Casa Bibiana -"una demostración de amor"- o la casa de Alaska y Mario Vaquerizo donde esperan vivir otros 25 años juntos. En diciembre, en un reportaje excepcional, celebraron con ¡HOLA! sus Bodas de Plata y "nos abren las puertas de su casa y de su corazón". "Damos mucha importancia a la casa como idea. Y no las compramos para sacarles algún beneficio. Las casas son para vivirlas, para disfrutarlas, y en el momento en el que no podamos tenerlas, nos desharemos de ellas", explicaba el cantante de Nancys Rubias. Su última adquisión es una explosión de recuerdos, arte y color mexicano, como si tras las puertas de esta casita en la presierra madrileña se abriera el rincón prehispánico de Frida Kahlo. Con infinidad de muebles, cerámicas y tejidos artesanales y también cuadros de inspiración historicista y muy pop. Como el Elguera que preside el salón con Moctezuma y Teotlalco, que recrea nuestro matrimonio favorito sobre el sofá -debajo de estas líneas-.
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