El Cordobés ha demostrado, una vez más, que los toreros están hechos de otra pasta. Anoche en El Desafío de Antena 3 se enfrentó a una prueba que le daba más respeto que un toro, pero logró superarla con creces y ‘por la puerta grande’ logrando una más que merecida victoria, que también tuvo susto final. Y es que el diestro necesitó de la ayuda de los servicios de emergencia del programa al finalizar su reto. En cualquier caso, eso no le restó importancia a su actuación que los jueces valoraron con magníficas notas, dándole la victoria final imponiéndose a su querida Lola Lolita
La noche comenzó fuerte para Manuel Díaz El Cordobés, que tenía un difícil reto por delante en esta nueva gala de El Desafío del viernes 24 de enero. Se trataba de una prueba muy potente y complicada para la que necesitaba temple y toda la sangre fría que le permitiera estar sometido a unas temperaturas infernales, porque tenía que realizar un número de escapismo impregnado de fuego, la famosa prueba Fuga en llamas, que dura un minuto y medio. Pero que, a buen seguro, para él fue toda una eternidad.
Era la primera vez que el torero se enfrentaba al fuego, un elemento al que tiene particular respeto, incluso más que a un toro. Los ensayos fueron bastante duros para él e incluso se llegó a plantear la posibilidad de abandonar el reto antes de enfrentarse al gran jurado del programa: Pilar Rubio, Juan del Val y Santiago Segura.
Tantos ropajes y líquidos por encima de su cuerpo para evitar quemaduras, además de los candados que tenía que abrir para liberarse de las cadenas que ataban su cuerpo, eran palabras mayores. Todo un reto que requería concentración máxima, tranquilidad y mucha fuerza interior para evitar que los nervios te ganaran y entrar en pánico. Y El Cordobés logró superarlo, aunque en los segundos finales se vivieron momentos de angustia.
Mientras su coach le impregnaba el líquido inflamable por todo su cuerpo y le decían “Manuel, no te muevas”, el torero acataba sus órdenes con un “tú mandas”. Mientras terminaban de prepararle, Roberto Leal explicó las dificultades de la prueba: “La temperatura que va a alcanzar el cuerpo de Manuel es de 400 grados. Imagínense en ese minuto y medio. Imagínense cómo se pondrán estas cadenas”. Cuando todo estuvo listo, Roberto Leal anunció el inicio de la prueba: “Ahora sí, vamos al lío, comienza el desafío”
Y durante un minuto y medio vimos cómo Manuel Díaz iba abriendo cada uno de los candados que había en su cuerpo, hasta llegar a los extintores que apagaron las llamas de su cuerpo. Sin embargo, el humo que desprendía del mismo y el haber estado inhalándolo durante toda la prueba le pasó factura. Su cara de angustia le delataba y Roberto Leal, supo darse cuenta a tiempo y gritó: “Compañeros, ¿tenemos oxígeno?”.
Rápidamente, entraron los servicios de emergencia para proporcionarle una máscara de oxígeno, con la que se recuperó después de un rato. Y es que hay que recordar que, a pesar de la complejidad de las pruebas que se desarrollan en ‘El Desafío’, todo está perfectamente controlado, porque por encima de todo, lo importante es la seguridad de los concursantes.
Sin duda, la proeza de anoche del marido de Virginia Troconis tuvo su recompensa porque esta prueba, junto a la de la apnea, es de las más temidas. Tal vez, sea más espectacular por las llamaradas que recorren el cuerpo del desafiante en cuestión, cuyo objetivo no es solo liberarse de las cadenas y candados, sino apagar las llamas con los extintores y salir ileso en el intento. Algo que superó con creces El Cordobés y que el jurado supo reconocerle y premiarle con la victoria final.
Los 11.000 euros del premio en metálico lo destinó a la Fundación Aladina por su magnífica labor con los niños que padecen cáncer. “Gracias a todos, estoy muy contento y me siento feliz. La fundación Aladina hace milagros, va para ellos este premio”.