Tamara Falcó e Íñigo Onieva desean con todos sus fuerzas convertirse en padres, pero sin olvidarse de lo más importante: disfrutar de su reciente matrimonio. Hace unos días la pareja vivió una increíble experiencia a miles de kilómetros de casa y la marquesa de Griñón, de 43 años, no dudó en compartir varias imágenes de la escapada. "Tenía muchas ganas de viajar a Seúl y por fin he podido hacerlo", señaló. "Ha sido una experiencia maravillosa: la cultura, su gastronomía, la ciudad y su gente", añadió.
Además de hacerse estas fotos con su marido en un fotomatón, Tamara recorrió algunos de los rincones más emblemáticos de la capital de Corea del Sur y quedó asombrada con las obras del Museo Leeum, un edificio espectacular que se encuentra sobre el monte Namsan y tiene vistas al río Hangang. En su interior, la marquesa de Griñón y su marido contemplaron piezas del arte tradicional coreano y contemporáneo.
A su regreso a España, la hija de Isabel Preysler retomó su nuevo estilo de vida. Según contó en El Hormiguero, ahora se despierta a las cinco de la mañana para empezar el día haciendo deporte. Sin embargo, todavía no está disfrutando de este método. "Esto es algo que escuché a Eugenia Silva, que dijo que se despierta todas las mañanas a las cinco de la mañana, y pensé si ella lo hace yo lo podía intentar", comenzó diciendo. "Ella hace deporte... yo es que no soy capaz de hacer nada hasta las ocho... Es un proceso... yo espero que... estoy haciéndolo poco a poco... por ahora solo tomó mucho café y me echo la siesta", confesó entre risas.
Además de continuar con su trabajo en televisión, Tamara espera poder anunciar pronto nuevos proyectos relacionados con la gastronomía y la moda, y seguir apoyando incondicionalmente a su marido con su restaurante, Casa Salas, situado en pleno centro de Madrid. "¡Íñigo está muy contento con el restaurante! Ha puesto mucho cariño en cada detalle, y creo que esa dedicación se nota en el ambiente y en la experiencia de quienes lo visitan", dijo la marquesa en ¡HOLA!.
Desde hace meses, Tamara es paciente de una doctora "que está tratando todo desde el interior" y del psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer, conocido por ayudar a Andreu Buenafuente y Silvia Abril a ser padres. "Estoy cuidándome y me han hablado de diferentes opciones dentro de mis valores morales", dijo a Europa Press. "Evidentemente, no lo hemos logrado hasta ahora, es lo que hay, pero es verdad que hay ciertas cosas que si no pasan pues será que no es para mí, para nosotros, y ya está", añadió sin mayor dramatismo, pues considera que la felicidad está más allá de ser padres o no. "Tengo mucha fe. Si tiene que ser, será. Si no, no creo que fuera una persona amargada. Hay que encontrar también formas de ser feliz sin seguir ese estándar".