El mundo de la interpretación está de luto con la muerte de Alejandra Darín a los 62 años. La intérprete, que compartía profesión tanto con su hermano, Ricardo Darín, como con su sobrino, Chino Darín, ha muerto este 15 de enero tras una larga enfermedad. En su Argentina natal era, desde 2011, la presidenta de la Asociación de Actores y Actrices, organismo desde el que han confirmado la triste noticia con el siguiente comunicado: "Con inmenso desconsuelo despedimos a nuestra querida compañera. Con una trayectoria como actriz de más de medio siglo en teatro, cine y televisión, destacó también por su incansable defensa de los derechos de nuestro colectivo artístico y su profunda sensibilidad social".
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Alejandra, a la que sus compañeros recuerdan como "un ejemplo de entrega, compañerismo, y amor ", tenía dos hijos. Fausto y Antonia Bengoechea nacieron durante su matrimonio con el también actor Alex Benn (se separaron en 2005) y ambos han seguido sus pasos profesionales. Fausto se formó en la compañía Timbre 4 por recomendación de su primo Chino y es muy popular en Argentina por participar en series como Once. A Antonia la hemos visto trabajando en Argentina, 1985, película que fue reconocida con un Globo de Oro en la que trabajó con su tío Ricardo y su primo. Ambos siempre consideraron a su madre una fuente de inspiración y le agradecieron su apoyo incondicional cuando dijeron que querían ser actores.
Nacida el 19 de junio de 1962, Alejandra formaba parte de una conocida saga de artistas argentinos. Su abuelo Andrés Darín fue propietario de un teatro y sus padres, Ricardo Darín y Renée Roxana, quienes se conocieron en la radio, eran actores. Fue precisamente a su lado cuando aprendió un oficio que le apasionaba y que le llevó a protagonizar 50 producciones de ficción para televisión, una extensa labor teatral y también un amplio currículum teatral, donde todo empezó. Y es que ella misma recordaba que con solo cuatro su madre representaba Hello, Dolly! y la acompañaba al trabajo. Aquella experiencia le hicieron ver la interpretación como un juego que poco a poco fue evolucionando hasta forjar una importante carrera.
Alejandra contaba que tuvo una etapa de dudas en la que se replanteó dedicarse a otra profesión, pero la interpretación forma parte de su ADN. "Viví dos años en Barcelona, tenía 23 años y estaba en duda con todo. Extrañaba mucho a mi familia, mi país, mi cultura. Extrañaba los intentos por interpretar personajes que hasta ese momento tenían más que ver con la televisión que con otra cosa; no tenía que ver con el dinero. Quise hacer de todo en la vida: veterinaria, bailarina clásica, cantante, abogada, escritora, escultora... En ese viaje me di cuenta de que yo era actriz, y que siendo actriz era todas esas cosas. La actuación ensancha el alma", contaba hace solo dos meses en el diario argentino Página/12.
En sus primeras incursiones televisivas siendo solo una niña, Alejandra trabajó con su hermano Ricardo, que es cinco años mayor que ella y al que siempre ha estado muy unida. "Es un tipo muy carismático y que tiene un dominio de la narrativa, pero familiarmente cuando no era un actor reconocido era muy gracioso, muy divertido. Nos protegíamos mutuamente, lo que sucede con los hermanos cuando se ven amenazados por el mundo adulto en cualquier situación. Está bueno tener un hermano”, relató en el programa Vivo Para Vos. Por su parte, el ganador de un Goya la definió como una de las personas más sensibles, inteligentes y buenas. "La quiero mucho y le deseo lo mejor porque es una gran persona, es una mujer fuerte, muy fuerte, más allá de lo que ella cree”, dijo.