El pasado 7 de febrero, Massiel, de 77 años, una de las artistas más icónicas de España, reveló en el programa ¡De Viernes!, que padece cáncer de pulmón. En un testimonio sobrecogedor, la ganadora de Eurovisión en 1968 confesó: "Estoy viva de milagro. Pero viva. Me han pasado muchas cosas, y el sobrevivir ha sido una batalla jod***". Una noticia que caiga como un jarro de agua fría entre sus seguidores y al mundo del espectáculo.
Según contó la propia Massiel los primeros síntomas la hicieron sospechar que algo no estaba bien. "Empiezo a sentirme muy mal y entonces digo 'estoy muy mal'. Empiezan a hacerme investigaciones y, efectivamente, descubrieron un cáncer de pulmón". La cantante tuvo que someterse a una intervención quirúrgica en la que se le extrajo parte de un pulmón. Después de la operación, llegó la quimioterapia, un proceso que describió como "un calvario".
Fuentes cercanas a la artista han señalado a El Español que han sido meses "terribles" para ella. A pesar del duro golpe, Massiel mantiene una actitud optimista, enfrentando la enfermedad con la determinación que la ha caracterizado a lo largo de su vida. Aunque su rutina se ha visto afectada, sigue saliendo a pasear con su perro y disfrutando de encuentros con amigos. Según ha confirmado Europa Press, su estado de ánimo es razonablemente bueno, aunque experimenta algunas dificultades respiratorias.
Uno de sus pilares fundamentales en este difícil momento es su único hijo, Aitor Carlos Zayas. Fruto de su relación con el periodista y diputado del PSOE Carlos Zayas, Aitor Carlos ha mantenido siempre un perfil muy bajo, alejado de los medios de comunicación. De acuerdo con El Español, es un hombre trabajador y exitoso que nunca ha necesitado el renombre de sus padres para labrarse su propia carrera. Junto a sus dos hijos, los nietos de Massiel, se han convertido en la mejor medicina de la cantante.
El impacto de la enfermedad ha sido aún más devastador debido a la reciente pérdida de su hermano, Emilio Santamaría, quien falleció en junio de 2024 a los 71 años tras una enfermedad grave. Emilio no solo era su hermano, sino también su apoyo incondicional y quien gestionó su carrera durante años. Esta pérdida dejó a Massiel sumida en una profunda tristeza, agravada ahora por su propio diagnóstico.
La artista, que desde hace tiempo padece una afección degenerativa en los ojos, ha enfrentado varios desafíos de salud a lo largo de los años. Sin embargo, su carácter fuerte y su espíritu combativo han sido su seña de identidad. En diversas entrevistas, ha manifestado su preocupación por la pérdida de libertad y autonomía que implicaría una ceguera total. "Soy la tuerta más famosa de España después de la Princesa de Éboli", bromeó en su momento, mostrando su característico sentido del humor.
Massiel, cuyo nombre real es María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa, ha sido y es un icono de la música española desde su triunfo en Eurovisión con La, la, la en 1968. Su vida sentimental también ha sido objeto de interés, especialmente su matrimonio con el doctor Luis Recatero y su posterior relación con Carlos Zayas. Su historia con Zayas fue intensa, aunque marcada por la infidelidad del político. Nunca llegaron a casarse, pero lo mejor de su relación fue su hijo Aitor Carlos.
Su relación con Recatero fue breve y terminó en un complicado proceso de nulidad, ya que en la España de aquella época no existía el divorcio. Massiel decidió tener a su hijo en Londres para evitar problemas legales con su anterior matrimonio. Esta decisión le valió a Aitor el apodo de "el niño de las elecciones", ya que Massiel regresó a España justo a tiempo para participar en los comicios de 1977.
Massiel sigue luchando con determinación contra el cáncer, apoyada por su hijo y sus nietos. Aunque la enfermedad ha puesto a prueba su fortaleza, quienes la conocen aseguran que su espíritu combativo sigue intacto.