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Los últimos meses no están siendo nada fáciles para Pep Guardiola. Después de verse sumido en un bucle de malos resultados con el Manchester City que nunca antes se había producido con él como máximo responsable del equipo, se suman los últimos acontecimientos relacionados con su vida privada. El entrenador se ha separado de Cristina Serra, con quien ha compartido más de tres décadas de vida y tiene tres hijos en común, María, Màrius y Valentina. 30 años de relación en la que ambos se han caracterizado por mantener su vida privada fuera de los focos. Ahora, tras saberse esta noticia, hemos conocido más detalles sobre el motivo de su ruptura.
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Según Mamarazzis (El Periódico), el detonante para su separación, habría sido la "obsesión" del que fuera jugador del FC Barcelona con todo lo que rodea su vida profesional y, sobre todo, después de la renovación de Pep Guardiola con el Manchester City hasta junio de 2027, lo que conlleva su estancia en dicha ciudad del noroeste de Inglaterra durante, al menos, dos años más. Tal y como explican en el citado medio, esto sería la gota que colmó el vaso y que habría llevado a Cristina Serra a tomar la decisión de poner punto y final a un matrimonio de 30 años y tres hijos.
Pero eso no es todo, porque a esta renovación con su equipo, se suma que Pep Guardiola no tuviera pensado volver a Cataluña ni siquiera en 2027, ya que en su pensamiento estaría continuar su carrera en los Emiratos Árabes. Según informa el Daily Mail, Serra nunca ha llegado a estar del todo cómoda en el país y además, hubo un día clave que fue el punto de inflexión en su relación. Las ganas de la empresaria de regresar a España incrementaron después del atentado que se vivió en el Manchester Arena en 2017 durante el concierto de Ariana Grande. Un terrible acontecimiento que dejó al menos 22 muertos y 59 heridos, entre ellos niños.
Y es que Cristina Serra acudió al concierto de Ariana Grande junto a sus dos hijas, aunque por suerte, las tres salieron unos minutos antes de que estallara la bomba porque la menor de sus hijas, "estaba ya muy cansada". Un acontecimiento que marcó un antes y un después en su estancia en Manchester, ya que le provocó un "gran impacto en su deseo de regresar a casa". Aunque los tabloides británicos también apuntan al problema anterior descrito, que la renovación del entrenador de fútbol con su equipo hasta el 2027, hizo que la empresaria de textil diera el paso definitivo a su ruptura.
Desde hacía un lustro, el técnico de 53 años y su esposa (52) vivían en países diferentes: él en Reino Unido por su trabajo al frente de los 'citizens', mientras que ella residía -y reside- en España en su casa de Barcelona junto a los tres hijos en común de la ya expareja: María (24), Marius (22) y Valentina (17). Justo por la familia que han formado, apuntan desde Mamarazzis (El Periódico), que la pareja ha dejado "la puerta abierta a una posible reconciliación" y su separación ha sido "una ruptura amorosa en la que no existen terceras personas".
Su relación
La pareja se conoció en 1994, pero contrajeron matrimonio por sorpresa cuando ya habían formado su numerosa familia. En 2014 decidieron darse el "sí, quiero" en una ceremonia civil celebraba en el salón de plenos del Ayuntamiento de Matadepera, en Barcelona. Acudieron con ropa sport y a la salida evitaron hacer declaraciones ante los medios de comunicación. La discreción, una vez más, marcó de principio a fin aquella celebración que ofició su amigo, el juez de paz Francesc Duch y a la que solo asistieron diez personas, entre las que se encontraban sus padres y sus tres hijos en común.
Guardiola ha contado siempre con el apoyo de Cristina en su carrera, una de las más destacadas del fútbol. "Es imposible separar trabajo y familia de forma estricta. Quien diga eso no tiene credibilidad. Pero en casa no soy ni técnico ni mánager", explicaba en una entrevista con el Bayern, que entonces era su equipo. Además, la empresaria, ha permanecido siempre a su lado, primero como jugador del FC Barcelona, en la Selección española, en la Brescia Calcio, el AS Roma, el Al-Ahli Doha, en los Dorados de Sinaloa, y posteriormente, reconvirtiéndose en entrenador. La vida profesional de Serra, nada tiene que ver con el deporte, ya que es propietaria de la boutique multimarca Serra Claret, en Barcelona, un legado familiar que ella ha modernizado y expandido.