Dicen que siempre hay que regresar a donde uno fue feliz, y eso es lo que hacen cada año los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia. Ya sea solos o acompañados por prácticamente toda la Familia Real al completo, no hay Navidad en la que el matrimonio no disfrute de unos días esquiando en los Alpes suizos. Estas montañas se ha convertido en su retiro favorito desde que se prometieran allí —concretamente, en Gstaad—, hace más de un cuarto de siglo, y, cómo no, desde allí han despedido el 2024 rodeados de los suyos, con unos fabulosos días de sol y, por supuesto, derrochando complicidad y, sobre todo, altas dosis de glamour.
No es para los únicos que se trata de un lugar cargado de recuerdos. En St. Moritz, donde han estado esquiando estos días, fue donde, en diciembre de 2020, el príncipe Philippos de Grecia y Dinamarca y la heredera suiza Nina Nastassja Flohr, también presentes durante estas vacaciones, celebraron su primera y secreta boda civil, en la que solo participaron dos testigos: Constantino de Grecia —el padre del novio— y Thomas Flohr, padre de la novia y dueño de la empresa de aviación VistaJet. Una boda de la que este año celebrarán cinco años más enamorados que nunca.
Pero, regresando a estos divertidos días de vacaciones, los dos matrimonios no estuvieron solos. También viajó hasta Suiza la Reina Ana María de Grecia, que en todo momento estuvo arropada por sus hijos, nietos y nueras, muy pendientes de ella. Todos ellos han entrado juntos en este nuevo año, cerrando un 2024 marcado por la gran boda griega de la princesa Teodora y Matthew Kumar, en Atenas.