El coraje y la lucha de Bahar (Demet Evgar) por recuperar el control de su vida tras haber estado al borde de la muerte han conquistado a los espectadores de Renacer. Sin embargo, su camino hacia la superación y el empoderamiento no será sencillo. Además de enfrentarse a los retos de retomar la carrera de medicina veinte años después, se verá atrapada en un complejo triángulo amoroso cargado de secretos y mentiras con a su marido, Timur (Mehmet Yılmaz Ak, y Rengin, interpretado por Ecem Özkaya, el primer amor de este y la mujer con la que mantiene una relación oculta. Todo esto pondrá en juego no solo su estabilidad emocional, sino también su entorno profesional.
Todo comenzaba hace más de dos décadas, cuando los tres protagonistas estaban en la Universidad de Medicina y su historia llega hasta la actualidad. Rengin y Timur eran novios y tenían una bonita relación. Sin embargo, tras una fuerte pelea entre ambos, él buscaba consuelo en los brazos de Bahar. En esa noche de pasión que compartían, ella se quedaba embarazada. Una situación que desembocaba en un matrimonio sin amor.
Durante todos estos años, Rengin ha seguido enamorada de Timur y se consume por lo que siente hacia él, con quien ha tenido una intensa y problemática relación. Y aunque el doctor Yavuzoğlu sigue junto a Bahar, con la que tiene dos hijos, continúa viéndose a escondidas con su amor de juventud, que también trabaja en el mismo hospital.
El papel de Rengin no es sencillo y Ecem Özkaya, quien le da vida, tiene muy claro qué consejo le daría a su alter ego televisivo respecto a la relación tan tóxica que mantiene con Timur: “¡Libérate! Dale una sacudida a tu vida. Ya está. No te preocupes”, ha dicho en una entrevista con Antena 3. Su personaje tiene que sobrellevar una pesada carga emocional, por lo que, "aunque respeto mucho su forma de ver el amor", los lazos con el médico no son sanos para ella y la intérprete considera que "debería recibir tratamiento psicológico para encontrar la paz interior que tanto necesita".
Ecem cree que Rengin es una gran mujer que ha conseguido importantes logros personales y profesionales, por lo que debería valorarse más y no depender así de Timur. "Mírate en el espejo y mira tus colores. Dale al hombre su merecido", todo un mensaje de empoderamiento.
Por ahora, no parece estar cerca de llegar a ese punto; los celos la ciegan y hace todo lo posible por truncar los sueños de Bahar y apartarla de su camino, especialmente cuando esta última retoma su carrera y comienza a hacer la residencia en el mismo centro médico donde trabajan su marido y su amante. La ginecóloga siempre se ha sentido como una ganadora, pero la vuelta de la protagonista le hace sentir que ha perdido. Este momento acrecienta los conflictos entre ambas en una relación que, según ha asegurado Özkaya, “será mala durante mucho tiempo. Porque veremos a Timur y sus dos mujeres al lado”, lo que generará grandes tensiones entre ellas y hará que sus enfrentamientos sean una constante.
Eso sí, en la vida real, la relación entre Ecem Özkaya y Demet Evgar, su compañera en la ficción, es muy diferente y se llevan a las mil maravillas. Es la primera vez que ambas actúan juntas, pero Ecem ha afirmado que "su colaboración es muy valiosa", añadiendo que "realmente trabajamos cuando entramos al set. Fuera no tenemos mucho tiempo", ya que sus responsabilidades se lo impiden. "Ella es madre, y yo también", ha explicado en una entrevista con la periodista turca Sibel Arna.
Rengin es un personaje intrigante y complejo, el polo opuesto de Ecem, quien tuvo que trabajar mucho para ponerse en sus zapatos, ya que contrasta mucho con la energía interior de la actriz. Un trabajo que no ha sido fácil y para el que la intérprete de Gönül Dağı, de 36 años, ha tenido que "ponerme en su piel, conocer su carácter y sus pensamientos", reconociendo que "por supuesto, tuve muchas dificultades, pero también aprendí mucho de ella".'
La actriz, que acaba de estrenar Şımarık junto a Kerem Bürsin, ha confesado que, tras el reto inicial, cuanto más conoce de su personaje más le gusta y más empatiza con ella. "Lo de Rengin ya es un hábito y una obsesión. No quiero vivir esta vida por una mentira. Cuanto más leo sobre ella, me digo: "Ah, hija mía, pobrecita".'", ha señalado, mostrando su compasión y simpatía por las complicadas circunstancias personales y sentimentales que atraviesa en la ficción.¿ Conseguirá revelarse contra lo que siente por Timur y ser feliz? En Renacer encontraremos la respuesta.