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Si hay una familia a la que la Navidad le duele, esa es la de la princesa Marta Luisa de Noruega. Especialmente, a sus tres hijas: Maud Angelica, Leah Isidora y Emma Tallulah. Como recordarán nuestros lectores, su padre, el polémico e inclasificable escritor Ari Behn, divorciado de la princesa Marta Luisa desde 2016, se quitó la vida el 25 de diciembre de 2019. Tenía cuarenta y siete años y su hija mayor dieciséis, una edad difícil para asumir lo incomprensible. Cinco años después de aquella desgracia que cambió por completo el rumbo de su vida, Maud Angelica ha hablado, con el corazón aún encogido, del día que su progenitor decidió suicidarse. Si la hija mayor de Marta Luisa de Noruega se ha pronunciadoal respecto es porque, desde que la desgracia llegó a su familia, ha dado un pasoal frente para hablar sin tapujos de la importancia de la salud mental y de lo fundamental que es transmitir el mensaje de que hay salida, incluso en los días más grises y oscuros.
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La joven ha divulgado, a través de sus redes sociales, el duro testimonio de cómo se enteró de la muerte de su padre: “Mamá cruzó la puerta y me miró con los ojos llenos de lágrimas. El tiempo se detiene. Las palabras que salieron de su boca me resultaron incomprensibles: “Papá está muerto. Se suicidó”. Si para ella esto fue un mazazo del que le está siendo muy difícil recuperarse, la joven sabe que para sus hermanas menores el impacto tuvo que ser igual o mayor, porque apenas eran unas niñas. Leah Isidora tenía catorce años y la benjamina, Emma Tallulah, once. A esa corta edad se enfrentaron a un dolor multiplicado, además, por el interés mediático que suscitó la noticia. Su querido padre no pudo luchar más contra los fantasmas que le hostigaban desde hacía años, y que se manifestaban en formade depresión severa. La enfermedad se había acrecentado tras su divorcio. Y aunque sabía que tenía apoyos y amores incondicionales, llegó un día en el que no pudo más.
Su mensaje de esperanza
Este 25 de diciembre, mientras el mundo celebraba en familia la Natividad, Maud Angelica no olvidó el aniversario luctuoso de su querido padre. Compartió en redes una imagen junto a él y acompañó la fotografía del siguiente texto: “No puedo creer que la última vez que vi a mi adorable padre fue cuando tenía dieciséis años. Hay tantas cosas que han pasado desde entonces y de las que él no ha formado parte. Lo extraño mucho. Ojalá estuviera aquí”. Una vez honrada la memoria de Ari Behn, la princesa dio un paso más con un mensaje de esperanza: “Cada acto que haces realmente pesa mucho más de lo que crees. Si estás luchando, por favor, díselo a alguien. El mundo te necesita. ¡El suicidio no es la única opción!”. Maud Angélica transmite este mensaje como si fuera un mantra: "No es la solución que podrías pensar que es. ¡Hay ayuda ahí fuera! […] Recuerda que eres amado. Puedo prometer con mi corazón y mi alma que tienes un lugar especial en la vida de las personas que amas y que nunca podrás ser reemplazado. Tú importas”. Junto a estos mensajes, siempre incluye un teléfono noruego de prevención contra conductas suicidas.
El 3 de enero de 2020, una imagen dio la vuelta al mundo. La princesa Marta Luisa de Noruega, quien por sus hijas trató de mantenerse fuerte y serena, se deshizo en lágrimas tan pronto como salieron de la catedral de Oslo, donde se celebró el solemne funeral en memoria del escritor. Ante el féretro de quien había sido su esposo, y el amor de su vida hasta que los problemas conyugales comenzaron y la presión mediática abogó por un final, se derrumbó y solo logró cierta calma cuando el padre de Ari Behn, Olav Bjørshol, la reconfortó entre sus brazos. Aquel día, tanto Marta Luisa de Noruega como sus tres hijas llevaban prendido en el cabello un lazo rosa, un guiño amoroso dedicado a Behn, el exesposo y padre que, en la medida de sus posibilidades, siempre quiso ofrecerles una vida color de rosa.
Cabe señalar que, a pesar de la separación y divorcio, la princesa Marta Luisa y el escritor que irrumpió en su vida mantenían una excelente relación por el bien de sus pequeñas y, también, por la historia común que habían vivido juntos.
