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Hollywood© Getty images

Hollywood ante el horror: qué sabemos sobre la próxima ceremonia de los Oscar

Con casi cien años de historia a sus espaldas, nunca se ha cancelado la gran fiesta del cine, aunque sí se ha reprogramado y también se ha modificado la gala según las circunstancias


24 de enero de 2025 - 10:33 CET

California aún llora las dieciséis mil hectáreas que se han visto afectadas por los incendios, una extensión tres veces superior a la de la isla de Manhattan. Dentro de esas hectáreas, vivían millones de personas que habían encontrado en Malibú, en Altadena o en Pacific Palisades su paraíso particular, su hogar. El número de evacuados ascendió a números de seis cifras, las casas arrasadas superaron las mil y la incertidumbre sobre el futuro mermó las ilusiones de quienes habían hecho de California su refugio. El implacable fuego ha arramplado con todo lo que se ponía a su paso: ya fueran lujosas mansiones de estrellas de Hollywood; ya fueran sencillas casas adosadas de jubilados en busca del benigno clima californiano. En estas circunstancias, los ánimos no están para muchas fiestas… y, según el calendario, el próximo 2 de marzo se celebrará la 97 edición de la ceremonia de los Premios Oscar. La pregunta es ¿se llevará realmente a cabo? 

© Getty Images

Stephen King ha sido de los primeros que ha alzado la voz para pedir a los académicos que cancelen la gran fiesta del cine: “Nada de ostentación con Los Ángeles en llamas”. Días después, volvió a expresar su opinión a través de sus redes sociales: “Oigo lo que decís sobre los Oscar, que son una celebración de la vida y que el espectáculo debe continuar, bla, bla, bla, etcétera. Todo esto tiene cierto sentido, pero a mí me sigue pareciendo que Nerón está jugando mientras Roma arde. O en este caso, vistiendo ropa elegante mientras Los Ángeles arden”.

Nicole Kidman© Getty Images

¿En qué otras ocasiones Hollywood se ha visto en la disyuntiva de cancelar su gran cita o proseguir con ella a pesar de todo? ¿Y qué alternativas ha encontrado, a lo largo de su casi centenaria historia, para mantener el debido respeto a quienes han sufrido una desgracia y no interrumpir su maquinaria de generar sueños… aunque estos parezcan inoportunos? ¿Cuántas postergaciones ha habido y cuántas modificaciones en la ceremonia para ajustarse a las circunstancias?

PRIMER TRAGO AMARGO: LAS INUNDACIONES DE 1938

El 16 de mayo de 1929, en la Sala Blossom del Hotel Roosevelt de Hollywood se celebró la primera ceremonia de entrega de los Premios de la Academia de Cine. Los locos años veinte habían creado esta locura de glamour, burbujas de champán, devoción al Séptimo Arte y, por qué no, fortalecimiento del star-system. Sin embargo, antes de cumplir sus primeros diez años de vida, en 1938, los académicos votaron para reprogramar la entrega de premios del 3 al 10 de marzo. Y todo porque del 27 de febrero al 4 de marzo de ese año, las lluvias habían sido tan persistentes e intensas que los ríos se desbordaron y causaron inundaciones devastadoras en las poblaciones de Los Ángeles, Riverside y Orange. Cien familias lloraron a sus muertos.

© Getty images

SEGUNDO TRAGO: LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

¿Y qué pasó en la gala de 1942, celebrada poco después de que Estados Unidos entrara en la II Guerra Mundial y de los ataques de Pearl Harbor? Se siguió adelante con ella, pero se modificaron los protocolos. Nada de brillo, nada de ostentación; adiós a los bailes, bienvenidos los vestuarios recatados y sobrios. Algunos actores, como James Stewart o Donald Crips, acudieron con sus uniformes militares, ya que estaban en servicio. Las mujeres, como la oscarizada Joan Fontaine, redujeron sus escotes, oscurecieron sus vestidos y apostaron por las mantillas que cubrían sus cabellos. Se demonizaron las joyas ostentosas y se aplaudieron los discursos patrióticos. Hollywood no se dejó llevar por su aparente frivolidad, sino que se vio a sí mismo como un servicio social cuya misión era entretener a pesar de que todo pareciera perdido.  

