Verónica Hidalgo ha sido operada de urgencia tras convertirse en madre de su primera hija, Leandra, a los 43 años: "Seguimos en el hospital. Di a luz el domingo, 12 de enero, pero después de 24 horas de dar a luz, tuve una complicación que terminó en una operación de urgencias", ha contado la modelo a través de sus redes sociales, junto a una foto en la que aparece tumbada en la cama de un hospital.
'Han sido unos días complicados'
Afortunadamente, su bebé, fruto de su relación con el publicista José Andrés, se encuentra en perfecto estado: "La pequeña Leandra está muy bien, ahora solo falta que mami se recupere poco a poco", ha explicado la propia Verónica. "Han sido unos días complicados, pero todo va volviendo a su sitio. Espero pronto daros buenas noticias y volver a casa para poder disfrutar de nuestra pequeña como se merece", ha añadido.
Un largo proceso de 3 años para ser mamá
La modelo no ha dudado en contar el largo proceso de tres años en el que, tanto la que fuera Miss España, como su pareja, se han enfrentado a momentos muy duros. La llegada al mundo de la pequeña estaba planificada, ya que, tal y como explicaba recientemente la propia Verónica en el último programa de De Viernes , el parto se programó debido a que debía inyectarse heparina para garantizar un control total del proceso: “La niña tiene un peso considerable y ya es el momento”, aseguraba con emoción en su última aparición pública antes de dar a luz.
El camino hasta convertirse en madre no ha sido fácil. Hidalgo recordaba que llegó a someterse a siete estimulaciones ováricas, lo que afectó profundamente a su estado emocional y físico. Incluso confesó que en varias ocasiones estuvo a punto de rendirse: “ Ha sido como una montaña rusa llegar hasta aquí. Ha valido la pena el esfuerzo, pero nunca olvidas completamente lo vivido. Aunque ahora estoy en otra fase, y sé que cuando le vea la carita, habrá merecido aún más la pena" afirmaba.
'Te planteas tirar la toalla'
La modelo explicó cómo esta lucha también puso a prueba su relación de pareja:" Te planteas tirar la toalla, la relación se resiente porque tu pareja no lo vive en su cuerpo, hay momentos en los que ni tú misma te reconoces. Yo le dije que nos poníamos un límite porque, al final, no íbamos a tener un hijo e íbamos a terminar con nuestra relación. Él es muy positivo, cada vez que yo le decía 'hasta aquí, no puedo más', me ayudaba a desconectar ya seguir". Esperamos que su recuperación sea rápida y tanto ella como su pequeña puedan irse pronto a casa juntas.