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Mandy Moore y su familia han encontrado refugio en casa de Hilary Duff, tras los devastadores incendios forestales que aún asolan Los Ángeles (California) y que han destruido por completo su vivienda. La que fuera protagonista de This Is Us, junto a su marido Taylor Goldsmith y sus tres hijos, viven actualmente en la mansión que su amiga tiene en Beverly Hills. Ahí, esta última reside además con su esposo Matthew Koma y sus cuatro niños.
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Así lo ha revelado el cuñado de Mandy Moore, el músico Griffin Goldsmith, quien también ha perdido su hogar pasto de las llamas. "Hilary y Matthew están albergando a la familia de mi hermano. Han cuidado de todos ellos desde el primer momento. Nunca podré agradecérselo lo suficiente”. señalaba el artista a través de un mensaje compartido en su perfil público. “Este es el acto más generoso que cualquier ser humano puede hacer por otro”, añadía al respecto.
De esta forma, bajo el mismo techo se encuentran ahora mismo once personas: cuatro adultos y siete menores. Son, por una parte, Mandy (40 años) y Taylor (29) con sus pequeños August Harrison (3), Oscar Bennett (2) y la bebé Louise Everett (tres meses). Por otro, están los anfitriones Hilary (37) y Matthew (37) con sus vástagos Banks (6), Mae (3) y Townes (1). Con ellos también está Luca (12), el hijo que tuvo Duff con su exmarido Mike Comrie.
La semana pasada, la actriz que dio vida a la inolvidable Rebecca Pearson en la exitosa serie de NBC relató cómo ella y su familia habían sido evacuados y "estamos a salvo", contó en sus redes sociales. Al mismo tiempo, explicó que estaba "muy agradecida por la amabilidad de unos amigos que nos han permitido tener un lugar donde quedarnos". En ese instante, no quiso desvelar que era Hilary Duff la persona que los estaba ayudando, algo que se ha sabido ahora.
Moore también decía que "estoy intentando proteger a los niños de la inmensa tristeza y preocupación que siento", lamentaba junto a una foto en la que aparecía con el pequeño Oscar. "Estoy completamente destrozada", agregaba sobre el duro momento por el que atraviesan, tras la situación tan dantesca que les ha tocado vivir. La casa de Mandy estaba en Altadena, un municipio del norte de Los Ángeles situado a 40 kilómetros de Pacific Palisades, el epicentro de la tragedia.
Horas más tarde, la estrella compartió un vídeo del estado actual de esos terrenos completamente calcinados: "Estoy en shock y me siento paralizada por todo lo que hemos perdido", contaba con enorme dolor. "La escuela de mis hijos también ha desaparecido. Nuestros restaurantes favoritos han sido arrasados. Muchos amigos y seres queridos también lo han perdido todo", explicaba.