De la luz a la oscuridad
En 2001, surgieron los primeros rumores por Noruega sobre el amor de la hija de los Reyes Harald y Sonia con un intelectual conocido por sus escritos, pero también por su polémica vida, especialmente nocturna. Las imágenes de Ari Behnde fiesta, disfrazado, viviendo la vida loca de la capital noruega, dejaron sin palabras a los más conservadores del país. Sin embargo, Marta Luisa de Noruega–como ha vuelto a hacer con su actual esposo, Durek Verrett– hizo caso omiso a quienes veían esta relación como condenada al fracaso y oficializó su relación en la boda de su querido hermano Haakon con Mette-Marit. Después llegó un romántico compromiso en el que Marta Luisa de Noruega expresó abiertamente todo aquello que sentía por Ari Behn (como curiosidad, se conocieron gracias a Marianne, la madre del escritor y quien, en aquella época, fue profesora de la princesa en unos cursos que esta recibió en la universidad de Oslo). Durante su compromiso, la hija del Rey Harald declaró que "Ari es la persona que he conocidoque tiene mayor corazón. Está abierto a la vida, es amable, generoso. Se atreve aseguir toda la vida conmigo y permanecer a mi lado". Cuando se casaron, el 24 de mayo de 2002 en la catedral Nidaros de Trondheim, el Rey de los noruegos no tuvo más remedio que darle la bienvenida pública a la Familia Real noruega: “Lo más importantes es que tú eres el que hace feliz a Marta”.
Años felices y mucho dolor final
Cuando Ari Behn conoció a la princesa, ya era un escritor de éxito. Su colecciónde cuentos Triste como el infierno había vendido más de cien mil ejemplares y, sobre todo, se había ganado el favor de la crítica más exigente. Su segunda colección de cuentos, Talento para la fortuna, tocaba el tema del “ambivalente talento de algunos hombres desesperados por tener suerte”. Él siempre estuvo desesperado por lograr el éxito y una felicidad que se le escapaba de entre los dedos. Su irreverencia y rebeldía incomodaba a la Casa Real noruega. Tanto es así que en 2009, él llegó a declarar para Vanity Fair: “Sé que tarde o temprano me van a expulsar de la Casa Real noruega. Soy patológicamente desafiante, rebelde e infantil. Creo problemas y meto a la gente en situaciones comprometedoras y peleas estúpidas. Es muy difícil vivir conmigo”.
Marta Luisa de Noruega pasó por alto que paseara por Barcelona junto a Carmen de Mairena vestido de mujer. Después de todo, pensó, aquello formaba parte de un documental de la televisión noruega para mostrar la cara más oculta de la noche de las grandes capitales europeas. También obvió el escándalo que supuso la reproducción de unas imágenes suyas como mendigo pidiendo limosna en las calles de Londres. Sin embargo, cuando en 2015 se fotografió con la bloguera Marna Haugen en una posición poco ortodoxa (puso su cabeza entre los pechosde ella) esta pareció ser la gota que colmó el vaso de la paciencia de Marta Luisa.
Se divorciaron, pero no dejaron de ser amigos. Para él, la separación le sumió enuna profunda depresión. Sin embargo, esta no era la primera que había padecido en la vida y pensó que no sería la última. Tras su muerte, los padres de Ari Behn decidieron contar al mundo la verdad para evitar especulaciones: su hijo sufría una depresión severa. De hecho, el día de Navidad tenía una invitación formal para acudir a la cena organizada por la Familia Real. No se sintió con fuerzas de acudir.Tampoco de compartir la velada con sus padres en la intimidad. Sencillamente, no se sentía capaza de relacionarse con un mundo que, en aquellas fechas, le parecía tan hostil.
Tras la noticia de su desgarradora muerte, Marta Luisa de Noruega le envió un mensaje público al más allá: “Me entristece saber que nunca entendiste lo mucho que te queríamos”. Su hija Maud, desde entonces, hace todo lo humanamente posible por ayudar a quienes sienten la devastadora tristeza que acabó con la vidade su padre. Con una madurez extraordinaria, ya expresó en el funeral el mensaje que, cinco años después, sigue repitiendo: “Quiero decir a todos los que están pasando por algo parecido: hay otra salida”.