Nunca serán suficientes los homenajes para agradecer a Rafa Nadal todo lo que ha dado al deporte español. Llegó al tenis siendo solo un niño y ha dejado la competición convertido en leyenda. Una transformación que no ha sido solo fruto de su talento, ese que a veces nos ha hecho pensar que no era de este planeta. Ha tenido un papel fundamental su disciplina, su savoir faire, la red de apoyo personal que le ha rodeado y su profundo respeto a los rivales y a los valores que siempre deberían acompañar a la competición. Es por eso que, tres meses después de decir adiós a las pistas, el Comité Olímpico Español (COE) le ha dedicado un acto en el que ha repasado su carrera y en el que ha dado las claves de la nueva era que ha comenzado para él.
La emoción ha estado muy presente en el auditorio Alfredo Goyeneche, ubicado dentro de la sede del COE en Madrid. Todos los asistentes se han puesto en pie y han dedicado una larguísima ovación para recibir a Rafa Nadal, que se ha dirigido al escenario con una enorme sonrisa. La misma que ha mantenido mientras participaba en un coloquio con el campeón olímpico de escalada Alberto Ginés; la plata olímpica de taekwondo Adriana Cerezo; la campeona del mundo y plata olímpica de waterpolo Jennifer Pareja; el cinco veces medallista en piragua David Cal; la medallista de judo Isabel Fernández; y el piragüista Marcus Cooper, abanderado en los últimos JJOO de París.
Todos ellos han hablado de la inspiración que ha supuesto para ellos la figura del tenista manacorí, quien no ha tardado en responderles. Nadal está acostumbrado a recibir halagos y muestras de apoyo a lo largo y ancho del mapa, pero sigue agradeciendo y valorando esos gestos que le hacen sentir "una gran satisfacción". La misma que le invade al poder estar "retirado en paz", con la certeza de haber hecho todo lo que estaba en su mano. Su deseo era despedirse de las pistas tranquilo, y al hacer balance de todo lo vivido lo define como "un viaje muy bonito".
Nadal ha destacado que las complicaciones a las que ha tenido que hacer frente le han permitido "disfrutar especialmente de los momentos bonitos". Además, ha comentado que el éxito no se mide en victorias o derrotas ni tampoco en copas levantadas, sino que es "acercarte lo máximo posible a tu máximo, tener la satisfacción personal de haberte esforzado para intentar conseguir tus objetivos. En el acto ha recibido una foto suya tamaño XL con el lema Marcar una era y firmada por muchos deportistas y también un trofeo que tenía grabada la frase El corazón de España.
Así es ahora su día a día
En este evento ofrecido por el presidente del COE, Alejandro Blanco, Nadal ha contado cómo ha sido su vida en estos casi tres meses que han pasado desde su último partido, que se desarrolló en el marco de la Copa Davis. El deportista está volcado en su familia, que siempre ha sido su máximo apoyo. Se centra en disfrutar con su mujer, Mery Perelló, y con su pequeño Rafael de actividades cotidianas que antes no podía hacer por sus compromisos.
Desde noviembre no ha vuelto "a coger una raqueta" porque necesita un tiempo de desconexión. Además, tuvo serias molestas en el pie a causa de la lesión que arrastra desde la adolescencia, pero no tiene duda de que volverá a ponerse frente a la red. Ha contado con humor que lo que sí ha hecho es jugar al fútbol después de 15 años en los que ha disfrutado enormemente de los partidos como espectador: "Soy malísimo".
Afincado en su Mallorca natal, donde siempre ha encontrado la calma y la normalidad con la que tan cómodo se siente, lo cierto es que Nadal no ha parado de hacer cosas. "En la vida es muy importante tener objetivos, si no sí que te puedes aburrir. No me gusta levantarme y tirarme en el sofá. Es una época de organizar esta nueva etapa y en eso estamos. Hay que organizarla bien y encontrar las motivaciones. Hay cosas que me vienen de fábrica. Compromisos. Es el tiempo de ver qué es lo que quiero ser", ha relatado. Al pensar en el futuro, hay un punto que tiene muy claro: seguirá ligado al deporte porque además de profesional del sector es aficionado.