Han pasado casi tres semanas desde que Anabel Pantoja y David Rodríguez pudieron respirar aliviados por el alta de su hija Alma, que estuvo ingresada durante 18 días en el Hospital Universitario Materno Infantil de Gran Canaria. Aquellos días la vida se paró para la pareja y les golpeó con una experiencia muy dura que hizo que cobrara más sentido que nunca la palabra vivir. Pero lo cierto es que tras la buena noticia de tener de nuevo a su niña en casa, siguen sin lograr la tranquilidad que ansiaban. Al contrario. Viven una pesadilla porque están siendo investigados por un presunto delito de malos tratos a su bebé y además no deja de cuestionarse la solidez de su relación, de la que ¡HOLA! tiene nuevos detalles.
"A pesar de que se han cuestionado mucho los últimos movimientos de la pareja y se ha puesto en duda la buena marcha del matrimonio después de que él, antes de terminar la baja paternal, decidiera volar a la península para incorporarse al trabajo, la realidad es que no hay ningún problema en la pareja. Todos es mentira. Son decisiones que han decidido tomar internamente, entre ellos, de las que no quieren dar explicaciones a nadie. Pero de lo que no cabe duda es que no hay un problema de pareja", nos dicen desde su entorno.
El viaje de David a Córdoba responde a motivos profesionales y no tiene nada que ver con desavenencias de pareja ni con ninguna crisis, como apuntan algunos rumores. Ha cumplido casi la totalidad de su baja por paternidad y ha retomado sus compromisos como fisioterapeuta en Córdoba. El 9 de febrero dejó Canarias para trasladarse a la ciudad andaluza, donde trabaja en una clínica de lunes a miércoles. El 12 de febrero regresó a la isla. A partir de ahora, llevará el mismo ritmo que antes de ser padre: pasando parte de la semana entre sus compromisos profesionales en su ciudad natal y Gran Canaria, para estar al lado de Anabel y su hija.
La sobrina de Isabel Pantoja y su pareja están agobiados por la presión mediática, pero están seguros de que la investigación a la que están siendo sometidos concluirá y se demostrará que no hay nada. Son conscientes de que es un proceso largo, pero confían en que la pesadilla acabará y todo se aclarará. Anabel ya explicó que siempre han colaborado con la investigación y ante el juez contaron "la única verdad, porque con la verdad se va por delante, sin defendernos absolutamente de nada, porque lo único que hemos hecho ha sido amar, cuidar e intentar salvar y proteger todo lo que tenga que ver con Alma."
Solo la felicidad debería estar presente en esta etapa como padres primerizos, pero les ha tocado afrontar ciertos obstáculos que están convencidos que derribarán. Para lograrlo, Anabel y David cuentan con el apoyo incondicional de todo su entorno. Familiares y amigos se desplazaron a Canarias al conocer el ingreso de Alma y desde entonces no sueltan su mano. Están pendientes también a través de la distancia, con llamadas, mensajes... Personas cercanas nos explican que además de su principal red de apoyo, hay además personalidades importantes e incluso instituciones que le han mostrado de forma privada su apoyo. Hay completa unidad en torno a la pareja, cuyo deseo es seguir adelante con su vida, esperando a que todo se solucione.