Renée Zellweger, una de las actrices más reconocidas de Hollywood, ha sorprendido a todos al revelar cuáles fueron los verdaderos motivos que la llevaron a abandonar, temporalmente, la actuación de 2010 a 2016. Durante seis años, la ganadora de dos Oscar por Could Mountain (2003), como mejor actriz secundaria, y Judy (2019), como mejor actriz principal, se alejó de las cámaras, los sets de rodaje y todo lo relacionado con la industria cinematográfica para centrarse en ella y en su familia. ¿La razón? Ella misma lo ha confesado en una entrevista concedida a la edición británica de la revista Vogue del mes de febrero de 2025.
En ella, la actriz texana de 55 años habla de los motivos que la llevaron a tomar esta decisión, cuando estaba en un excelente momento profesional. “Porque lo necesitaba”, así de contundente se mostró la protagonista de Bridget Jones: Loca por él, la nueva entrega de esta saga que se estrena el próximo 14 de febrero.
Realmente “estaba harta del sonido de mi propia voz. Cuando trabajaba, pensaba: “Oh, Dios mío, escúchate. ¿Estás triste otra vez, Renée? Oh, ¿es esta tu voz de loca?”. Era una regurgitación de las mismas experiencias emocionales”. Todo esto la llevó a sentirse agotada desde el punto de vista psicológico y se sintió en la necesidad de parar. Mientras tanto, ¿en qué ocupó su tiempo?
Aprovecho para centrarse en su vida personal y como ella dice en la entrevista: “Escribí música y estudié derecho internacional. Construí una casa, rescaté a un par de perros mayores, creé una sociedad que dio lugar a una empresa de producción, abogué por un amigo enfermo y recaudé fondos con él, y pasé mucho tiempo con mi familia y mis ahijados y recorrí el país en coche con los perros”. Pero, por encima de todo: “Recuperé la salud”.
Para hacer todo esto, la actriz necesitó emplear seis años de su vida que resultaron de lo más provechosos en todos los sentidos, porque cuando regresó a la actuación, en 2016, se encontraba totalmente recuperada y con la energía necesaria para retomar su carrera. Entonces llegó la secuela de Bridget Jones’ Baby, todo un éxito de taquilla, y posteriormente su segundo Oscar, por su interpretación en Judy, el biopic sobre la mítica Judy Garland.
En cualquier caso, este viaje interior le sirvió para conocerse más, para establecer sus prioridades y para potenciar otras facetas de su vida, como la música, su otra gran pasión, además del cine. Renée toca la guitarra y el piano y si le pusieran en la disyuntiva de elegir entre ser actor o ser músico, la texana no lo tiene claro porque la decisión “es difícil. Me gusta la música”.
Sin duda, Renée Zellweger en una actriz con una amplía trayectoria profesional, mundialmente reconocida y premiada, pero, tal vez si empezara ahora su carrera, se replantearía su vocación por la interpretación porque, como reconoce en esta entrevista: "No estoy segura de que la forma en que funciona ahora, la celebridad y todo eso, no sé si eso me convenga".
Y agregó que las cosas han cambiado mucho en las últimas décadas: “Solía haber una línea divisoria entre la celebridad y el arte. La línea divisoria se ha vuelto cada vez más ambigua. Y ahora, ser notorio, famoso y conocido son lo mismo. Antes, se era conocido porque habías hecho algo que valía la pena conocer”.
Ahora se ha vuelto más selectiva, elige concienzudamente sus trabajos, espaciándolos mucho más unos de otros. Así puede disfrutar de su tiempo libre y disfrutarlo junto a su actual pareja, el presentador Ant Anstead, en San Diego (California), donde actualmente vive.