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A todo chantajista le llega su condena. Intentaron comerciar con lo ajeno, buscando enriquecerse a costa del sufrimiento de una familia. Por ello, Yilmaz Tozturkan, un portero de discoteca, ha sido sentenciado a tres años de prisión tras ser hallado culpable de conspirar para extorsionar a los Schumacher con imágenes privadas del expiloto, cuyo estado de salud sigue siendo un enigma desde su grave accidente de esquí en los Alpes en 2013.
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Tozturkan, de 53 años, orquestó el plan en el que también participaron su hijo, Daniel Lins, experto en informática, y el exguardaespaldas de Schumacher, Markus Fritsche.
El tribunal del distrito de Wuppertal (Alemania) dictó tres años de cárcel para Tozturkan, mientras que Lins recibió una pena suspendida de seis meses y Fritsche fue condenado a dos años en libertad condicional. La familia Schumacher ha expresado su intención de apelar las sentencias, considerándolas demasiado indulgentes.
El caso se remonta a principios de 2024, cuando Fritsche aprovechó su posición como asesor de seguridad de la familia para acceder a información privada sobre el heptacampeón de Fórmula 1. Mediante el robo de discos duros de un ordenador, se obtuvieron más de 1.500 imágenes, vídeos y registros médicos confidenciales del expiloto. Posteriormente, Fritsche entregó este material a Tozturkan, quien contactó a la familia del piloto con la amenaza de divulgar los archivos en la red oscura, un sector anónimo de internet donde se trafica con información robada y documentos sensibles, si no recibía 15 millones de euros.
La extorsión fue denunciada por la familia, lo que llevó a una exhaustiva investigación de las autoridades alemanas. En junio de 2024, se arrestó a Tozturkan y a su hijo, incautándose múltiples dispositivos de almacenamiento que contenían la información robada. Tras las confesiones de los detenidos, Fritsche fue identificado y arrestado como el cabecilla de la operación.
Durante el juicio, Tozturkan admitió su culpabilidad y expresó su arrepentimiento. "Estoy muy arrepentido y avergonzado por lo que he hecho. Fue algo muy repugnante. Asumo toda la responsabilidad", declaró ante el tribunal. Su hijo, Daniel Lins, también confesó haber creado una cuenta de correo electrónico anónima para enviar el material extorsivo, aunque afirmó no haber conocido todos los detalles del plan desde el principio.
Uno de los mayores temores de la familia Schumacher es que un disco duro con material sensible aún no ha sido recuperado, lo que podría suponer un riesgo constante de nuevas extorsiones. "No sabemos dónde está el disco duro que falta... existe la posibilidad de otra amenaza por una vía oculta", declaró Thilo Damm, abogado de la familia.
Este no es el primer caso de extorsión que ha enfrentado la familia Schumacher. En 2017, un individuo fue condenado a 21 meses de prisión por amenazar con dañar a Mick Schumacher, hijo del expiloto, si no recibía dinero.
Desde su grave accidente de esquí en 2013, que lo dejó en estado crítico, la familia de Michael Schumacher ha mantenido un estricto hermetismo sobre su salud. Se sabe que requiere atención médica constante y que su esposa, Corinna Schumacher, ha sido su mayor pilar de apoyo.
Recientemente, surgieron especulaciones sobre su posible asistencia a la boda de su hija, Gina Schumacher, celebrada en Mallorca a finales del año pasado. Sin embargo, no se han divulgado imágenes que confirmen su presencia. Mientras tanto, la familia sigue resguardando su privacidad frente a los constantes intentos de obtener información sobre su estado.