Jimmy Stewart and Ginger Rogers© Getty images

TERCER TRAGO: EL ASESINATO DE MARTIN LUTHER KING 

Cuando el 4 de abril de 1968, el reverendo Martin Luther King fue asesinado a tiros en el motel Lorraine (Memphis) por James Earl Ray, la conmoción social alcanzó tal dimensión que muchos nominados excusaron su presencia a la ceremonia de los Oscar, porque asistirían al funeral de Luther King, uno de los más multitudinarios en la historia de Estados Unidos y que contó con la presencia de trescientas mil personas. Por eso, los académicos decidieron retrasar la celebración de la 40 edición de los Oscar del 8 al 10 de abril. Finalmente, de los veinte nominados solo faltaron dos a una ceremonia presentada por Bob Hope: Katherine Hepburn y Spencer Tracy. Gregory Peck, presidente de la Academia en aquella ocasión, hizo todo lo humanamente posible por conciliar el estupor por el asesinato de Luther King con mantener, contra viento y marea, la premisa de que el espectáculo debe continuar. 

Dr Martin Luther King© Getty Images

CUARTO TRAGO: EL ATENTADO CONTRA RONALD REAGAN

En 1981, la ceremonia se retrasó veinticuatro horas con respecto a la fecha programada. Ronald Reagan, Presidente de Estados Unidos desde hacía setenta días, fue víctima de un atentado el 30 de marzo. El exactor salía de una conferencia celebrada en el Washington Hilton Hotel, cuando John Hinckley disparó contra él y otras tres personas. Al político no le impactó ninguna bala directamente, pero una rebotó con su limusina y le entró por la axila izquierda. Si no fuera porque ocurrió realmente, todo este asunto sería terriblemente cinematográfico. El motivo de Hinckley para perpetrar esta barbaridad no era otro que impresionar a Jodie Foster, la actriz que se había convertido en su objeto del deseo desde Taxi Driver. Si todo esto no hubiera ocurrido, Reagan habría aparecido en la apertura de la ceremonia. Con el Presidente en el hospital, y sin saber su estado, se decidió retrasar la premiación un día.

Jodie Foster and Robert De Niro © Getty Images

QUINTO TRAGO: LA GUERRA DE IRAK

Un día antes de celebrarse los Oscar de 2003, Estados Unidos declaró la guerra a Irak. A pesar del dolor, la incertidumbre, y las heridas abiertas por una guerra cruenta, la ceremonia de la 75 edición de los Oscar no se canceló ni se reprogramó, pero se celebró de una manera muy diferente. Ni se desplegó la alfombra roja frente al Teatro Kodak de Los Ángeles, ni las estrellas concedieron entrevistas antes de acceder a la ceremonia, ni se produjo ningún tipo de exceso. Hasta el último minuto se pensó en la posibilidad de cancelarla, pero finalmente se llevó a cabo… como de puntillas. 

Hollywood© Getty images

SEXTO TRAGO: LA PANDEMIA

Una vez más, la entrega de los Oscar 2021 peligraron. La pandemia mundial por Covid-19 contraindicaba celebrar la gran fiesta del cine. Y, sinceramente, el miedo aún persistía en 2021. Por eso, la Academia aprobó que se pospusiera la ceremonia, y esta no se celebró hasta el 25 de abril. Fue la primera vez que no se celebró en el Kodak Theatre (rebautizado como Dolby Theatre), sino en la Union Station de Los Ángeles, con el fin de asegurar las medidas sanitarias exigidas por la nueva normalidad. En esa ocasión, el presidente y el director ejecutivo de la Academia, David Rubin y Dawn Hudson, trataron de explicar el porqué se continuaba con la celebración, a pesar de todos los escollos: “Durante más de un siglo, las películas han jugado un papel importante para consolarnos, inspirarnos y entretenernos durante los tiempos más oscuros”. Sin embargo, como la pandemia había golpeado a la industria cinematográfica con tanto encono, y no hubo apenas estrenos, ese 2021 la audiencia de los Oscar bajó hasta un cincuenta y ocho por ciento. 

 Reese Witherspoon, Michelle Couttolenc and Laura Dern attend© Getty Images

SÉPTIMO TRAGO… POR CONOCER

Si bien es cierto que nunca se ha cancelado la ceremonia de entrega de los Oscar, las circunstancias actuales hacen que los organizadores estén sopesando opciones. En principio, el día 23 de enero está programado que se anuncien los nominados en una ceremonia virtual. Probablemente, en esa fecha se sabrá la decisión de los académicos. Los incendios han golpeado en el corazón mismo de la industria, y nadie quiere parecer insensible ante una situación devastadora que ha ocasionado pérdida de vidas, de casas y de sueños. Todo apunta a que, como en las ocasiones anteriormente citadas, habrá un reajuste de protocolos para premiar el buen cine, pero sin ostentaciones ni excesos. Algunos medios especializados han asegurado que, probablemente, una de las primeras medidas sea eliminar los lujosos lotes de regalos que suelen llevarse los nominados. No es tiempo de derroches, sino de reconstrucción.   

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