Hace algunos meses, el actor Luis Lorenzo parecía haber desaparecido del mapa, envuelto en el silencio tras verse implicado en una investigación policial por la muerte de Isabel Suárez, tía de su esposa, Arancha Palomino. La pareja fue acusada de envenenar a la mujer con el objetivo de quedarse con su herencia. Sin embargo, un informe posterior descartó los cargos de homicidio al confirmar que la causa de su fallecimiento no fue un envenenamiento. Desde entonces, el matrimonio optó por apartarse por completo del foco mediático. Ahora, el nombre de Luis Lorenzo vuelve a ocupar titulares, aunque esta vez por razones completamente alejadas tanto de su trayectoria interpretativa como de las polémicas familiares.
El programa de AR reveló que el actor Luis Lorenzo había dado un giro radical a su vida, mostrándolo trabajando como conductor de Uber en Madrid. Este inesperado cambio profesional dejó a muchos sorprendidos, ya que marca una ruptura total con los focos y su trayectoria en la televisión.
Este giro se explicaría, según el programa, por motivos económicos, ya que, como aclaró el propio actor, su situación financiera se ha visto gravemente afectada por el proceso judicial en el que está involucrado. "Lo hice temporalmente por una sustitución, pero ya no continúo", comentó en el programa, explicando que la retención de una gran suma de dinero por parte del juzgado le obligó a buscar nuevas fuentes de ingreso para subsistir.
Luis Lorenzo, nacido en Madrid en 1960, comenzó su carrera como presentador en los años 90, trabajando junto a figuras como Raffaella Carrá y Bárbara Rey en televisión española. Más tarde, encontró su lugar en el mundo de la actuación, participando en series populares como Al salir de clase, La que se avecina o Médico de familia. No obstante, la acusación de maltrato y el escándalo relacionado con la muerte de la tía de su pareja dañaron irreparablemente su imagen pública, lo que hizo que su carrera se viera afectada y se alejara de los medios.
A pesar de que los cargos iniciales fueron desestimados, Luis Lorenzo y Arancha Palomino siguen enfrentándose a nuevos cargos de administración desleal y un delito contra la integridad moral, por lo que podrían enfrentarse a una condena de seis años de prisión. Mientras tanto, su presente parece estar marcado por esta nueva etapa lejos de los escenarios, en la que el actor busca recuperar su estabilidad económica y personal.