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El eco de la música continúa resonando en los pasillos del Hotel Don Pancho, donde Sonia y Selena han vivido esta intensa aventura del Benidorm Fest. Allí, entre maletas a medio deshacer y nervios a flor de piel, -especialmente entre los artistas que actuarán en la segunda semifinal-, nos reciben con sonrisas que desmienten el desenlace de la noche anterior. No lograron hacerse con un puesto en la final, pero la ilusión sigue brillando en sus ojos. Siguen siendo aquellas dos chicas que hicieron historia con Yo quiero bailar, un himno que, más que una canción, es ya un sello imborrable en la memoria colectiva y que ayer recordaban sus seguidores minutos previos a su actuación.
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Nos sentamos con ellas en un rincón del lobby, mientras nos cuentan cómo han vivido su regreso a los escenarios y el cariño del público, que coreó su nuevo tema con la misma pasión que el clásico que las catapultó a la fama. Hablan con emoción, con la seguridad de quienes saben que la música no entiende de tiempos ni de concursos. Entre anécdotas y risas, queda claro que Sonia y Selena no solo han vuelto: nunca se fueron.
Después de tantos años, ¿qué os ha motivado a regresar?
Yo creo que lo que nos hizo regresar fueron los 25 años que llevamos ya con Yo quiero bailar y también esta oportunidad del Benidorm Fest. Queríamos hacer una canción especial para el festival y para el público. Ha sido muy bonito, muy icónico, algo que quedará para la posteridad, para la historia de España y como parte de nuestra leyenda.
¿Este regreso es definitivo o es algo puntual?
Nos hemos reencontrado y, como dúo, vamos a hacer conciertos, pero también tenemos nuestras vidas fuera de la música. Así que vamos a seguir con nuestros proyectos individuales y nos juntaremos para hacer cosas musicales cuando se presente la oportunidad.
¿Cómo fue ese momento en el que decidisteis volver a la música?
Fue gracias a Eurovisión, porque Eurovisión siempre une. El equipo de FormulaTV nos pidió, cuando cada una estaba con sus proyectos en solitario, que hiciéramos un guiño a Eurovisión en un croma, emulando a Sonia y Selena en el festival. Lo hicimos por separado y, de repente, se viralizó, como también ha pasado con nuestra actuación. Sentimos el apoyo de muchísima gente, de nuestro público, de la comunidad LGTBIQ+... Ahí fue cuando dijimos: ¡¡Vamos a empezar!'. Y así llegó Benidorm Fest. No hemos podido representar a España, pero hemos dejado nuestro legado, nuestra dignidad como artistas y como compañeras. Ha sido un regalo para los fans.
El público os sigue apoyando, incluso con nuevas canciones. ¿Cómo se siente esa conexión?
Es un regalo muy grande. Es lo mejor que le puede pasar a un artista porque vivimos de la música y del público. Si la gente sigue consumiendo nuestra música y viniendo a nuestros conciertos, nos mantendrá vivas artísticamente. Ayer, por ejemplo, sentí el amor más grande. Fue una sensación tan increíble que todavía tengo una 'borrachera emocional'. Sentíamos el calor del auditorio, pero también el de la gente que estaba en sus casas. Nos han llegado miles de mensajes de apoyo. Es una sensación indescriptible.
¿Cuál fue vuestro momento favorito en el escenario?
(Selena) Para mí, cuando éramos las reinas. Me encantó por la coreografía y la puesta en escena. La energía que se sentía era espectacular.
(Sonia) A mí me gustó especialmente cuando caminábamos con actitud, con el juego de caderas y la melena al viento. Fue un momento icónico, un instante de puro poder y empoderamiento.
¿Creéis que hubo alguna influencia externa que os impidió avanzar en el festival?
No, para nada. Esto es un concurso y todos tenemos la posibilidad de ganar o perder. No siempre gana el mejor ni pierde el peor. Somos artistas con estilos muy distintos y generaciones diferentes. Nos quedamos con lo positivo: el público ha escogido a Sonia y Selena, y nos llevamos su amor y el compañerismo vivido en el escenario.
¿Cuáles son vuestros planes para los próximos meses?
Vivir el día a día y sorprendernos con lo que venga. No sabemos qué pasará. Igual tenemos 200 conciertos o nos vamos fuera de España. Veremos qué nos depara el futuro. El público tiene la última palabra. Ellos fueron quienes nos llevaron a la final y quienes deciden qué pasa con nuestra carrera. Si nos siguen apoyando, seguiremos aquí.