Angelina Jolie acudió anoche al Festival de Santa Bárbara para recibir el premio Maltin Modern Master, el máximo galardón del certamen, y derrochó elegancia con un vestido satinado en color champán a juego con su chaqueta. La protagonista de María se sinceró cómo su difunta madre, Marcheline Bertrand, la alentó a convertirse en actriz y cómo su muerte hizo que continuar su carrera fuera aún más difícil. La actriz, de 49 años, no pudo evitarse acordarse de ella, de su mentora, al subir al escenario para recibir el galardón. Marcheline falleció el 27 de enero de 2007 con apenas 56 años, y no hay día que no se acuerde de ella. Angie lloró en el escenario recordando el amor de su madre por ella cuando se cumplen 18 años de su fallecimiento: "No soy absolutamente nada sin su amor".
El premio, que lleva el nombre del crítico de cine Leonard Maltin, lo reciben aquellos actores que "han enriquecido nuestra cultura a través de logros en la industria cinematográfica", y en concreto ella se lo llevó por sus "audaces decisiones, tanto como actriz como directora. Ella establece metas altas en ambas disciplinas y siempre cumple", señaló el renombrado crítico de cine y moderador del SBIFF. La actriz se une a una lista de laureados que incluye a figuras destacadas como Jamie Lee Curtis, Nicole Kidman, Javier Bardem, Robert Downey Jr., Cate Blanchett, George Clooney, Christopher Nolan, entre otros.
Este galardón llega en medio de elogios por la interpretación de Jolie como la diva de ópera María Callas en la película biográfica dirigida por Pablo Larraín, María. A pesar de que los críticos calificaron la actuación como "la mejor de su carrera", Jolie no logró ninguna nominación al Oscar este año. Un detalle que no parece importarle en absoluto a la actriz y madre de seis hijos. Angelina ya sabe lo que es ganar la estatuilla dorada -hace 25 años lo logró con Inocencia interrumpida-, obtuvo una nominación a mejor actriz en los Globos de Oro, pero finalmente ganó el premio la actriz brasileña Fernanda Torres por I'm Still Here.
Angelina derrochó elegancia a su paso por la alfombra roja con un vestido en color champán, que dejaba al descubierto su espalda y sus numerosos tatuajes, unos zapatos de salón negros y anillos en sus dedos como accesorios. La actriz presumió de sonrisa en un momento muy desafiante para ella después de haber logrado poner fin a su divorcio con Brad Pitt después de ocho años. La embajadora de la ONU ha tenido una larga y célebre carrera en la industria, por ello no dudó en señalar que sería muy feliz si solo dedicase a ser mamá. “Creo que he construido una vida muy completa y separada de ser artista… Entonces, si todo eso desapareciera mañana y yo fuera solo una madre y trabajara en el campo, sería muy feliz”, destacó.