Quedan solo unos días para que se cumpla el primer aniversario de la separación de Chiara Ferragni y Fedez, una ruptura que fue tan sorprendente como explosiva ya que comenzó entre ellos un enfrentamiento que no paró de recrudecerse hasta que en noviembre firmaron el divorcio, con el consecuente acuerdo en lo relativo a sus hijos. Al convertirse legalmente en expareja parecía que las aguas se habían calmado para siempre y que habían dejado el pasado atrás. Nadie imaginaba la magnitud del terremoto que se avecinaba. El papparazi Fabrizio Corona sostiene que el cantante tenía una doble vida y engañó a su mujer, palabras que han sido el detonante de un estallido que ha llegado a su punto álgido con las inesperadas acusaciones de la influencer, que reproducimos íntegras a continuación.
"He optado por el silencio durante estos meses para intentar protegerme y proteger a mi familia en dos temas que me han marcado profundamente: por un lado, el tema laboral, por el que haré todo lo que esté en mi mano para defender mi caso y demostrar mi inocencia; y por otro, el tema privado, sobre el que no puedo seguir callando. He vivido siete años de una relación en la que he amado como amo, sin restricciones y con todo mi ser.
He amado incluso cuando había tantas razones para abandonar, he soportado situaciones a las que hubiera dicho 'no dejes que ningún amigo te haga esto', porque para mí el amor también era esto:sacrificarse. Minimizar constantemente las faltas de respeto y justificar las malas actitudes para proteger a la otra parte, para proteger a la familia, para proteger a la pareja. Porque siempre me consideré la fuerte, la independiente, la que tenía que luchar por todos.
Y por eso tampoco dije nada cuando me dejó de un día para otro en mi primer periodo difícil el pasado febrero, cuando me costaba levantarme de la cama. Escuché muchas veces que le había echado de casa, pero nunca se dijo que le eché de casa después de descubrir una traición en esos mismos días (solo una de muchas, evidentemente) y nunca se dijo que él no dudó en coger la maleta y no dejarse arrastrar por mi daño de imagen.
No dije nada públicamente en los meses siguientes, ni siquiera después de todas las burradas que descubrí que se hacían constantemente a mis espaldas mientras yo hacía todo lo posible por intentar sacarle de los momentos oscuros, ajena a todo ello. No dije nada públicamente ni siquiera cuando, unos días antes de la Navidad de 2024, Federico me llamó (bien consciente de que estaba hablando conmigo por teléfono) y admitió por primera vez el affaire con esta amante con la que llevaba desde 2017 y diciéndome también que había pensado en no casarse conmigo unos días antes de la boda, pero que luego no supo cómo echarse atrás públicamente.
Vomité, me di cuenta de que lo que había vivido había sido una burla total, pero sufrí en silencio, rodeada solo de la cercanía de los que me quieren de verdad y deseando amor verdadero por ambas partes para el futuro. Callé porque quería pasar página sin insistir en el dolor sufrido y porque tengo dos hijos que oirán lo que sus padres digan el uno del otro y sufrirán con ciertas declaraciones. Pero decidir en la mesa junto con su amiga que salieran a la luz pública más detalles, probablemente para vengarse del amor no correspondido de su amante, fue un golpe realmente bajo.
Detalles como que llamara a su amante justo antes de pasar por el altar y le dijera que le bastaría un gesto para dejarlo todo o conocer los mensajes que le envió antes de ser operado mientras en esa cama yo estaba dándole la mano y deseando cada segundo estar yo mala y no él para no verle sufrir, son detalles demasiado dolorosos.
