La luz al final del túnel está cada vez más cerca para Anabel Pantoja. La pesadilla que ha vivido como madre primeriza tiene los días contados, y el momento más esperado por ella y su familia parece que se va producir más pronto que tarde. De hecho, llegará mucho antes de lo esperado, para alegría principalmente de una pareja de padres recién estrenados que, a lo largo de este mes, vieron primero cómo su mundo se derrumbaba por completo y, después, volvía a resurgir con toda la fuerza y el amor que los une.
Estamos por tanto ante la semana clave para la colaboradora televisiva, puesto que su hija Alma podría volver a casa en las próximas fechas tras permanecer ingresada desde el pasado 10 de enero en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. "Hay que hacerle pruebas, pero el alta es ya una posibilidad", señalan a ¡HOLA! desde el entorno de la prima de Kiko Rivera. Es decir, que todavía hay que mantener la calma y esperar al resultado de los nuevos informes médicos de la bebé, si bien todo estaría encaminado a un posible e inminente retorno a su hogar.
Cabe recordar que la niña, quien cumplió dos meses de vida el pasado jueves y recibió la felicitación pública de Anabel, pasó primero por la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del citado centro hospitalario. Fueron quince jornadas durísimas y eternas, de gran preocupación para la influencer de 38 años y los suyos, hasta que felizmente Alma pasó a planta hace unos días tras una recuperación que llegaba a tildarse de milagrosa. A partir de aquí, según nos cuentan, "esta semana se baraja darle el alta por su mejoría. Ha reaccionado increíblemente bien y ha dado grandes pasos en su evolución, que continúa".
Por ello, siempre manteniendo la necesaria cautela que se requiere en estos casos, lo que es seguro es que la sobrina de Isabel Pantoja -quien nunca perdió la esperanza- respira mucho más tranquila de hace días. De hecho, así podía entenderse tras las primeras palabras que pronunció ella misma sobre esta situación tan delicada, el pasado lunes 20 de enero. "Alma está bien, gracias a Dios", señaló en ese esperadísimo comunicado que, a su vez, tranquilizaba como nunca a su enorme comunidad de fans.
Lo que también resulta obvio es que la influencer ha tenido que afrontar una carga de estrés y tensión acumulada tan brutal, que ahora mismo se siente hecha polvo por todo lo vivido. Un evidente cansancio físico y emocional que, en cualquier caso, no merma en absoluto la felicidad que le invade al saber que su hija volverá en breve a su comunidad de Arguineguín, donde residen los tres y ya les esperan con los brazos abiertos. Alma regresará por fin a su vivienda, a su habitación, a su cuna, para que su madre pueda cantarla con susurros y dormirla en sus brazos.
La imagen de Anabel Pantoja saliendo del hospital con la niña en su regazo, si es que llega a darse delante de los reporteros gráficos, será sin duda una de las fotos más destacadas del año. Tal vez no lo veamos, dada la absoluta discreción con la que tanto ella como su pareja, el fisioterapeuta David Rodríguez, han llevado este complicado trance. Sea como fuere, una vez se confirme el retorno a su domicilio, la explosión de júbilo será un hecho. No solo para ellos y sus seres queridos o allegados, sobre todo, sino también para las miles de personas del país entero que los han apoyado con sus mensajes de cariño y buenos deseos.