Gracias a títulos como Yellowstone el western vuelve a estar de moda, y el éxito de Érase una vez el Oeste, una de las series más vistas de Nexflix desde su estreno el pasado 9 de enero, lo confirma. Las historias sobre indios y vaqueros se han contado muchas veces y de muchas maneras pero, cuando la trama traspasa la leyenda y se inspira en hechos reales, llama más la atención de los espectadores. Esto es lo que sucede con esta producción del gigante de streaming que, aunque lo que relata es ficción, está inspirada en una historia real sobre uno de los episodios más cruentos de la historia de los Estados Unidos.
Ambientada en el Viejo Oeste, esta miniserie de seis episodios narra un conflicto real: la Guerra de Utah en 1857. La ficción captura no solo la violencia por controlar el territorio, a través de las confrontaciones entre comunidades, culturas y religiones, sino que también ofrece una visión desgarradora de lo que suponía cruzar la frontera americana y adentrarse en un territorio inhóspito y violento.
American Primeval es su título original, algo que podría traducirse como La América primitiva, y que describe muy bien lo que vamos a ver. La trama sigue a un pequeño grupo de supervivientes que atraviesan la frontera estadounidense a través de un paisaje salvaje y peligroso. Sara Rowell y su hijo Devin, interpretados por Betty Gilpin y Preston Mota, intentan reunirse con el cabeza de familia que se encuentra al otro lado de las montañas en busca de un futuro incierto, pero con el sueño de comenzar de cero. Para logar su objetivo deben apoyarse en un desconocido que encuentran en el camino, Isaac (Taylor Kitsch), un guía reticente que hará todo lo posible para mantenerlos con vida, tarea que no resultará sencilla.
A medida que avanzan, pronto se dan cuenta de que su mayor desafío no será solo el terreno inhóspito, sino el violento conflicto que se desatará en su camino, enfrentándolos a un brutal escenario de guerra que pondrá a prueba sus fuerzas y su voluntad de sobrevivir.
Uno de los momentos más estremecedores de la serie se inspira en un hecho real que marcó la historia de Estados Unidos: la Masacre de Mountain Meadow. Este suceso servía como germen de la serie a Pete Berg, director de Érase una vez el Oeste, ya que, después de leer un artículo sobre este tema, sintió que era" algo que me interesaba y comencé a investigar mucho al respecto", ha confesado en una entrevista a TUDUM.
La trágica historia real detrás de la Masacre de Mountain Meadow
La Masacre de Mountain Meadow, ocurrida en 1857, fue uno de los episodios más oscuros de la historia del Oeste estadounidense. Un grupo de más de 120 emigrantes, parte de la caravana Baker-Fancher que viajaba desde Arkansas hacia California en busca de una nueva vida, fue asediado durante cinco largos días por la milicia mormona de Iron County, quienes, queriendo dar la impresión de hostilidades tribales, persuadieron a la tribu de los paiutes del sur para que se unieran a un grupo más grande de milicianos disfrazados de nativos americanos.
La situación se agravó cuando, tras varios días de hostigamiento, los atacantes se acercaron con una bandera blanca, símbolo de paz, para hacer creer a los emigrantes que venían a ofrecerles ayuda y permitirles continuar su camino. Sin embargo, se trataba solo de una trampa, un engaño para atraer a los migrantes fuera de sus posiciones de defensa y hacerlos vulnerables.
En una traición mortal, se acordó asesinar a todos los miembros de la caravana, excepto a 17 niños menores de siete años, para que nadie pudiera contar lo que allí había sucedido. Más de 120 personas perdieron la vida, convirtiéndose este hecho en uno de los más brutales de la historia de Estados Unidos, no solo por la masacre en sí, sino también por las tensiones religiosas y políticas que la rodeaban.
El ataque ocurrió en el contexto de la Guerra de Utah, un conflicto que enfrentó a los mormones, el gobierno de Estados Unidos y varias tribus nativas por el control del territorio. Aunque no se libraron grandes batallas, los ataques a civiles, como el de Mountain Meadow, marcaron este periodo oscuro. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona) no reconoció su responsabilidad en el hecho hasta 2007, cuando, en el 150 aniversario de la masacre, expresó su pesar por las víctimas.
Personajes históricos y lugares reales
Aunque los protagonistas de Érase una vez el Oeste son ficticios, muchos de los personajes secundarios y los lugares que recorren están basados en figuras históricas reales. El Fuerte Bridger, por ejemplo, era un puesto comercial clave para los emigrantes que viajaban hacia el Oeste. Personajes como el gobernador mormón Brigham Young o el explorador y comerciante Jim Bridger tienen un papel fundamental en la trama, y también en la vida real, ya que fueron figuras clave en los eventos de la época.
Si el nombre de Jim Bridger te resulta familiar, es porque ya apareció en otro famoso western: El Renacido (2015), película dirigida por Alejandro González Iñárritu y protagonizada por Leonardo DiCaprio, donde aparecía siendo un niño al que dio vida Will Poulter. Sin embargo, esta serie profundiza más en la figura real de Bridger, quien jugó un papel esencial en la expansión hacia el Oeste. El guionista Mark L. Smith, que también estuvo detrás de la oscarizada cinta, hizo una exhaustiva investigación sobre todas estas figuras históricas para asegurar que la narrativa fuera fiel y auténtica.
Uno de los personajes que más destaca en la serie es Abish ( Saura Lightfoot Leon ), cuya historia también se inspira en hechos reales. Su papel refleja los secuestros de mujeres mormonas por tribus nativas americanas durante esa época. Los creadores explican que querían "explorar la idea de una joven mujer mormona que es lanzada a una vida y un matrimonio que no había pedido y, por circunstancias del destino, acaba en un mundo muy diferente que no llega a asimilar". A través de su personaje, la serie aborda temas como la identidad, el destino y la brutalidad de la vida en ese periodo.
El reto de recrear este cruento suceso en la pantalla
En Érase una vez el Oeste, uno de los momentos más desgarradores de la historia del Oeste estadounidense cobra vida con una intensidad brutal. En esta serie, los creadores se centran en las tensiones de la época, mostrando cómo la masacre de Mountain Meadow se convierte en un conflicto central para los personajes, mientras luchan por sobrevivir en medio del caos. Según Eric Newman, productor ejecutivo, la tragedia se eligió por su potencial narrativo, ya que refleja un punto de encuentro entre diversas culturas y el gobierno estadounidense.
Para el director Pete Berg, recrear este ataque fue un reto tanto técnico como emocional. Asegura que, aunque la violencia de la escena era inevitable, el objetivo fue centrarse en cómo estos eventos impactan profundamente en los personajes, como Sara y su hijo Devin, quienes buscan escapar del conflicto en medio de la guerra. La planificación para esta secuencia requirió meses de preparación, destacando la complejidad de que fuera grabada en tiempo real para captar la ferocidad de un momento histórico de gran impacto.