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Pedro Trapote y Begoña Garcia Trapote sorprendieron ayer jueves 6 en su llegada a la plaza de toros de Las Ventas, donde se presentó el cartel de la Feria de San Isidro que este año protagoniza Victoria Federica y donde también tuvo lugar lo entrega de premios por parte de Plaza1. El conocido hostelero apareció con el brazo izquierdo escayolado, mientras que su mujer posó minutos después con Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, quien se encargó de dar uno de los galardones de la noche.
Ya una vez reunidos en el interior del coso, Pedro y Begoña hablaron con ¡HOLA! y nos explicaron el gran susto del que todavía siguen reponiéndose. Se trata de un aparatoso accidente de tráfico en el que se vieron envueltos, mientras disfrutaban de unas vacaciones en Estados Unidos. "Gracias a Dios, estamos vivos y lo podemos contar", nos confiesa la mujer del empresario.
—¿Qué ha pasado?
—PEDRO: Tuvimos un accidente de coche en Miami. Begoña tiene una fisura y yo lo que ves... Gracias a Dios, no le ha pasado nada más. Felizmente, estamos vivos, que es de lo que se trata.
—¿Cómo se produjo el accidente?
—P: El contrario que se saltó un semáforo en rojo. Estaba con Begoña en el coche.
—BEGOÑA: Sí, fue el 6 de enero. Acabábamos de salir de casa y un cubano recién llegado se saltó el semáforo en Brickell –centro financiero de Miami–. Pero fue un accidente fuerte... Casi mortal. Gracias a Dios, estamos vivos y lo podemos contar.
© FERNANDO JUNCO TELLADO—Menudo regalo de Reyes... ¿Qué se ha roto, Pedro?
—P: Tengo doble fractura, en el radio y tal. Pero estoy bien.
—¿Le han operado o no ha hecho falta?
—P: Hasta la semana que viene, no sé si hay operación. Estoy en el límite.
© FERNANDO JUNCO TELLADO—¿Y usted, Begoña?
—B: Lo mio fue en las costillas. Tengo una fisura en una y duele... Pero, gracias a Dios, ya estoy mucho mejor.
—Después de un mes, ¿todavía continúa dolor?
—B: Ya mucho menos, mucho menos. Pero es que el dolor... Como Pedro tenía la mano rota, tampoco le he querido decir yo nada. Aparte, tenía magulladuras por todo el cuerpo. ¡Saltaron los seis airbags!
—Menudo susto...
—P: Susto no, más. Yo creí que era el final.
—B: Gracias a Dios, estamos bien.
