El sol comienza a ponerse en la localidad inglesa de Bournemouth, en el condado de Dorset y lugar de residencia de unos abrigadísimos Kepa Arrizabalaga y Andrea Martínez, que posan felices junto a sus hijas, Gala y Mía, de poco más de un mes de edad. Las mellizas llegaron al mundo el 31 de diciembre a modo de regalo adelantado de Reyes Magos, y desde su nacimiento no habíamos podido ver una imagen de la familia al completo. Y sí, rebosan felicidad por los cuatro costados. Una felicidad que comenzó, o al menos hicieron pública, hace ahora tres años.
Una historia de amor a caballo entre dos países que dura ya tres años
Cuando supimos de la historia de amor entre Kepa y Andrea arrancaba el año 2022. Entonces, el portero jugaba en el Chelsea, donde, tras algunas temporadas de incertidumbre, por fin se consolidó como titular. Pero un año más tarde el Real Madrid llamó a su puerta: el portero del conjunto madrileño, Thibaut Courtois, sufrió una grave lesión que obligó a buscar un sustituto. Fue cedido por el equipo inglés y allí estuvo desde agosto de 2023 a agosto de 2024. Llegó al Real Madrid recién casado con Andrea (contrajeron matrimonio en junio de 2023, en Marbella) y se marchó de vuelta a Inglaterra con su mujer embarazada.
De hecho, solo un mes después de salir de España rumbo al Reino Unido hicieron pública la buena nueva. Andrea estaba ya embarazada de alrededor de seis meses, y ambos posaron en unas preciosas fotos en blanco y negro sujetando sendos pares de zapatitos deportivos de bebé. Durante el embarazo hemos podido ver varias imágenes de Andrea mostrando feliz su barriguita. Hoy, aquellos posados de embarazada han pasado a la historia y Mía y Gala están por fin en brazos de sus orgullosos papás.
Andrea Martínez, una WAG ex Miss Universo España que habla varios idiomas
Probablemente no hay muchas parejas con tanta afinidad, a priori, como Kepa y Andrea. La modelo, ex Miss Universo España y empresaria es una gran deportista, a la que hemos visto entrenar junto a su marido incluso en el embarazo. Además, durante su infancia y adolescencia brilló como jugadora de baloncesto: llegó a estar en las filas de la selección femenina castellanoleonesa (Andrea nació en León), y fue preseleccionada para el campeonato europeo sub-15.
Pero no solo obtuvo el grado en Administración y dirección de empresas, además de un máster online de Executive Project Management. Andrea habla con fluidez italiano e inglés, idioma este último en el que se desenvuelve habitualmente desde que reside en Bournemouth.
Su larga trayectoria dentro del mundo de la moda la hizo desfilar para Rosa Clará, la firma nupcial que diseñó su vestido de boda. Sus, deberíamos decir para ser más exactos, ya que utilizó uno para la ceremonia y otro para la celebración posterior. El primero era un diseño palabra de honor con cuerpo de bordados y encaje, mangas sueltas de encaje, falda ajustada y cola, y un moño con mechones sueltos. El segundo, un diseño cut out con pedrería, ajustado y sin cola, que lució con la melena suelta y ondulada.
"El día más feliz de nuestras vidas", decía Andrea en su perfil de Instagram. Seguro que ahora mismo la felicidad de ese día tiene que competir seriamente con el del nacimiento de sus dos pequeñas.
Una felicidad multiplicada por dos
Porque un año después de su boda, en la que contaron con la actuación de Nicky Jam, volvían a disfrutar de otro maravilloso momento. "Queremos compartir con vosotros la noticia más bonita de nuestras vidas. Nuestro amor crece y mucho", escribían en sus perfiles sociales cuando anunciaron no solo que iban a ser padres, sino que iban a serlo por partida doble.
De hecho, la propia Andrea sabía que esa posibilidad existía, ya que había antecedentes en su familia. Pero no evitó que, al ir a la primera revisión en la que les confirmaron la doble gestación, Kepa se sorprendiera tanto que le dijo al médico: ¿Cómo que son dos? ¿No lo habrás visto dos veces?". Un momento, sin duda, impactante, en el que tras la sorpresa inicial llegó la emoción de un embarazo que, a pesar de alguna pequeña molestia típica de las gestantes (y más cuando se esperan dos bebés), ha ido como la seda. Poco a poco, Gala y Mía van modificando la vida del feliz matrimonio, como lo hacen siempre los hijos cuando llegan. La sonrisa en los rostros de Andrea y Kepa, abrazados junto a la costa de Bournemouth al atardecer, da fe de que están encantados con la idea.