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Siete maratones en siete días y en siete continentes. Parece el título de una película, pero es un desafío global al que se ha sumado Verdeliss y en el que está a un paso de hacer historia. Ha corrido en Madrid, Dubái, Perth, Ciudad del Cabo y Fortaleza, seis puntos en los que se ha proclamado vencedora. Le queda solo una carrera en Miami y si gana se convertiría en la primera mujer campeona absoluta en el World Marathon Challenge. Pero independientemente del resultado, lo que ha logrado ya es histórico, una hazaña tras la cual se esconde mucho esfuerzo y un motor solidario. Y es que se sumó a este reto con el objetivo de recaudar fondos para la investigación de una enfermedad rara llamada Síndrome de Menke-Hennekam. A la influencer no solo le mueven las ganas de aportar su granito de arena, sino también el apoyo incondicional que le da su numerosa familia, de la que te hablamos a continuación.
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Estefanía Unzu Ripoll es madre de familia numerosa. Más bien, numerosísima. La influencer tiene ocho hijos junto a Aritz Seminario, quien le acompaña en este desafío en el que no deja de batir récords. "Es una madre totalmente entregada a su familia. Todo lo que hace, lo hace a conciencia. Yo creo que el tema de correr las maratones es algo que también ha hecho a conciencia. Sabe que el premio se recoge en las carreras, pero el trabajo previo va en los entrenamientos, que muchas veces no apetece, pero lo hace", decía en 20 minutos. El abogado vasco la anima en cada carrera y también en la logística que supone preparase para estas maratones. "Suele entrenar a primera hora o a última hora", revelaba.
Verdeliss y su marido forman un tándem perfecto desde hace más de dos décadas. Se conocieron en 2004 trabajando en una pizzería y desde entonces no se han separado. Tres años después decidieron convertirse en marido y mujer, siendo ya padres. Ella tenía solo 19 años cuando tuvieron a su primer hijo, Aimar, y aunque su situación económica no era boyante porque ella trabajaba como camarera y él era becario en un buffete, tuvieron claro que lograrían salir adelante. Mientras se esforzaban por sobrevivir, veía como un sueño tener una familia numerosa. Pero los sueños también se cumplen, y en el caso de la creadora de Green Corners (marca de cosmética natural) ha superado con creces todo aquello que veía inalcanzable.
La felicidad poco a poco se fue multiplicando en su hogar, donde son diez personas en casa: el matrimonio y sus hijos, Aimar, Irati, Laia, Julen, Eider, Anne, Miren y Deva. "Somos una familia sana. Aunque nuestro día a día es caótico, procuramos mantener las emociones bajo un halo de paz y calma. Podemos estar superados como padres, pero procuramos no perder los nervios y no levantarles la voz. A fin de cuentas, los hijos son el reflejo de aquello que maman", contaba la exconcursante de GH VIP 6 en ¡HOLA! durante un excepcional reportaje en el que nos abrió las puertas de su casa de Pamplona, en la que decía divertida que nunca hay silencio.
La influencer considera que a Aimar se le nota que es el hermano mayor y lo define como "un pedazo de pan, muy bonachón". De Irati, la segunda, dice que es introvertida, sensata y trabajadora. El polo opuesto es Laia, la tercera, una niña dicharachera y sonriente. El cuarto es Julen, "empático, inteligente y ordenado". Detrás va Eider, de la que destaca lo "sociable, determinada e ingeniosa" que es. Sobre Anne comentaba que es un "osito amoroso, con un corazón enorme". La séptima hermana es Miren, a la que llaman cariñosamente la jefa porque nació prematura y todos se volcaron en ella: "Lleva un poco la batuta con sus hermanos, pero le perdonamos todo porque es muy divertida". La benjamina es Deva es, la bebé, una pequeña "adorable, risueña y un poco trastillo".