hoy, los visitantes del Museo de Cera podrán acercarse y disfrutar de esta nueva incorporación, que refleja un momento clave en la historia de la Princesa de Asturias.
Las otras figuras de cera de la familia real
Pero Leonor no es el único miembro de la familia real española que ya 'habita' en uno de los museos más visitados de la capital. Antes, sus padres, los reyes don Felipe y doña Letizia; y sus abuelos, el rey don Juan Carlos y la reina doña Sofía.
Con un traje azul noche, con cuerpo de encaje, la reina Letizia 'vive' expuesta en el Museo de Cera de Madrid, coronada con una réplica de la tiara Princesa, regalo de don Felipe a su mujer en su quinto aniversario de boda, para la que se emplearon 600 piedras y diez perlas.
Lo más logrado, sin duda, es el peinado; los responsables del museo aseguran que se utilizó más de kilo y medio de pelo natural, de distintas tonalidades, para aproximarse lo máximo al tono de doña Letizia.