David Broncano y Alejandro Sanz protagonizaron, tal y como hemos adelantado en exclusiva en ¡HOLA!, una cita doble y secreta en plena batalla entre La Revuelta y El hormiguero. Una lucha sin cuartel en la que el artista se ha desvelado como uno de los grandes mediadores durante los últimos días.
Tras visitar el plató de Antena 3 la semana pasada, este lunes, presentó su última canción en el Teatro Príncipe donde cada día Broncano graba su programa a media tarde para luego ser editado y emitido en prime time. Tras la grabación, que no se perdieron ni su novia Candela Márquez ni su hija mayor, Manuela, fruto de su matrimonio con la mexicana Jaydy Michel, abandonaron el teatro en dirección a una cita secreta de la que ¡HOLA! ha desvelado todos los detalles.
Allí se encontraron con David Broncano y su novia, la actriz Silvia Alonso, con la que mantiene una sólida relación desde hace años y con la que acudió a esta cena que tanto ha dado que hablar. El lugar elegido: uno de los más emblemáticos de la capital por su ubicación, al lado del Teatro Real y con unas vistas imbatibles del Palacio Real y también uno de los restaurantes favoritos de los reyes Felipe y Letizia.
La Lonja del Mar ha sido el lugar elegido por ellos en varias ocasiones para disfrutar de una agradable cena a solas. Su carta, basada en productos del mar, sobre todo marisco, atrajo hace años su atención cautivándoles y haciéndoles repetir en más de una ocasión.
La última, durante este verano, cuando en pleno mes de agosto, sorprendieron a viandantes de las inmediaciones y clientes del local, apareciendo por sorpresa, conjuntados y a pie nada más llegar de sus vacaciones en Palma de Mallorca.
Cenaron a la vista de todos, en el mismo salón que los demás clientes y disfrutaron, tal y como reflejaron los textos escritos entonces, de algunos de los platos estrella de este establecimiento del que ahora sabemos que también son clientes David Broncano y Alejandro Sanz.
Eso sí, a diferencia de los Reyes, tal y como confirman fuentes presentes, el artista y el presentador, prefirieron la intimidad de uno de los reservados en lugar de elegir una mesa a vista de todos en el salón.
Alejados de miradas indiscretas –y de cualquier posible interrupción fruto de la emoción de sus compañeros de mesa–, brindaron por los éxitos de todos los presentes, intercambiaron comentarios y anécdotas y sobre todo disfrutaron de algunas de las diferentes especialidades de marisco que ofrecen tanto dentro como fuera de carta. Con un precio por persona que oscila entre los 50 y 60 euros por persona, las dos parejas huyeron de la ostentación de otros locales de moda de la capital y recalaron en La Lonja, donde creyeron que pasarían más desapercibidos.