La defensa de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha comunicado este miércoles que ha decidido renunciar a que sus hijas testifiquen en el juicio que enfrenta por el beso a Jennifer Hermoso y las presuntas coacciones posteriores hacia la futbolista. En la jornada de hoy, la abogada de Rubiales, Olga Tubau, solicitó al magistrado José Manuel Fernández-Prieto que se considerase como renunciada la declaración de Lucía y Ana Rubiales, inicialmente prevista para el próximo 10 de febrero. Esto se enmarca en el juicio que Rubiales enfrenta por los delitos de agresión sexual y coacciones, por los que se le piden dos años y medio de prisión.
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El juez aceptó la renuncia y modificó el calendario de los testigos, dejando de lado las comparecencias de las hijas del expresidente. Cabe recordar que Rubiales había solicitado originalmente la declaración de sus hijas porque ellas estuvieron presentes en la final del Mundial femenino de fútbol en Sídney y viajaron en el avión de regreso a España junto a las jugadoras y los miembros de la RFEF. La defensa consideraba que las hijas de Rubiales podrían aportar "elementos valorativos" sobre los hechos que se juzgan.
En este juicio también están siendo juzgados otras tres personas, quienes, al igual que Rubiales, están acusadas de presionar a Hermoso para que minimizara el beso en público. Se trata de Jorge Vilda, exseleccionador femenino; Albert Luque, exdirector de la selección masculina; y Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la RFEF. A ellos, el Ministerio Público les pide un año y medio de cárcel por un presunto delito de coacciones.
La declaración del hermano de Jenni Hermoso
En esta tercera jornada del juicio, varios testigos han declarado, incluyendo a Rafael Hermoso, hermano de la jugadora, quien confirmó las presiones que su hermana recibió para grabar un vídeo exculpando a Rubiales. El hermano de Jenni Hermoso relató cómo Vilda le advirtió sobre las posibles consecuencias para la carrera de la futbolista si no colaboraba. Además, Vitoriano Martín, amigo de la jugadora, corroboró que Jenni se mostró visiblemente molesta tras el beso y expresó su malestar por la situación.
Por otro lado, José María Timón, exjefe de gabinete de Rubiales, también declaró, insistiendo en que su intervención se limitó a sugerir la grabación de un vídeo en el que Rubiales pedía disculpas. Sin embargo, algunos testigos han afirmado que Timón estuvo presente en reuniones clave en las que se idearon estrategias para suavizar el escándalo.
El juicio continúa con el testimonio de varios testigos más hasta el próximo 19 de febrero, mientras la Fiscalía mantiene su petición de cárcel para Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones.