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Blake Lively y Justin Baldoni: cronología de una polémica que ha dividido a Hollywood

Mientras algunos ven a la actriz como víctima de las artimañas del actor y cineasta, otros consideran que la esposa de Ryan Reynolds abusó de su poder en la Meca del Cine


12 de enero de 2025 - 18:34 CET

¿Quién iba a decir a Justin Baldoni cuando compró los derechos de la novela de Colleen Hoover, It Ends With Us, que lo que parecía un alegato contra las relaciones tóxicas se iba a transformar en la más tóxica de las peleas que se recuerden de los últimos años de Hollywood? Para entender la compleja situacióna la que se ha llegado en estos primeros días de 2025, hay que remontarse al verano de 2024, cuando se estrenó el filme, protagonizado por Blake Lively y el mismo Justin Baldoni. Sobre las alfombras rojas se percibía todo menos química.La actriz parecía francamente molesta y desconectada del mensaje original de la película. Como no podía ser menos, impactó por sus espectaculares vestidos–entre ellos, el icónico diseño de Versace de Britney Spears– y por su amor de película hacia su esposo, Ryan Reynolds, pero pronto se hicieron más que evidentes que se habían producido discrepancias, del tamaño de Hollywood, durante el rodaje y el posterior estreno de Romper el círculo.

Blake Lively y Ryan Reynolds© Getty images

Desde el principio se formaron dos bandos: los que aplaudían a Baldoni, por el compromiso que parecía tener con el argumento de la película, y consideraban que Blake Lively se estaba comportando con cierta frivolidad ante el tema; y aquellos que pensaban que en todo este asunto había gato encerrado y que quizá la actriz había sufrido algún tipo de problema del que, por el momento, no quería hablar. De agosto a diciembre, la balanza se inclinó a favor de Baldoni, el héroe para muchos en esta historia hollywoodiense que había trascendido de la pantalla.La actriz vivió unos meses señalada como la villana de la historia. Y esto se manifestó con una pérdida de seguidores en redes sociales, con un aumento en el número de ‘haters’ y con la cancelación de algunos proyectos. El hecho de que la actriz promocionara sobre la alfombra roja su línea de belleza para el cabello no sentó muy bien a muchos. Blake Lively pasó de ser una de las niñas mimadas de Hollywood a una de las menos queridas, durante el último trimestre de 2024. 

Blake Lively © getty images

Al principio, ella mantenía el silencio. Un silencio que, después se vio, había sido muy recomendado por sus abogados, porque la matraca final estaba por llegar… el 20 de diciembre de 2024. Tras el silencio, la actriz, siempre apoyada por su marido, lanzó una denuncia, en forma de más de ochenta folios, que precedió a una demanda contra Justin Baldoni por, entre otros cargos, acoso sexual en el set de la película y por haber puesto en marcha toda una maquinaria del chisme y la calumnia para acabar con la reputación de la actriz. El documento fue presentadoal Departamento de Derechos Civiles de California y, en honor de la verdad, no es Baldoni el único que aparece señalado, sino también el equipo de publicistas que había contratado previamente el cineasta, como se refrendó con la demanda presentada, el 31 de diciembre, ante un tribunal federal de Nueva York, en el que ya aparecían los nombres del productor Jamey James y de las relaciones públicas, Melissa Nathan y Jennifer Abel.

Justin Baldoni y Blake Lively © Getty images

Los puntos de la demanda

Blake Lively, asesorada por los letrados, denunciaba a Baldoni y al estudio por haber creado un “plan de múltiples niveles” para dañar su reputación. Según el documento, todo este plan se puso en marcha tan pronto como Blake y Ryan confrontaron a los productores de la película sobre el “acoso sexual repetido y otros comportamientos perturbadores” que había padecido durante el rodaje.

 Blake Lively, Justin Baldoni© GTRES

De esta manera, se dio la vuelta a la tortilla y donde dije víctima ahora habría que decir villano, y al contrario, quien había sido señalada como diva intratable era reconocida como víctima de un maquiavélico plan. Según se leía en la demanda, “para protegerse contra el riesgo de que la señora Lively revelara la verdad sobre el señor Baldoni, el equipo de Baldoni Wayfarer creó, sembró, amplificó y potenció contenido diseñado para dañar la credibilidad de la señora Lively”. El documento explicita además alguna de esas tácticas empleadas para acabar con la reputación de alguien, en Hollywood, y que pasan necesariamente por las todopoderosas redes sociales y sus ‘influencers’.

Blake Lively © getty images

Ante esto, el abogado que representa a Baldoni y a Wayfarer Studios, Bryan Freedman, calificó todas las acusaciones de “completamente falsas, escandalosas e intencionalmente sensacionalistas”. Lo que pusieron en evidencia es que el rodaje no fue precisamente amistoso y que, según Wayfarer Studios, todo lo quese hizo fue por mantener contenta a su protagonista quien, entre otros aspectos,amenazó con no promocionar la película si no se atendían sus demandas. En este punto hay controversias entre quienes aseguran que se firmó un documento en el que la actriz presentaba treinta demandas (para otros, el número de demandasera de diecisiete). Para el equipo legal de Lively, el hecho de que la firma de Baldoni esté en ese documento implica que aceptó explícitamente todas las acusaciones, entre ellas la del visionado de pornografía. En la otra cara de la moneda, lo que defienden los asesores de Baldoni: si se firmó ese documento fuepor seguir con la película y salvar lo que pudiera quedar de ella.

