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Hasta el pasado jueves, nadie en España sabía que un conocido artista de fama internacional estaba mediando entre Pablo Motos y David Broncano. Alejandro Sanz, que desde hace años es conocida su vocación conciliadora que le ha convertido en uno de los personajes más queridos de nuestra escena musical, ha vuelto a ejercer de diplomático en un escenario nada sencillo.
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Desde que comenzase La Revuelta, las diferencias entre Pablo Motos y su presentador se habían convertido en la tónica diaria. Una lucha sin cuartel por hacerse con mejor dato de share del día que terminó convirtiendo en personal un asunto que debería haberse quedado en el ámbito profesional. Ahora las aguas parece que podrían haber vuelto a su cauce.
El cantante, que visitó en pocos días los dos programas, trató de apaciguar los ánimos haciendo gala de su buen humor y la gran amistad que mantiene con los dos presentadores.
Una amistad que, tal y como hemos publicado en estas páginas, parece más estrecha en el caso de Broncano, con quien salió a cenar después del programa del lunes a un conocido restaurante de Madrid. A la cita no acudieron solos, sino junto a sus parejas, Silvia Alonso y Candela Márquez y la hija del artista, Manuela. Señal de que la confianza entre ambos es máxima y va más allá que unos partidos de tenis de vez en cuando.
Además de compartir mesa y mantel, risas, anécdotas y una mariscada, llamó la atención un gesto: la cariñosa despedida entre ambos a las puertas del restaurante, marcada por un gran abrazo que fue recogido por las cámaras. Un momento cargado de sentimiento y amistad en el que muchos han visto que quizá el cantante no era tan neutral como parecía. Igual de cariñosa y cercana fue la despedida entre sus parejas. Se nota que hay una gran sintonía entre todos y que su amistad está más que consolidada.
El artista ha visitado en multitud de ocasiones el programa de Broncano, estrechando cada vez más su relación hasta derivar en el nivel de confianza que mantienen a día de hoy tanto delante como detrás de las cámaras.