Verónica Hidalgo ha recibido el alta hospitalaria tras ser operada de urgencia 24 horas después de dar a luz a su hija Leandra. "Todavía no estoy al cien por cien. Me queda un largo recorrido en casa", ha lamentado la ex Miss España, de 43 años. Pese a ello, se siente feliz porque "por fin voy a poder estar con mi niña en casa y voy a poder empezar esa vida con la que tanto tiempo he soñado".
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"Tengo muchas ganas de volver a casa, dormir en mi cama, comer comida de mi madre y disfrutar de esta familia tan bonita que tanto nos ha costado crear", ha añadido Verónica.
La modelo se convirtió en madre por primera vez el 12 de enero. En ese momento, todo era felicidad, sin embargo, un día después, sufrió una complicación que acabó en una intervención de urgencia. "Han sido unos días complicados, pero todo va volviendo a su sitio. Espero pronto daros buenas noticias y volver a casa para poder disfrutar de nuestra pequeña como se merece", dijo entonces.
Afortunadamente, su recién nacida siempre ha estado en perfecto estado. "No he podido tener más suerte contigo, eres tan buena y sé que estás respetándome y ayudándome muchísimo a recuperarme. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. La pequeña Leandra está muy bien, ahora solo falta que mami se recupere poco a poco", publicó junto a varias fotos de la niña.
Su largo proceso de 3 años para ser madre
La modelo y presentadora de 42 años contó en el programa Y ahora Sonsoles, que al principio pensó que sería fácil ser madre porque con 19 años se quedó embarazada por un percance, aunque decidió no seguir adelante debido a su edad. Pero no fue así, y la realidad fue muy diferente y tuvo que someterse a siete estimulaciones ováricas: "Ha sido como una montaña rusa llegar hasta aquí. Ha valido la pena el esfuerzo, pero nunca olvidas completamente lo vivido. Aunque ahora estoy en otra fase, y sé que cuando le vea la carita, habrá merecido aún más la pena", confesaba.
Una lucha que también le pasó factura en su relación de pareja: "Te planteas tirar la toalla, la relación se resiente porque tu pareja no lo vive en su cuerpo, hay momentos en los que ni tú misma te reconoces. Yo le dije que nos poníamos un límite porque, al final, no íbamos a tener un hijo e íbamos a terminar con nuestra relación. Él es muy positivo, cada vez que yo le decía 'hasta aquí, no puedo más', me ayudaba a desconectar y a seguir".