El Palacio de Liria abrió sus puertas el jueves para inaugurar la exposición 'Flamboyant', de la artista portuguesa Joana Vasconcelos. El acto contó con la presencia del rey Felipe y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, así como numerosos miembros de la familia Alba, entre ellos, Eugenia Martínez de Irujo, que acudió con su marido, Narcís Rebollo, y allí se encontró con su hermano más desconocido, Jacobo Fitz-James Stuart.
"Te adoro", publicó la duquesa de Montoro junto a esta imagen en la que aparece abrazada a su hermano mientras suena de fondo la canción Twist and Shout, de The Beatles.
Jacobo Fitz-James Stuart es el XXIV conde de Siruela y heredero del espíritu bohemio de su madre, la fallecida duquesa de Alba. Por su afición a la pintura y al arte decidió cursar la carrera de Filosofía y Letras. Sin embargo, Jacobo, un autodidacta e internacionalista nato, abandonó sus estudios universitarios para tomar contacto con otras culturas y grupos sociales. En 1981 recibió el Premio Nacional de Edición con el libro La muerte del Rey Arturo, que él mismo había traducido con Mathilde de Neve. Este reconocimiento le animó a crear la editorial Siruela, en la que estuvo trabajando hasta 2003.
En 2005 creó la editorial Atalanta junto a su segunda esposa, la periodista alemana Inka Martí, con quien se casó en 2004 en Roma. En 2012 publicó El Palacio de Liria, una obra de varios autores sobre la sede principal de la Casa de Alba. En este libro aporta un texto sobre la historia de su familia desde sus orígenes documentados en los albores del siglo XIV hasta la actualidad.
Antes de enamorarse de Inka, el conde de Siruela estuvo casado con María Eugenia Fernández de Castro, con quien tuvo a sus dos hijos: Jacobo, nacido el 23 de marzo de 1981 y casado el 14 de mayo de 2011 con Asela Pérez Becerril; y Brianda, nacida el 11 de abril de 1984.
A pesar de su diferencia de edad, Eugenia y Jacobo, de 56 y 74 años, siempre han estado muy unidos. De hecho, cuando falleció la duquesa de Alba, Jacobo se convirtió en el paño de lágrimas de Eugenia, tal y como se observa en esta imagen.