El Benidorm Fest va llegando a su fin, pero el ambiente en el hotel Don Pancho continúa cargado de emoción. Solo quedan ocho finalistas ensayando en los salones del lobby, de donde, de vez en cuando, se escapa una melodía que envuelve el espacio con la magia de la música. Entre ellos, Daniela Blasco, quien última cada detalle de su actuación. 3 minutos y 2 segundos de pura energía, que fueron capaces de poner en pie a todo el público del Palau d'Esports l'Illa de Benidorm y a quienes vibraban desde sus casas frente al televisor.
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Horas antes de su actuación, nos recibe con una sonrisa encantadora, bajo la atenta mirada de su madre, que la observa con el orgullo de quien ha visto nacer un sueño y lo ve ahora a punto de despegar. A sus 20 años, Daniela es una de las jóvenes promesas que más expectación ha generado en esta edición. Pero, más allá de la artista, descubrimos a una joven que ha crecido entre notas musicales y pasos de baile, que lleva la música en la piel desde que, con solo seis años, imitaba a sus ídolos en el salón de su casa. Ahora, ese sueño infantil está a punto de hacerse realidad en uno de los escenarios más importantes de su carrera.
Daniela, cuéntanos, ¿cómo comenzó tu amor por la música? ¿Hubo un momento en el que pensaste: 'Quiero empezar a buscarme un camino en esto'?
Mi amor por la música comenzó desde que era muy pequeña. Con tan solo seis años, incluso antes de empezar a bailar, ya hacía covers en casa, componía, me ponía los tacones de mi madre y me grababa cantando y bailando. Siempre lo he llevado dentro. A los ocho años empecé a bailar, algo que surgió de manera inesperada porque mi mejor amiga de la infancia se apuntó y decidí unirme a ella. Sin embargo, fue hace cinco años, cuando decidí comenzar mi formación en canto porque siempre fue mi sueño frustrado. Desde entonces, mi equipo se unió a mí y me ofreció la oportunidad de sacar mi propia música. Y aquí estamos.
Cuando eras pequeña y te ponías los tacones en el salón de casa, ¿quiénes eran esos artistas a los que admirabas y decías 'quiero ser como ellos'?
Amy Winehouse fue una de mis grandes referentes de la infancia. En casa siempre hubo mucha música gracias a mi padre, que ponía a todo volumen a Frank Sinatra, Amy Winehouse, Michael Jackson... Eran leyendas. Además, solíamos ver conciertos en DVD de Michael Jackson, y eso me marcó mucho. Pero si tengo que destacar a alguien que realmente me influyó, sin duda fue Amy Winehouse.
Además de la música, también has llevado una carrera en el baile y en redes sociales. ¿Ha habido un punto de inflexión en tu trayectoria?
No ha habido un momento exacto, pero es verdad que muchas veces pienso en lo complicado que puede ser este camino. Sin embargo, la música es mi pasión y siento que debo dedicarme a ello. Lo llevo dentro y simplemente sigo adelante.
Eres muy joven, ¿cómo compaginas tu vida personal con la profesional?
Lo llevo bien. De pequeña me frustraba un poco más porque pasaba los días ensayando sin parar. Cuando tenía campeonatos o mundiales de baile, podía estar hasta ocho horas entrenando en la academia. Mientras tanto, mis amigos se iban de compras o a la feria, y eso me hacía sentir que me perdía muchas cosas. Pero siempre he tenido claro mi objetivo y he estado muy enfocada. Además, mis padres siempre me han apoyado y han sabido guiarme por el buen camino. Ahora, muchos de mis amigos también bailan conmigo, así que para mí es un sueño.
¿Qué sientes al subirte a un escenario frente a miles de personas?
Es una sensación indescriptible. Fui tan feliz porque empecé a bailar con mis compañeros cuando teníamos solo siete u ocho años. Haber llegado hasta aquí juntos, es algo que me llena de orgullo. Cuando nos dijeron que pasábamos a la final, no podía dejar de abrazarlos. Fue un momento mágico.
¿Cómo manejas la presión y los comentarios que recibes como personaje público?
Llevo muchos años en redes sociales, así que estoy acostumbrada a leer comentarios. Por lo general, tengo un carácter fuerte y no me afectan demasiado. Claro que hay días en los que uno está más sensible y un comentario desagradable puede afectarte, pero intento enfocarme en los mensajes constructivos y no prestar atención a los destructivos.
Has compartido escenario con grandes artistas, como Justin Bieber. ¿Cómo fue esa experiencia?
Le amo, es icónico. Bailé con él cuando tenía 11 años y fue una experiencia maravillosa. Como era tan pequeña, no era del todo consciente de la magnitud del momento. Si me lo dijeran ahora, me moriría de la emoción. Fue una experiencia única que disfruté sin nervios y al máximo.
¿Cómo conseguiste participar en ese show con Justin Bieber?
Su equipo organizó un casting online en busca de cuatro niños de cada país para bailar en la canción Children. Me presenté con mi grupo de baile y me seleccionaron. Fue algo inolvidable.
Hablemos del Benidorm Fest. ¿Cómo viviste la semifinal?
Fue una experiencia increíble. Nada más terminar la actuación, lo primero que hice fue abrazar a mis compañeros. Luego, cuando nos volvimos a juntar, no parábamos de saltar y celebrar. La felicidad era inmensa.
¿Sientes que tu actuación merece llegar a Eurovisión?
Estoy muy orgullosa de mi espectáculo. Siento que mi actuación tiene potencial para Eurovisión, pero al final hay muchos factores en juego. Aunque los nervios siempre están, yo me visualizo en ese escenario y sería un sueño hecho realidad.
Si en la semifinal lo diste todo, ¿qué podemos esperar para la final?
Voy a hacer algunos cambios y lo que más quiero mejorar es la voz. Los nervios a veces nos juegan malas pasadas y quiero estar impecable. Revisaré cada detalle para que el show sea perfecto. Además, tengo alguna sorpresa preparada que ya veréis.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Espero seguir sacando música, dar muchos espectáculos y trabajar en mi álbum. Y, por supuesto, seguir luchando por llegar a Eurovisión. Sea como sea, quiero seguir viviendo de la música y disfrutando cada paso del camino.