¿Quién le iba a decir a Anahí que su participación como investigadora en la edición mexicana del éxito televisivo ‘Quién es la máscara’ le iba a suponer tantos disgustos? Pues así ha sido: después de cuarenta años de carrera –tiene 41, pero a los dos años ya estaba participando en un programa, Chiquilladas–; después de recorrer el mundo con RBD; de retirarse para disfrutar de su matrimonio con el político mexicano Manuel Velasco; de su maternidad, tiene dos hijos, Manu y Emiliano; después de protagonizar uno de los reencuentros más esperados del panorama musical, con el Soy Rebelde Tour, de 2023; y un largo etcétera de hitos profesionales y personales, Anahí ha vivido uno de los momentos más delicados de su carrera ante las acusaciones de fraude tras su participación en Quién es la máscara. Una filtración de los participantes del concurso, el pasado octubre, y el hecho de que adivinara a siete de las personas que se ocultaban bajo las máscaras –frente a los tres que adivinaron cada uno de los otros investigadores, Carlos Rivera, Martha Higareda y JuanPa Zurita– provocó que se suscitasen comentarios al respecto y que, finalmente, la empresa responsable del programa en la edición de México y Estados Unidos, TelevisaUnivisión, en coproducción con EndemolShine, tomara cartas en el asunto e iniciara una investigación al respecto.
La tormenta mediática
Cuando el 22 de diciembre se retransmitió el último capítulo de este reality, que triunfa en diferentes países (España, incluida), la filtración no había impedido que mantuviera unos niveles más que razonables de rating y que el programa fuera el más visto de ese fin de semana, en la televisión abierta mexicana (casi tres millones de televidentes). No obstante, una conocida revista de espectáculos mexicana aseguró en sus páginas que TelevisaUnivisión iba a emprender acciones legales por la filtración tanto contra Anahí como contra Prensa Danna, la agencia de publirrelacionistas que ha estado desde hace años detrás de la carrera de Anahí.
En ese momento, comenzó un gran revuelo y los protagonistas de la noticia fueron posicionándose. En el caso de Anahí, tras un primer momento de defensa a ultranza de su postura y de la de su publirrelacionista, terminó deslindándose de Prensa Danna y de su directora, Danna Vázquez. A través de un comunicado, la actriz, que conquistó a toda una generación en su papel de Mia Colucci (“Rebelde”), anunció que “no tengo representante. Trabajo con diferentes personas en la industria, sin exclusividad. Y añadió: “ni Danna Vázquez, ni su agencia (Prensa Danna) serán mis representantes artísticos, ni mediáticos y no tengo planeado apoyarme en ellos para futuros proyectos profesionales. Para Danna, el mayor de los éxitos en su vida profesional y personal”. Eran las 19:32 del pasado día 14.
A continuación, a las 19:39 de la misma fecha, TelevisaUnivisión difundió que “tras emprender una investigación interna por una filtración indebida de información relacionada con la sexta temporada de Quién es la máscara, que transmitimos entre octubre y diciembre de 2024, hemos dado por terminada la relación laboral con un community manager de esta producción”. Sin embargo, la empresa de comunicación deslindó a Anahí de lo sucedido y lo expresó en los siguientes términos: “Tenemos una relación de más de cuarenta años con Anahí, a lo largo de los cuales siempre ha mostrado respeto y cariño a su casa: TelevisaUnivisión le reconocemos siempre un comportamiento y desempeño profesional en su trayectoria artística, logrando con ello un programa muy exitoso. Dejando en claro que no habrá proceso legal o demanda alguna en su contra en ninguna jurisdicción”.
Mientras el revuelo mediático adquiría peso, Anahí trató de mantenerse al margen, aunque defendiendo su inocencia de manera tajante a través de sus redes, en los primeros días de tormenta: “Que se me quiera culpar a mí de un error de ese tamaño es totalmente injusto y no pienso quedarme callada. Es mi derecho salvaguardar mi nombre y mi reputación. Mi equipo jurídico ya analiza ejercer las acciones necesarias”. Dejó claro que ella no había participado en la filtración, ni había tenido acceso a la lista, y remarcó que “jamás me involucraría en un proyecto para afectarlo y menos afectando mi nombre. Soy mamá y tengo dos hijos chiquitos”. De hecho, haciendo oídos sordos a toda la polémica, y una vez aclarada su postura, la actriz se ha enfocado en su familia. Especialmente, en su hijo mayor, Manuel, quien cumplió ocho años el pasado 17 de enero. Para la ocasión, Anahí compartió en sus redes sociales (solo en Instagram cuenta con 12,9 millones de seguidores) imágenes de la fiesta íntima que organizó para su hijo.
