Hace poco más de una semana, la angustia y el desasosiego se apoderaban por completo de Anabel Pantoja y su familia. Su hija Alma, la persona que ha traído tanta alegría y felicidad a sus vidas, era ingresada de urgencia. Fueron momentos durísimos y repletos de incertidumbre para todos ellos, de eso no cabe duda, pero este domingo las cosas se ven de diferente manera. Una día que se si se puede calificar de alguna manera, con todas las cautelas del mundo, es de esperanzador.
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Desde el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria donde se encuentra la bebé, quien cumplirá dos meses el próximo jueves 23 de enero, llegaban excelentes noticias sobre su evolución favorable. "Se puede decir que estamos ante el comienzo del milagro que esperábamos", han deslizado a ¡HOLA! desde el entorno de la colaboradora televisiva con esas palabras tan esclarecedoras. Una situación que se vive con mucha prudencia, pero que no deja de ser un gran alivio para la influencer y sus seres queridos.
Tanto ella como su pareja, David Rodríguez, no se han pronunciado de momento públicamente y tampoco se han dejado ver en ningún momento, ya que lógicamente centran todos sus esfuerzos en la niña. "Hay mucha más tranquilidad", nos apostillaban sobre la atmósfera que se respira y rodea ahora mismo a la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) donde está Alma. La recuperación parece ir por buen camino e incluso "más rápido de los esperado", sostenían horas antes sobre el estado de salud de chiquitina.
Desde que se conoció la noticia del ingreso de la pequeña, Anabel Pantoja se ha visto fuertemente arropada por los suyos y una corriente de apoyo generalizado se ha extendido a lo largo y ancho del país, lo que denota lo mucho que se la quiere o se la admira incluso por personas que no la conocen personalmente. Su gente y sus íntimos acudieron en masa y rápidamente a la isla para ayudarla en cualquier cosa que necesitara, entre ellos su tía Isabel Pantoja.
Por ello, el hecho de que "se hayan ido algunos familiares es la prueba de que todo va mejor", nos decían hoy en alusión a lo que contábamos en exclusiva el sábado sobre la cantante, cuando esta y su hermano Agustín abandonaban Las Palmas de vuelta a Madrid. Por otro lado, este fin de semana, quien también ha querido estar de nuevo junto a la exconcursante de Supervivientes 2022 es quien fuera su inseparable compañera de Sálvame, Belén Esteban.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y en el caso de la que fuera bautizada como 'princesa del pueblo' tenemos el mejor ejemplo. En su primera visita a Gran Canaria de hace unos días, vimos a una Belén absolutamente desencajada. Su rostro, captado de lejos por los reporteros gráfico, era la viva imagen de la preocupación y el nerviosismo. Este 19 de enero, antes y después de pasar por el hospital, su cara no tenía nada que ver e incluso daba unas breves declaraciones a la prensa allí apostada.
"Ya volvemos a casa. Hemos estado con ellos, con la familia. Así que nada, muchas gracias por todo", respondía a los periodistas una Belén mucho más relajada, quien de esta forma ponía rumbo a la capital junto a su marido, Miguel Marcos. Con anterioridad, la tertuliana de Ni que fuéramos Shhh afirmaba que el hecho de estar con su "gordi", como llama cariñosamente a Anabel, "es lo mismo que ellos harían con cualquier de nosotros".