Ha tenido lugar en Lisboa, el funeral del Aga Khan IV, Karim al-Husayni, líder espiritual de los musulmanes ismaelitas, conocido como el 49.º imán del ismailismo, que falleció a principios de esta semana. El evento, que ha sido de carácter privado, contó con importantes personalidades de índole internacional, incluyendo al rey Juan Carlos I, amigo personal del fallecido desde hace décadas. Don Juan Carlos, al que se le vio visiblemente emocionado en la despedida de su amigo, viajó desde Abu Dabi, donde reside en la actualidad, para acompañar a la familia del líder espiritual ismaelita.
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El Aga Khan IV falleció el pasado 4 de febrero a los 88 años en la capital lusa, donde residía y tenía la sede de su fundación, la Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN). La ceremonia ha tenido lugar en el Centro Ismaelita de Lisboa y se centró en oraciones religiosas y la lectura de extractos del libro del Corán. Hasta allí han acudido los familiares y seres queridos del fallecido, además de líderes de la comunidad global de este credo, así como representantes del gobierno portugués, como su presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, y otros dignatarios internacionales, como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Tras la ceremonia, los restos del Aga Khan IV serán trasladados a Asuán, Egipto, para su posterior entierro.
La noticia de su muerte fue publicada por la Aga Khan Development Network (AKDN) a través de un comunicado oficial en el que aseguran que el príncipe Karim Al-Hussaini, Aga Khan IV, "falleció pacíficamente y rodeado de su familia". Karim Al-Hussaini nació en Suiza el 13 de diciembre de 1936, y fue el hijo mayor del príncipe Aly Khan y su primera esposa, Joan Yarde-Buller, hija del tercer barón Churston. Su ascenso fue inesperado, ya que el título de Aga Khan pasó directamente a él, en lugar de a su padre. Con su muerte deja una fortuna de más de 11.000 millones, aunque siempre se ha dicho que su riqueza estaba muy diversificada, extendida por el mundo y era difícil de calcular.
Su testigo lo recogerá su hijo mayor, el príncipe Rahim Al-Hussaini, tal y como lo dispuso su padre en su testamento antes de morir. Este ya ha nombrado Aga Khan V y es el 50º Imán hereditario (líder espiritual) de los musulmanes chiítas ismailitas. Con él comienza una nueva era para una de las dinastías más ricas y enigmáticas del mundo.
Su amistad con el rey Juan Carlos
El rey Juan Carlos I era amigo personal del Aga Khan desde los años cuarenta. Su estrecha relación se remonta a los tiempos de su juventud, cuando ambos estudiaban en el internado de los padres marianistas de Friburgo (Suiza). Enseguida se hicieron amigos, porque ambos tenían muchas cosas en común: desde una edad similar hasta su ascendencia real, una infancia lejos de sus respectivas familias y un fuerte sentido del deber desde muy temprana edad. Con el paso de los años, los dos llegaron a cumplir las misiones para las que fueron preparados desde su infancia. Con tan solo 20 años, Karim pudo suceder a su abuelo y fue proclamado Aga Khan VI en 1957, mientras que, unos años después, don Juan Carlos, fue nombrado príncipe de España y sucesor a título de rey.
Por ello, siempre que sus respectivas agendas se lo permitían, el Aga Khan y el rey Juan Carlos trataban de verse y así cuidar su duradera amistad de tantos años. Don Juan Carlos y doña Sofía asistieron a la boda de la hija de Aga Khan, la princesa Zahra, en el castillo de Chantilly, en 1997, y el Aga Khan estuvo presente en las bodas de las infantas Elena y Cristina, y también en la de los reyes don Felipe y doña Letizia. Hay que recordar que el príncipe Aga Khan, le ofreció a la infanta Cristina un trabajo a tiempo parcial en la Aga Khan Development Network — un conglomerado de fundaciones creado por el príncipe que cuenta con más de 80.000 empleados en 30 países— , cuando esta se mudó a Suiza junto a sus hijos. De hecho, la princesa Zahra, es "amiga de toda la vida de la infanta Cristina", como reconoció en una entrevista concedida a ¡HOLA! en 2014.