Los interrogantes
Si en el hogar de los Velasco se respiraba confianza y tranquilidad, sobre Prensa Danna la noticia del comunicado de Anahí cayó como una bomba. Especialmente, en Danna Vázquez, quien, con lágrimas en los ojos, reveló cómo se siente tras este primer desenlace de un caso que ha llamado poderosamente la atención de los televidentes. “Yo tengo mucha fe de que, en algún momento, las cosas se esclarezcan. Yo amo mi trabajo, respeto mucho a la gente con la que trabajo, tengo un cariño y un agradecimiento muy grande a Televisa, y me duele mucho estar en esto, soy un trabajador, no soy más de eso”, explicó en unas declaraciones grabadas ante los micrófonos de varios reporteros con cámaras. “Hoy lo único que se ve es un escándalo que no sé por qué es [...]. No soy una persona mala, pero acataré el castigo”. Según avanzaba en las declaraciones, a Danna Vázquez se le iba quebrando la voz: “Creo que no me merezco lo que me está pasando”.
Cuando le preguntaron sobre si consideraba todo lo que había sucedido como una traición por parte de Anahí, ella pronunció “no”, aunque matizó: “Yo no hice nada”. La cuestión más delicada surgió cuando los periodistas quisieron saber si Anahí se había puesto en contacto con ella. Y respondió: “Con Anahí me unen veinte años de amistad ininterrumpida. Yo siempre la voy a querer enormemente, porque las personas no nos dejamos de querer de un día a otro. Estamos las dos atravesando un mal momento y prefiero dejarlo ahí”. Danna apostó por la lealtad y el agradecimiento. A pesar del duro momento por el que atraviesa, no entró en un cruce de acusaciones. Calló.
Danna Vázquez ha recibido, en estos días, palabras de aliento por parte de, entre otras, una de las conductoras más poderosas de la televisión mexicana y quien, por cierto, también concursaba en la sexta edición de Quién es la máscara, Galilea Montijo: “Te conocemos, carnalita. Te quiero”.
Las dificultades de Anahí en la televisión
Tal y como iniciábamos este escrito, ¿quién le iba a decir a Anahí que las lágrimas de felicidad con que compartió con sus fans que volvía a Televisa, en septiembre de 2024, cuando se hizo pública su participación en el programa, se iba a transformar en una de las mayores polémicas de su carrera?
Anahí conoce el medio a las mil maravillas. Sabe las luces y las sombras de la fama y, durante muchos años, ha logrado mantenerse al margen de las polémicas. Cuando las ha enfrentado, ha sabido salir indemne de las mismas. Ella nunca ha ocultado que el hecho de estar expuesta a los juicios y miradas desde tan pequeña provocaron que sufriera problemas de anorexia y bulimia. Tal y como ella le contó en exclusiva al periodista Joaquín López-Dóriga, todo empezó cuando le sugirieron que protagonizara una nueva versión de la telenovela Quinceañeras: “Me citan en la oficina de quien iba a producir esta telenovela. Me dicen que estaría increíble que fuera la protagonista, pero después me advierten: ‘Anahí, las protagonistas son flaquitas, son muy bonitas, y tú estás gordita’. […] Ahí conocí el miedo a ser yo… Sentí que no era suficiente y empieza la pesadilla… Años de anorexia y de bulimia”. Y el momento más triste fue cuando en un programa de televisión, el presentador le hizo comer un pastel ante las cámaras para acallar los rumores sobre sus desórdenes alimenticios: “Me sentí muy lastimada en ese momento, no sabía cómo reaccionar, y sentí que estaba siendo humillada en público debido a mi apariencia física”.
Mientras los acuerdos llegan en los despachos, Anahí se refugia en los suyos. La actriz y cantante espera que, en los próximos días, toda la situación se aclare y que su nombre, el que lleva cuatro décadas cuidando para su familia y sus fans, quede limpio tras haberse visto salpicada por este tema tan desagradable.