"Este chaval es de los mejores deportistas españoles de la historia". Así presentó David Broncano al corredor de montaña Kílian Jornet. El deportista catalán, de 37 años, se sintió muy abrumado por las palabras del presentador y los aplausos del público, y exclamó con gran humildad: "Lo único que hago es correr, que está muy bien, pero es un poco estúpido como actividad, tampoco hay que ensalzar tanto el deporte".
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Kílian, que corre todos los días seis horas por la montaña, vive desde hace ocho años en Noruega, concretamente en Romsdal, con su mujer, la también atleta Emelie Forsberg, y sus dos niñas, de cinco y tres años. "Llevamos a las niñas a pasear por allí, suben hasta 800 metros, gastan energía y así duermen mejor", contó el deportista, que este verano coronó los 82 picos de 4.000m de los Alpes en 19 días.
El matrimonio lleva una vida idílica en mitad de un fiordo y en unos meses dará la bienvenida a su tercer bebé. Aunque la montaña forma parte de su estilo de vida, Kílian no sabe si alguno de sus hijos seguirá sus pasos profesionales. "Nunca se sabe si serán montañeros o no", dijo.
Con sus hazañas, el atleta ha logrado ganar bastante dinero. "En mi cuenta bancaria debo de tener hora unos 150.000-200.000 euros, que es mucho más de lo que necesito", confesó a Broncano. Eso sí, parte de su fortuna la invierte en proyectos medioambientales porque "el mejor futuro que le puedo dejar a mis hijas no es dinero, es que vivan en un planeta mejor".
"Si tengo dinero porque corro lo reinvierto en el futuro de mis hijas", insistió el deportista, antes de mandar un poderoso mensaje a los espectadores de La Revuelta. "Cada uno, dentro de sus posibilidades, puede hacer cosas aunque sea poquito", dijo. Ya solo pensar dos veces la acción de comprar algo, preguntarme si de verdad lo necesito o no, o si tengo la oportunidad de viajar, plantearme si realmente ese viaje me llena o es simplemente la inercia".