Blake Lively© Getty Images

Blake Lively se quejaba amargamente de que se preguntara por su peso a su entrenador personal sin su consentimiento; también pedía que no se le interrogara más sobre su padre fallecido o que dejaran de indagar sobre sus creencias religiosas. Además, pedía que se contratara a un profesional conocido como coordinador de intimidad. Es decir, una persona que estuviera siempre presente, durante el rodaje de escenas más candentes, y que dejara bien claros los límites entre lo que es actuar y lo que es sobrepasarse.

Blake Lively © Getty images

Baldoni, por su parte, sí se defendió de algunas de estas acusaciones y señaló lo que, para él, fue lo más duro de todo este proceso. Blake Lively no se ajustó a los presupuestos estipulados de vestuario, por ejemplo; y pidió y ejecutó cambios en el guion sin aviso; y se negó a posar sobre la alfombra roja junto a él. En cierto sentido, Justin Baldoni sintió que había sido desbancado de un proyecto cinematográfico por el que había apostado de principio a fin.

Blake Lively© Getty images

Sin embargo, Blake Lively fue firme en sus acusaciones y quiso, con su demanda, sentar un precedente: “Espero que mi medida legal ayude a revelar estas tácticasde represalia siniestras para dañar a las personas que hablan sobre mala conducta y ayude a proteger a otros que puedan convertirse en blanco”.

Blake Lively, Justin Baldoni© GTRES

El contrataque sorpresivo de Baldoni 

Con el nuevo año, ni ha llegado la paz ni la calma. Más bien, todo lo contrario. Bryan Freedman ha sacado a relucir sus garras –no en vano le llaman El Pitbull– y ha demandado, por el momento, al The New York Times por difamación a sucliente por la friolera de doscientos cincuenta millones de dólares. La cosa está clara: cuando en Hollywood alguien se siente un indefenso David luchando contra un titánico Goliat, Bryan Freedman es la persona que puede sacarte del embrollo.

Bryan Freedman© Getty images

¿Por qué han comenzado su lucha demandando al prestigioso periódico neoyorquino? Porque publicó un texto en el que difundió únicamente la versión “no verificada y subjetiva” de Lively y se omitieron “numerosas pruebas que contradecían sus declaraciones y revelaban sus verdaderas motivaciones”. Si en 2024, Blake Lively sintió el peso implacable de la “cultura de la cancelación”, ahora es Justin Baldoni quien lidia con el ostracismo. Por lo pronto, la agencia de talentos WME ha anunciado que ya no trabajará más con él. Y Liz Plank, conquien tenía un podcast, The Man Enough, también ha renunciado al programa como señal de solidaridad con la actriz. Y es que Blake Lively ha contado, en las últimas semanas, con muchos apoyos y muestras de cariño. Entre ellos, uno de peso (moral): el de Colleen Hoover, la autora de la novela en la que se basa la polémica película: “Blake lively, has sido nada más que honesta, amable,comprensiva y paciente desde el día que nos conocimos […] Gracias por ser exactamente el ser humano que eres. Nunca cambies. Nunca te marchites”.

Colleen Hoover, © getty images

Mientras una parte de Hollywood cree a pies juntillas en la versión de Blake y Ryan Reynolds, otra aún espera más pruebas para decantarse por una o por otra.Probablemente, como decía Aristóteles, en el punto medio esté la virtud o, al menos, la verdad. Por el momento, el implacable Ryan Freedman no se está con los brazos cruzados y asegura que presentará pruebas que demuestran un “patrón de amenazas y acoso” a su cliente, por parte de Blake Lively. Ha asegurado que hará públicos los mensajes intercambiados entre Blake y Baldoni para que cada quien se posicione donde crea conveniente: “Mostraremos cada mensaje de texto entre ellos”. El 3 de diciembre, el letrado confirmó a NBC News que su cliente plantea presentar también una demanda contra Blake Lively por las acusacionesde presunto acoso sexual que la actriz formuló contra él.

Blake Lively© GTRES

Sin duda, este está siendo uno de los casos más sonados de batalla legal de los últimos tiempos… y está comenzando. Entre las últimas perlas que ha lanzado Baldoni, una acusación a Ryan Reynolds por haberle proferido una “humillante reprimenda”, delante de muchos famosos, en la casa neoyorquina de la famosa pareja. Los representantes del actor de “Deadpool” niegan que el actor le gritara, aunque sí revelan que estuvo “enfadado y severo”. En todo caso, Ryan Reynolds ha quedado para muchos como un caballero, preocupado por su dama y por la madre de sus cuatro hijos. La Gossip Girl por excelencia tiene en su esposo su mayor apoyo.

Ryan Reynolds© GTRES

Curiosamente, una película que podría ganarse el epíteto de “maldita” está funcionando muy bien en taquilla: según los últimos datos ya ha recaudado trescientos cincuenta millones de dólares en todo el mundo, cuando se invirtió en ella unos veinticinco millones. De ahí que, al principio, algunos pensaran que toda esta disputa no era más que una técnica de promoción; algo que, a la vista de la dimensión que está alcanzando el asunto, se ha descartado. Después del feroz juicio que enfrentó a Johnny Deep con Amber Heard, y a la espera del de “Diddy” Combs, la próxima primavera, esta pelea legal está llenando muchos titulares… y los que quedan.

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