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Tras demostrar su talento como Ömer en la aclamada Hermanos, Yiğit Koçak se ha convertido en una de las grandes promesas de la interpretación turca. Su paso por la exitosa ficción, le ha servido, además de para ganarse el cariño del público y la fama a nivel internacional, para que se le abran las puertas profesionales a otros muchos proyectos. El actor atraviesa un gran momento: en lo profesional, este 7 de febrero ha estrenado Bir Ömrün Sonbaharı (El otoño de una vida), su primera película. Mientras que en lo personal, disfruta de su noviazgo con Lizge Cömert, una relación acaban de confirmar tras meses meses de rumores, que comenzaba en el set de rodaje de la serie que les ha lanzado al éxito.
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Durante la promoción de su estreno en la gran pantalla, Yiğit ha decidido sincerarse y compartir su visión sobre temas tan personales como la fama, el amor y el comienzo de su relación con Lizge. En esta ocasión, el actor ha abierto una puerta a su vida privada, mostrando un lado más íntimo hasta ahora desconocido, ya que siempre ha sido muy reservado con todo lo relacionado con su parcela más personal.
El otoño de una vida es la adaptación de la novela homónima de Burcu Yılmaz. La película narra la historia de Zeynep, interpretada por Eylül Tumbar, famosa por la serie de Netflix ¿De quién huimos, mamá?, quien, luchando con traumas de la infancia y el miedo a perder, descubre el amor y la esperanza al conocer a Can, personaje al que da vida Koçak. Un romance inocente y puro que surge a primera vista.
Sin embargo, a pesar de que su personaje cae rendido ante la protagonista con tan solo verla, en la vida real, Yiğit no comparte esa idea. "No creo en el amor a primera vista. El amor va de la mano con la confianza; sin ganar ese sentimiento de seguridad, no puedo enamorarme", ha asegurado el actor en una entrevista con el periódico turco Hürriyet.
Ante estas declaraciones, seguro que a muchos de sus seguidores les ha picado la curiosidad por saber cómo comenzaba su relación con Lizge Cömert, quien pasaba de ser su pareja en la pantalla, con su personaje de Süsen en Hermanos, a su compañera en la vida real. Y, lejos de ser un romance que surgía de la noche a la mañana, ha sido un proceso que se ha ido cocinando a fuego lento. "Nos conocíamos desde hacía muchos años y finalmente nos enamoramos", palabras que refuerzan la creencia de Yiğit y sus bases para comenzar un noviazgo.
Para el actor, compartir profesión con su chica es algo que les ayuda a entenderse y los une. "Para mí, perseguir el mismo sueño tiene mucho sentido y me hace sentir más seguro porque significa que si yo subo, te ayudaré a subir también, y si tú subes, me ayudarás a subir también", ha explicado.
Desde hace tiempo llevaban sonando con fuerza los rumores sobre una posible relación entre Yiğit y Lizge, quienes, después de muchos meses negándolo y otros tantos dejando pistas sobre que estaban juntos, reconocían su historia de amor de manera velada con las publicaciones que hicieron ambos en los cumpleaños el uno al otro en octubre. Desde ese momento, ya no se han ocultado. El hecho de que tu pareja haga su debut cinematográfico es un evento lo suficientemente importante para que los dos actores hayan hecho su primer posado oficial ante los medios.
Lizge acompañaba por primera vez a su chico al estreno, reconociendo tener más nervios que el propio protagonista. "Ahora mismo creo que estoy más emocionada que él. ¡Me hace tanta ilusión verlo en la pantalla grande! Ha sido un gran esfuerzo", comentaba la actriz, de 24 años, ante los reporteros turcos, expresando con entusiasmo lo feliz que se siente por ver a Yiğit en el cine.
