Ha fallecido el sacerdote, empresario y periodista Luis de Lezama Barañano, el pasado sábado 11 de enero, a la edad de 88 años, en la Clínica Universidad de Navarra (Madrid). Más popularmente conocido como ‘cura Lezama’, fue una figura destacada tanto en el ámbito religioso como en el empresarial y su vida siempre estuvo marcada por su dedicación a los demás, a través de sus múltiples ocupaciones y actividades.
Su capilla ardiente será instalada este lunes 13 de enero, a partir de las 10.00 hora, en la Parroquia de Santa María la Blanca, en Montecarmelo (Madrid). En el mismo lugar, pero horas más tarde, también tendrá lugar su funeral, según se ha informado desde la Fundación Iruaritz Lezama, que él mismo creó. Su presidente, Jon Urrutia Palacio, ha destacado en las redes sociales, la increíble labor del sacerdote: “Luis fue más que un líder visionario. Fue un guía espiritual, un creador de oportunidades y un constructor incasable de sueños, a través de sus muchos proyectos”.
Y, es que para algunos, Luis de Lezama será recordado por su amistad con grandes artistas y personajes de la vida social española. Algunos de ellos, como el periodista José Ribagorda, o el tenor Plácido Domingo, han mostrado sus condolencias por su fallecimiento.
El padre Lezama fue quien casó a Julio Iglesias y la modelo holandesa Miranda Rijnsburger, en agosto de 2010. La ceremonia se celebró en la parroquia de la Virgen del Carmen, de Marbella, en la más estricta intimidad, y fue oficiada por él, que era amigo del cantante, y otros dos sacerdotes.
Pero, el padre Lezama, era mucho más que un sacerdote, con una clara vocación de servicio a los demás, también tuvo un gran olfato empresarial y fue un periodista audaz.
Orígenes humildes y su vocación por los demás
Nació en Amurrio (Álava), en junio de 1936, en el seno de una familia humilde. Se ordenó sacerdote en 1962 y desempeñó su labor pastoral en Chinchón (Madrid), primera parroquia a la que fue destinado y donde comenzó su vocación de servicio, prestando apoyo a los jóvenes, sobre todo, a los que aspiraban a ser toreros. Y, posteriormente, le mandaron a Entrevías (Vallecas). Desde entonces, combinó su vocación religiosa con una destacada carrera empresarial. Fundador del Grupo Lezama y la Fundación Iruaritz Lezama, transformó su visión social en proyectos que fueran beneficiosos a jóvenes con dificultades de inserción.
Como periodista, cubrió importantes eventos históricos, incluyendo la guerra de los Seis Días, en 1967, en Israel. Y, en 1974, cuando estaba en la parroquia de Entrevías, su espíritu emprendedor lo llevó a fundar la Taberna del Alabardero, que fue el embrión del Grupo Lezama, y que se convirtió en un modelo de economía social pionero que ha ayudado a jóvenes con dificultades para desarrollarse profesional y humanamente.
De hecho, el Grupo Lezama, un proyecto que fusionó su misión social con la gastronomía, ha crecido tanto que se ha convertido en una referencia internacional en hostelería, con 22 establecimientos en ciudades como Madrid, Sevilla, Marbella, Seattle o Washington, esta última cerca de la Casa Blanca.
También puso en marcha la Fundación Iruaritz Lezama, que surgió para dar soporte jurídico y financiero a sus proyectos sociales y que sigue trabajando en la formación de los jóvenes; la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, que ha sido reconocida como una de las mejores de Europa, y en 2009, el Colegio Santa María la Blanca, donde se instalará su capilla ardiente, en el madrileño barrio de Montecarmelo.
Su proyecto más reciente ha sido la creación de la Universidad de Ciencias de la Gastronomía y el Turismo, que ofrecerá estudios de grada, posgrados y formación reconocida por la Universidad Complutense de Madrid.
No cabe duda de que Luis de Lezama será recordado por su compromiso con la educación, la fe y el emprendimiento social y su obra, no solo como sacerdote sino también como empresario, continuará inspirando a futuras generaciones.