Mandy Moore, la inolvidable Rebecca Pearson de This Is Us, es una de las miles de personas que ha tenido que ser evacuada de su casa por el devastador incendio de Los Ángeles. La actriz escapó de las llamas el martes con su marido, Taylor Goldsmith, y sus tres hijos, Gus, de tres años, Ozzie, de dos, y la recién nacida Lou. "Hemos sido evacuados y estamos a salvo con los niños, el perro y los gatos", publicó en sus redes sociales para tranquilizar a todos sus seguidores.
A pesar de todo, la intérprete se siente "agradecida por la amabilidad de los amigos que nos permitieron tener un lugar donde quedarnos". "Estoy intentando proteger a los niños de la inmensa tristeza y preocupación que siento", añadió junto a esta foto en la que aparece con el pequeño Ozzie.
La casa de Mandy se encuentra en Altadena, un municipio del norte de Los Ángeles situado a 40 kilómetros de Pacific Palisades, el epicentro de la tragedia. Aunque en estos momentos lo más importe es que tanto ella como su familia están a salvo, la actriz no sabe si su hogar sigue en pie o si las llamas han acabado con todo. "Estoy totalmente destrozada por la destrucción y la pérdida. No sé si nuestro hogar sobrevivió", señaló.
Horas más tarde, la estrella de This Is Us compartió un vídeo del estado actual de Altadena tras quedar arrasada por las llamas. "Te amo, Altadena. Estoy agradecida de que mi familia y mis mascotas hayan salido antes de que fuera demasiado tarde (y una gratitud infinita a los amigos por acogernos y traernos ropa y mantas). Honestamente, estoy en estado de shock y me siento paralizada por todo lo que tantos han perdido, incluida mi familia. La escuela de mis hijos se ha ido. Nuestros restaurantes favoritos, arrasados. Muchos amigos y seres queridos también lo han perdido todo", lamentó.
Salvando las distancias, este terrible suceso está conectado con uno de los capítulos más tristes de This Is Us, el número 14 de la temporada 2, cuando la casa familiar de los Pearson se quema. En la ficción, Rebecca y sus hijos pierden todos sus recuerdos a causa de las llamas, pero lo más doloroso no fue eso, sino la muerte de Jack. En la vida real, afortunadamente, Mandy no ha sufrido ninguna pérdida personal. "Nuestra comunidad está rota, pero estaremos aquí para reconstruir juntos. Enviando amor a todos los afectados y a los que están en la primera línea tratando de controlar esto", dijo.
Después de buscar durante casi un año, Mandy Moore y Taylor Goldsmith encontraron el lugar perfecto para comenzar su vida juntos en una casa clásica de la década de 1950 con vistas panorámicas de las montañas y el valle de San Gabriel. La pareja adquirió la propiedad en 2017 por 2,6 millones de dólares y después la reformó a su gusto. "Nos enamoramos de las vistas, la piscina, el patio, básicamente de toda la energía del lugar", contó la actriz en una entrevista concedida a la revista Architectural Digest. "Todavía me sorprende. Vimos el potencial de esta casa y le dimos vida nuevamente. Es difícil transmitir la emoción de trabajar en cada detalle, desde elegir las losas en el patio de piedra hasta decidir cuántos quemadores queríamos para la estufa”, explicó.
Hace tan solo unos meses, Mandy y Taylor pusieron a la venta esta casa por 6 millones de dólares, una decisión con la que ponían punto y final a una de las etapas más dulces de su vida. En ella se comprometieron, se casaron y dieron la bienvenida a sus hijos. "Nuestra casa restaurada cuidadosamente está lista para su próximo capítulo y dueño", anunciaron.