El príncipe Karim Al-Hussaini, Aga Khan IV falleció el pasado martes 4 de febrero a los 88 años. Conocido por su inmensa fortuna, sus acciones filantrópicas y por ser una de las personas más ricas del mundo. Tenía una gran pasión: las carreras de caballos.
Una afición heredada
Heredó esta afición de su abuelo, quien triunfó en el mundo de las carreras desde 1921 con caballos como ‘Mahmoud’ o ‘Tulyar’; una labor que posteriormente continuó su padre cuyo caballo más conocido fue ‘Petite Etoile’. Tras la muerte de su progenitor en 1960 Karim Al-Hussaini siguió con la tradición familiar.
Gracias a su visión, dedicación y una más que acertada dirección, se convirtió en uno de los mejores criadores de pura sangre inglés de Europa. Llevando por bandera los colores verde esmeralda y rojo sus caballos han triunfado en todos los hipódromos de Europa en los que han participado.
Un caballo secuestrado
España también fue testigo de su victoria. En 1992 en el Hipódromo de la Zarzuela, su caballo ‘Dariyoun’ para la Cuadra Alborada se hizo con el Gran Premio de Madrid, el galardón más importante de nuestro país.
Otro de los caballos más especiales a lo largo de su trayectoria fue el purasangre ‘Shergar’. Tras haber regalado a su criador y propietario grandes alegrías en los hipódromos, el animal fue secuestrado a punta de pistola en 1983. El mozo que le cuidaba recibió una palabra clave que supuestamente luego debería ser utilizada en la posterior negociación, pero nunca se encontró rastro de él ni se pagó ningún rescate. Llevaba un año retirado y su valor como semental era muy elevado, existen distintas teorías sobre los autores de este secuestro.
Excelentemente cuidados
El buen ‘Daylami’ otro de los caballos campeones del Aga Khan tuvo que ser sacrificado dos semanas antes de cumplir los 29 años para evitarle mayores sufrimientos por las dolencias que sufría propias de su edad. Una edad récord en un caballo purasangre inglés, que denota los buenos cuidados que reciben los caballos propiedad del Aga Khan durante su carrera deportiva (que es muy corta), y durante sus años de jubilación. Había estado clasificado como mejor caballo del mundo en 1999. Su vida se conmemoró con un memorial en su honor.
El Aga Khan Conocía a cada caballo que criaba con exactitud, sus fortalezas y sus carencias. En 2022 celebró ilusionado los 100 años de su cuadra Aga Khan Studs con ilusión y haciendo balance de los éxitos logrados. `Me apasiona esta actividad. Es una partida de ajedrez con la naturaleza, ahí es donde yo veo su interés´ declaraba en la página web de su cuadra. Allí donde permanecen los árboles genealógicos de los inolvidables ‘Zarana’, ‘Sinndar’,’Dalakkani’ que tantas veces le regalaron una indiscutible victoria.
Supo contagiar de su amor por los animales a su hija la princesa Zahra Aga Khan, quien ya es por su cuenta propietaria y criadora. Y aunque sus caballos de verde y marrón lo lógico es que sea la sucesora del legado ecuestre del Aga Khan. Un hombre que `ha dejado una huella imborrable en la comunidad ecuestre, a la que seguirá inspirando´.