He callado en muchos temas, pero leo demasiada basura como para seguir fingiendo que no pasa nada: mi relación con Federico fue real para mí, nunca he estado en una pareja abierta (evidentemente solo estaba abierta para la otra parte sin yo saberlo) y, a pesar de todo, estoy orgullosa de haber amado incondicionalmente. Siento que para la otra parte yo solo fuera una persona de la que burlarse y utilizar a su antojo, pero a veces es justo abrir los ojos, encajar el golpe, sufrir, levantarse y darse cuenta de que merecemos algo diferente. Un amor sin duda no perfecto, pero al menos real y vivido por ambas partes por igual. Lo deseo para mí y lo deseo para todos vosotros, porque es lo mínimo en este caos que es nuestra vida".
Al margen de los conflictos, que sin duda se recrudecerán con este paso al frente de Chiara y sus incendiarias declaraciones, lo cierto es que la expareja está obligada a seguir unida por sus dos hijos en común, cuya custodia es compartida. Acordaron que Leone y Vittoria permanecerán con su padre y con su madre durante aproximadamente los mismos períodos, durante los cuales cada padre se hará cargo de su manutención. El músico no pasa una pensión alimenticia a la influencer, pero abona directa e íntegramente, los colegios, gastos médicos y gastos de sus actividades deportivas. También acordaron pedirse permiso mutuamente cuando quieran publicar fotos o vídeos de los menores.
¿Quién es la tercera en discordia?
Fabrizio Corona, quien además es amigo del rapero, ha sido el primero en hablar de esta vida paralela que después ha corroborado Chiara. Sostiene que la mujer con la que estaba Fedez durante su matrimonio es Angelica Montini, una empresaria milanesa que proviene de una familia adinerada y que tiene una marca de ropa que lleva su nombre. Indica que se conocieron antes de 2018, año en el que el artista se casó con Chiara, y que siguió estando en su vida. También ha dado detalles del día de la boda que ha nombrado Ferragni: "Cinco minutos antes de ir al altar, Fedez se encerró en el baño para llamar a Angélica. Él le dijo: 'Te amo, si me dices que lo deje todo, lo dejaré todo', y ella le respondió: 'Yo también te amo, pero estoy dispuesta a permanecer al margen'".
Su cita judicial
Está siendo una jornada intensa para la empresaria, a la que veremos en España el 8 de febrero porque asistirá a la ceremonia de los Goya, que tendrá lugar en Granada. Pocas horas antes de hablar como nunca sobre su matrimonio, la Fiscalía de Milán ha decretado enviarla a juicio a Ferragni por el caso Pandoro. "Creía sinceramente que no era necesario celebrar un juicio para demostrar que nunca había defraudado a nadie. Lamentablemente, tendré que vivir todavía durante algún tiempo con esta acusación, que considero profundamente injusta, pero estoy dispuesta a luchar con determinación aún mayor de revelar mi absoluta inocencia", ha indicado. La primera audiencia antes de la fase oral se celebrará el 23 de septiembre, según han confirmado sus abogados, quienes se muestran convencidos de estar ante un asunto sin relevancia penal que su defendida afronta con serenidad.
Para entender este problema debemos remontarnos a finales de 2022, cuando la todopoderosa influencer promocionó un pandoro tradicional de Balocco. Se trataba de una edición especial de este dulce típico navideño que prometía venderse con fines benéficos. “Chiara Ferragni y Balocco apoyan al Hospital Regina Margherita de Turín financiando la adquisición de nueva aparatología que permitirá explorar nuevas sendas en la cura terapéutica de niños con osteosarcoma y sarcoma de Ewing”, aseguraban. La realidad es que, cuando salió la campaña, la empresa alimentaria ya había hecho un pago al centro sanitario y Chiara había cobrado por esta colaboración, como un trabajo más. La donación, por tanto, no dependía de las ventas. Las denuncias comenzaron a sucederse y la imagen de Chiara fue cayendo en picado a la vez que encadenaba rescisiones de importantes contratos. Fue multada con un millón de euros por "práctica comercial incorrecta" y dio sus propias explicaciones en un intento de transparencia para que todo volviera a ser como antes. Pero la investigación continuó y finalmente el caso será llevado ante un juez.