Las alarmas sobre su posible noviazgo se disparaban cuando este julio, mientras el joven grababa la película en Çeşme, eran sorprendidos cenando y comiendo juntos en Alaçatı, una localidad costera cercana. En ese momento, el protagonista de Condena de amor echaba balones fuera, diciendo que se reunía con sus amigos siempre que tenía ocasión. Pero ahora, como pareja oficial, Lizge ha reconocido entre risas que la mejor manera que tenía de apoyar a su chico durante el rodaje era "estar de vacaciones".
En Bir Ömrün Sonbaharı los protagonistas se hacen preguntas sobre el amor verdadero y la vida. En la realidad, después de comenzar a actuar Yiğit se cuestiona cosas como: "¿Cómo puedo ser una mejor persona? y ¿para qué sirvo? Quizás lo esté mirando desde un punto de vista filosófico, como: ¿Cuál es mi propósito en la vida?", ha confesado a Hürriyet.
La ficción también aborda los traumas, tema sobre el que el joven actor ha desvelado que, debido a uno vivido en su infancia, tiene un tic que le hace balancearse cuando está nervioso. "Mi madre dice que empecé cuando tenía 4 años, pero mi primer recuerdo de eso fue en primer grado de primaria. Probablemente, como estaba muy estresado por estar solo, traté de relajarme de esa manera, y luego se quedó", ha explicado Yiğit sobre este hábito, añadiendo que, a día de hoy, le sigue acompañando cuando está inquieto. "Sí, continúa. También en los sets, cuando se trata de grabar, ocurre", ha afirmado.
Ser un personaje popular no te exime de sentir los mismos temores que cualquier persona anónima, dejando a un lado la parte profesional para centrarse en la más personal. "En cuanto a la carrera, la fama se puede recuperar de alguna manera, pero como alguien que ha perdido a un miembro de mi familia, puedo decir esto: cuando alguien se va, por mucho que les ofrezcas el mundo, no regresan. Tengo miedo de perderlos", ha revelado, mostrando su mayor vulnerabilidad y sus prioridades.
Se ha hecho un nombre en el mundo de la actuación, pero Yiğit sigue teniendo los pies en el suelo y las cosas claras. "La popularidad y el talento se confunden, eso me preocupa mucho. Existe la percepción de que algo que es popular es muy bueno y bello, pero no creo que exista tal cosa. Son cosas independientes. Creo que el trabajo duro y el talento siempre deberían ser más valiosos".
De hecho, no quiere que se piense que todo es glamour y fama. A los jóvenes que quieren estar en su lugar, les asegura que no todo son luces: "No es lo que parece, hay que trabajar duro..". Y para no perder el norte, a él mismo le sale decirse: '"No te dejes malcriar. Sigues siendo aquel niño que tomaba té en el barrio de Samsun. No importa cuánta fama y dinero ganes, esa sigue siendo tu esencia'".
Después de su participación en la serie Hermanos, la fama de Yiğit se disparaba, convirtiéndose en uno de los rostros más populares de Turquía. Sin embargo, ha tenido la suerte de vivir esta experiencia desde la cara más amable. A raíz de su papel en la serie, las personas que interactuaban con él lo percibían como alguien cercano, casi como parte de sus familias, lo que le hace sentir muy cómodo. "Puedo sentarme a tomar té con ellos, me llamaban 'hijo' o 'hermano'. Ha sido una experiencia muy dulce para mí", ha señalado el actor haciendo alusión al trato tan especial que recibe de sus fans.
Pese a la cálida acogida de la fama, Yiğit tiene claro que el éxito en el mundo de la actuación no depende solo del talento, la suerte o del físico, sino que para llegar a lo más alto, deben combinarse muchos factores complementarios ."Solo uno de ellos no funcionará, incluso si tienes mucha suerte. Si no tienes talento, en algún momento todo se desmorona. La suerte también tiene que ayudarte, pero tú también tienes que trabajar duro. Todos los parámetros deben coincidir para que puedas llegar a algún lado'", ha finalizado con convicción.