La tercera gala de Bake Off: famosos al horno no solo nos llevó de viaje por los sabores del mundo, sino que también se convirtió en un episodio donde el talento y los sentimientos se mezclaron en cada rincón de la carpa. La salida de Mario Jefferson, tras presentar una tarta que no convenció a los jueces, dejó a sus compañeros y al público con un sabor agridulce.
Un viaje gastronómico y emocional
La noche comenzó con una prueba técnica que trasladó a los participantes a Turquía. El reto: preparar el icónico baklava. Este postre de capas de masa filo, almíbar y pistacho puso a prueba la destreza y paciencia de los famosos, dejando claro que no todos podían soportar la presión. Mientras Pol Espargaró destacaba con su destreza, Cristina Tárrega sufría un accidente que le provocó quemaduras en los dedos, siendo atendida de inmediato por la enfermera del programa. Pese al dolor, la periodista demostró una fortaleza admirable al continuar cocinando en nombre de su causa solidaria.
Por otro lado, Yurena, que comenzó con entusiasmo, se vio superada por el estrés en la prueba final, sufriendo un ataque de ansiedad que requirió nuevamente asistencia médica. Su compañero, Mario Marzo, no solo la ayudó a completar la tarta, sino que terminó derrumbándose en lágrimas al ver el esfuerzo conjunto reflejado en el postre entregado a contrarreloj.
El duelo final: talento versus emociones
El momento de mayor tensión llegó con la prueba creativa, donde los concursantes debían homenajear a su país favorito con una tarta decorada al detalle. Aquí, las emociones se desbordaron: mientras Víctor Sandoval recordaba el huracán que vivió en Miami y Carmen Morales sacaba a relucir su lado competitivo, Mario Jefferson parecía perder el rumbo con una tarta que, según los jueces, carecía de sabor y estaba mal ejecutada.
El veredicto final llegó. Pol Espargaró recibió el delantal de pastelero estrella, celebrando con un discurso sobre la importancia de disfrutar el proceso más allá del resultado. Sin embargo, el momento más amargo de la noche fue la expulsión de Mario Jefferson.
Mario se despidió cantando Happy Ending de Mika junto a Paula Vázquez, dejando una carpa repleta de emociones. “Esto ha sido un sueño para mí. Gracias por cada momento y cada enseñanza”, declaró el anglo-malagueño antes de abandonar el programa.
Cristina Tárrega y Yurena, que compartieron la cuerda floja con él, no pudieron contener las lágrimas, mientras sus compañeros aseguraban que su ausencia marcará un antes y un después en la dinámica del grupo.
Con las emociones a flor de piel, Bake Off: famosos al horno demuestra que este concurso no solo es una batalla culinaria, sino un escenario donde los famosos se muestran en su faceta más humana. ¿Qué sorpresas nos traerán los próximos episodios?