Enrique Iglesias y Anna Kournikova celebran cada 30 de enero el cumpleaños de su benjamina, Mary. La llegada de la pequeña, que ya ha cumplido cinco años, convirtió al artista y a la extenista en familia numerosa. Mary llegó para completar la felicidad de sus papás, quienes le llaman cariñosamente Masha, que es como se dice su nombre en Rusia, país natal de su madre. Mary es una niña muy despierta, inquieta y presumida, tal y como se puede ver en las fotografías que comparten sus padres en sus redes sociales.
Una familia unida y feliz
Tanto Enrique como Anna están completamente volcados en la familia numerosa que han formado juntos, en la que tanto Mary como los mellizos Nicholas y Lucy, quienes celebraron su séptimo cumpleaños el pasado 17 de diciembre, son los grandes protagonistas de su día a día. Es habitual ver al intérprete de temas como Experiencia religiosa, Bailando o Súbeme la radio, jugando con los pequeños, en el agua, en el jardín, haciendo carreras...
Además, cuando el tiempo y la distancia se lo permite, se divierten con todos sus primos, especialmente con los pequeños Miguel y Mate con los que se llevan poco tiempo. Cabe recordar que el niño mayor de Ana Boyer nació en mayo de 2019 y el 21 de diciembre de 2020 tenía al segundo. También tienen a Alejandro y Sofía, los hijos de Chábeli Iglesias, sus primos mayores.
'Ser padre me ha cambiado la vida y soy feliz'
“Ser padre me ha cambiado la vida y soy feliz. Es increíble verlos crecer”, contaba Enrique en 2019 en entrevista para Despierta América. En aquella ocasión, el hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler admitía, además, lo difícil que le resultaba separarse de sus hijos para cumplir con sus compromisos profesionales: “Es difícil dejarlos dos días o dos semanas. No es fácil”.
Sin embargo, el ser padre le ha dado también una nueva motivación para seguir adelante con su carrera. “Mi hijo, cuando me vio en el ensayo, fue como: ¿Qué? Porque me ha visto en muchos videos actuando, pero ver en persona la producción y las luces fue como ‘oh, Dios mío’. Era como ver a un extraterrestre o un ovni, en el buen sentido. Estaba asombrado”, contaba en el programa Today de la televisión americana. “Siempre que voy a recogerlos al colegio, Mary empieza a cantar I Like It, y luego empiezan a cantarla todos juntos. Es lo más bonito del mundo. Es su canción favorita”.