J Balvin ha hablado por primera vez sobre un episodio que, según él, se sintió como "una película de terror" y que ocurrió cuando, con tan solo 17 años, viajó como estudiante de intercambio a Estados Unidos. En una conversación con el actor Juan Pablo Raba para su pódcast Los Hombres Sí Lloran, el cantante colombiano recordó los momentos más duros que enfrentó durante esa etapa de su vida. "Me secuestraron en Oklahoma", confesaba muy afectado.
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Balvin relató cómo la rectora de la escuela en la que estudiaba, con quien vivía en aquel entonces, comenzó a tomar medidas que lo alejaron completamente de su familia. "Si hablas por mensaje con tu gente en español, se te va a olvidar el inglés y tampoco puedes volver a utilizar internet", le decía la mujer una y otra vez. Poco después, su situación se volvió más preocupante cuando sus padres dejaron de comunicarse con él. "Yo recibía las llamadas de mi papá cada semana y, de repente, un mes, dos meses y mis papás no aparecían...", recordaba.
En medio de su ansiedad, intentó buscar una salida, pero descubrió que la mujer había escondido su pasaporte. "Bajé a buscarlo en mi mochila y no estaba. Fui donde estaba la señora y le pregunté: '¿Dónde está el pasaporte?'. Me dijo: 'Yo lo tengo y no te lo voy a dar'", relataba el cantante, quien confesaba que en ese momento su preocupación se intensificó y la situación se volvió una pesadilla.
En un intento desesperado por pedir ayuda, utilizó un sistema de radio para llamar a la policía local. "Sheriff, problemas, problemas, vengan acá, a la casa de Pamela Dixon", anunció. Sin embargo, el resultado fue inesperado. "Al llegar me enteré de que el sheriff era el mejor amigo de Pamela (la mujer con la que vivía en ese intercambio estudiantil)", explicaba, recordando la impotencia que se sintió en ese momento.
La oportunidad de salir de esa situación llegó cuando fue seleccionado para competir en unas olimpiadas de matemáticas. "Me fui a la universidad y dije: 'Aquí voy a coger un móvil y voy a llamar a Colombia como sea'". Aprovechó el momento, consiguió un teléfono y logró contactar a su padre. "Viejo, estoy secuestrado, de verdad, me voy a escapar", le dijo entre lágrimas.
Con la ayuda de un amigo, logró mudarse a otro hogar y finalmente pudo dejar esa etapa atrás. Poco después, se trasladó a Nueva York, donde vivió con una de sus tías. "Cuando se me abre este mundo, empecé a llorar... Mi mamá tenía razón, no podía perderme de esto... Nueva York fue la ciudad que me sacó de un momento muy difícil y me hizo soñar", confesaba con emoción.
Este episodio marcó su vida para siempre "Tenía pesadillas con la señora todo el tiempo", recordaba. Pero esto no ha impedido que J Balvin se convierta en uno de los artistas más influyentes de la música latina. Hoy, con una carrera consolidada y una vida familiar estable junto a su pareja Valentina Ferrer y su hijo Río de tres años, el cantante mira atrás con una mezcla de asombro y gratitud por haber superado aquella etapa.